Capítulo 11

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Ketzaly abrió sus ojos lentamente, se enderezo con un poco de miedo, y justo como lo pensó, su atuendo para el día de hoy ya estaba puesto en el perchero un vestido color champagne con manga suelta , que apretaba hasta la cintura y luego la falda caía, parecía que todo seria formal, y eso le parecía bien, no quería que fuera de rigurosa etiqueta como lo sería el día de mañana, en la boda a la iglesia, se froto la cara suspirando, su vida acababa de irse a la basura, a las 12:00 del mediodía estaría casada con Azrael Alvarado.

Alguien con quien apenas había cruzado palabra, que no conocía más allá de su actuar violento, su mirada despreciable y al parecer, era igual de manipulador que su padre, ahora se debatía entre escaparse con Alexander a los 8 meses, o esperar a un divorcio con Azrael, su corazón quería salirse de lo rápido que latía, sus manos empezaron a sudar – Oh Dios – susurro para ella misma. Tenía tanto miedo, y no había nadie en esta tierra que la pudiera proteger, suponía ahora, sabia como se sintió Jesús cuando estaba sobre la cruz, y le pregunto a su padre ¿Por qué lo había abandonado?

Levanto la mirada al escuchar que su puerta fue tocada – voy a entrar – se escuchó del otro lado, reconoció rápidamente la voz de su padre, así que en un rápido movimiento se limpió las escasas lagrimas que estaban en sus ojos, detrás de su padre entro Maritza, su madre, y dos chicas más del servicio, quienes traían maletas en sus manos, la ansiedad de Ketzaly crecía, su cuerpo comenzó a temblar porque sabía para que eran esas maletas, y justo como lo pensó, ellas empezaron a empacar su ropa.

-Levántate ya, el amigo de Maritza va a venir a arreglarte.

-¿No lo iba a arreglar primero a él?

-No, para hoy no, sino para mañana, hoy te arreglara a ti y mañana a Azrael, Maritza va a ayudarte mientras a vestirte – por la premura, Ketzaly entendía que tal vez ya era tarde, agarro su celular y justo como pensó, faltaban 15 minutos para las 10:00, también que tenía miles de mensajes en WhatsApp, al deslizar se dio cuenta que la habían metido a un grupo llamado "despedida de soltera" – Ketzaly – su padre la llamo, recuperando la atención hacia él – ¿A qué hora es ese evento que te van a hacer tus amigas?

-A las 6:00

-De acuerdo, dense prisa entonces, los Alvarado van a llegar a las 11:00

-Dijiste que la ceremonia era hasta las 12:00.

-Lo es, antes quiero hablar con Azrael.

-¿Sobre qué?

-Sobre donde van a vivir y esos por menores, además por más que intente negociar una semana de vacaciones con su directora se negó, y bueno, solo tendrán para ir y venir domingo y lunes.

-Te intente avisar que estábamos en semana de exámenes, no podemos saltárnoslo, además – Ketzaly se puso al borde de su cama, balanceando sus pies, era increíble que aún le quedaran colgando – Por... favor – intentaba contener sus espasmos, cerro sus manos en puño jalando las sábanas luchando por que no se hicieran más frías – deja de intentar que pase tiempo a solas con él, ¿no te basta con pensar en que prácticamente ahora que estemos casados tendré que soportarlo siempre yo sola?

-¿Soportarlo? Lo dices como si fuera ser un tipo de mortificación para ti.

-Porque lo va a ser ¡Por Dios papá! – no pudo evitar llorar – Llevo toda esta semana sin intentar decirte nada, pero date cuenta de a lo que me estas obligando... - era su última oportunidad - ¡papá tengo miedo! No quiero ir con Azrael, por favor, no me obligues a casarme con él papá – intento dar un paso hacia su padre, pero inmediatamente supo que no tendría caso, su rostro no cambio para nada.

-Cuando crezcas me vas a comprender, cuando tengas a tu primer hijo con Azrael te vas a dar cuenta que todo lo que hacemos es por su bien, y por amor a ti.

PenitenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora