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Al escuchar su voz no puede negar que se asustó, ¿cómo lo vio si tenía los ojos cerrados?

— ¿Eres mago? —preguntó con inocencia haciendo que el contrario se sentara y lo mirara.

— No eres un guardia, ¿quién eres?

— S-solo soy alguien que necesita que le respondas algunas cosas. —puede ver su mirada de confusión. — ¿Puedes?

— Eres raro. —suspira. — Bien, dime, total no pierdo nada.

— ¿Por qué estás aquí?

— Por intentar robar en el palacio. —dice sin más y Taehyung lo mira con la boca semi abierta.

— ¿Por eso terminaste lastimado de esa manera...?

— Oye, ¿eres nuevo por aquí? ¿Sabes cómo funcionan las cosas en éste lugar aunque sea?

— Yo...

— Al parecer no... Bien te explico. —se levanta acercándose a él. — Los tan amados reyes están tan concentrados en ellos mismos, que no le prestan la atención que deberían al pueblo, por lo tanto, las personas roban con tan solo conseguir un poco de comida y eso termina en traerlos aquí, como prisioneros, toda la vida. —se acerca más a las rejas agarrando éstas con sus manos haciendo que sus ojos choquen con los míos. — ¿Entiendes la situación? Nos meten presos por la más mínima cosa que hagamos para poder vivir, todo nuestro dinero se lo llevaron ellos, ahora seguramente tendrán un hermoso jardín con sillas de oro, arruinando la belleza de aquellas pobres flores. —los ojos del príncipe se llenaron de lágrimas. — Escuché que tenían un hijo. —dice alejándose de las rejas para nuevamente sentarse. — Debe ser igual a ell...—se detiene al ver que ya no había nadie.

Taehyung corría rápidamente hacia dentro del palacio, sin importar si lo veían, estaba llorando, claro que sí, ¿cómo no hacerlo? Sus padres no podrían hacer aquello, ellos eran amables con todos, siempre los ayudaban, o eso le dijeron.

Cuando llegó al gran salón sintió como le agarraban el brazo con brusquedad haciendo que se de la vuelta quejándose del sutil dolor. Sintió miedo al ver los ojos enojados de su padre siguiéndolo de su madre, ya conocía aquella mirada.

Corriendo llegaron los guardias y algunos sirvientes que se encontraban despiertos junto a Ye Jin y Ji-Seob, quienes lo miraban con preocupación. Su padre lo empujó haciendo que cayera, no quería llorar, juro que no quería, pero al ver su cara no aguanté.

— ¡¿Quieres explicarme que hacías afuera?!

— Y-yo...

— Taehyung, sabes muy bien lo que tenías que hacer, y aun así desobedeciste. —habló su madre.

— S-solo quería saber qué es lo que había fuera. —temblaba, no podía parar, ¿Por qué tenía tanto miedo?

Miraba a su alrededor, todos lo miraban con lástima, ¿Por qué?

— Vamos a tu habitación. —su padre lo agarra nuevamente del brazo haciendo que se levantara.

Empezaron a caminar seguidos de su madre y algunos guardias, caminaban apresurados, una vez llegaron lo aventó hacia dentro para luego cerrar la puerta con llave.

— Abriré por la mañana por si vuelves a salir, serás acompañado todo el tiempo por sirvientes y dos guardias, confiaba en ti Taehyung.

Al ya no escuchar nada presentía que se había marchado, su llanto aumentó en demasía siendo escuchado por los guardias que custodiaban su puerta quienes bajaron la cabeza.

Ahí se encontraba otra vez, encerrado en su habitación, cuando su llanto calmó, recordó las palabras del chico, ¿Será verdad? ¿Sus padres eran así? ¿Las personas estaban sufriendo hambre?

ALTEZA | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora