Capítulo 38

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En memoria de Imeldo.

~♰~

En cuanto abrió los ojos, le lastimo la luz natural, fue cerrándolos nuevamente, mientras poco a poco iba acostumbrándolos, se giró a los lados y se encontró en la cama solo, alcanzo su celular, viendo que eran 6:30 de la mañana, apenas y se alcanzaba a escuchar música, lo que sí, es que olía ya a comida y el típico olor a café, si antes ya lo odiaba, ahora con más razón, ese olor siempre le recordaría a Ketzaly.

Se levanto, bajándose de la cama y suspiro pesado, se quedó sentado solo a la orilla de la cama, cada vez le pesaba más iniciar un nuevo día, se ponía peor al ver como los meses pasaban, estaban a dos días de cumplir 5 meses, eso los dejaba con 7 restantes, no era imbécil, incluso el comportamiento por parte de Ketzaly era raro hacia él, sabía que si tal vez no lo amaba como tal, o ni siquiera quererlo, tal vez ya había desarrollado un tipo de cariño, y eso era el problema.

No podía permitir que Ketzaly se encariñara siquiera de él, ellos dos no podían estar juntos, pero... ¿Y qué tal sí, sí? Si, por alguna razón, ellos dos terminaron juntos, aunque fuera de esa manera tan retorcida.

No, se estaba excusando de lo mierda que fue y sus acciones tan repugnantes, se puso de pie, y camino hacia afuera mientras seguía pensando, era absurdo, honestamente si alguien le hubiera dicho que ese sería su desenlace jamás lo hubiera creído, quien diría que ahora estaría casado, y estúpidamente enamorado de la persona que era su esposa.

Se detuvo en las escaleras, mientras la veía cocinar frente a la estufa, mientras tenía la bocina de Alexa sonando medianamente fuerte, movía suavemente sus caderas tratando de bailar, y cantaba, esa canción, él a veces la ponía en la camioneta, "Raro de chino y nacho" lo más increíble era que la pronunciaba de manera impecable, y sonrió de forma estúpida. Quien diría que esa niña recatada, de casa, que solo escuchaba música clásica, ahora estaba ahí, disfrutando de pequeños placeres de la vida.

Azrael termino de bajar las escaleras mientras la canción prácticamente finalizaba, Ketzaly sintió su presencia y volteo de medio lado, sonriéndole.

—Buenos días.

—Buenos días cariño —Azrael la abrazo por la espalda, intentando ver que cocinaba.

—Ya casi está listo ¿si empiezas clases a las 8:00 verdad?

—Si, ¿tú?

—Hasta las 10:00 mientras, igual y me dijo Gaby que si podía pasar a ayudarle en algo.

—Si, si me comento —respondió Azrael con un poco de desdén, no sabía que planeaba, aunque él tenía un poco de culpa en ese plan, se separó, cuando vio que Ketzaly necesitaba más espacio para terminar su labor, dándose cuenta que no lo veía directamente.

Ketzaly alcanzo los platos y empezó a servir —siéntate ya —indico, se giró depositando los platos en la barra del desayunador, camino hasta el refrigerador, saco un bote de jugo de naranja y luego dos vasos para ponerlos sobre la barra, después fue por la jarra de la cafetera, todo sin levantar tanto su rostro. Azrael se sentó frente a ella, sirviéndose jugo, mirándola directamente, sus sospechas eran ciertas, lo estaba evitando.

—¿Y no tienes tarea pendiente? Ya sabes, porque el próximo fin de semana es el cumpleaños de Jorge, dijo que quería que tomáramos, yo creo que no nos vamos en la camioneta para poder ir y venir seguros.

—No, no tengo —respondió, haciendo como que ponía sal a su comida.

—Ya ¿vas a querer tomar? Yo sí, igual y si no quieres tomar, podemos llevar la camioneta.

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