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Días después Sienna estaba en la biblioteca cuando Hermione la abordó con urgencia.

—Sienna, ejecutarán a Buckbeak hoy. El hipogrifo de Hagrid.

—¡¿Qué?!— exclamó Sienna, sintiendo una ola de furia y tristeza. —¿Cómo pueden hacerle esto? ¡Es injusto!"

Hermione asintió, con los ojos llenos de preocupación. —Lo sé. Hagrid necesita compañía ahora mismo. Deberíamos ir a su cabaña.

Sienna no dudó. Recogió sus cosas rápidamente y siguió a Hermione fuera del castillo, hacia la cabaña de Hagrid. El cielo estaba cubierto de nubes grises, presagiando el terrible acto que estaba por ocurrir.

Cuando llegaron a la cabaña de Hagrid, encontraron a Harry, Ron ya allí. Hagrid, con los ojos enrojecidos, los reprendió con voz temblorosa. —No deberían estar aquí. El ministro, Dumbledore y el verdugo están en camino. ¡Salgan antes de que sea tarde!—Todos intentaron consolar a Hagrid, pero finalmente obedecieron y se marcharon cuando Dumbledore y sus acompañantes se aproximaban.

Decidida a hacer algo, Sienna comenzó a seguir a los chicos en su camino de regreso al castillo.

—Scabbers, estate quieta —susurró Ron, llevándose la mano al pecho. La rata se retorcía como loca. Ron se detuvo, obligando a Scabbers a que se metiera del todo en el bolsillo

—.¿Qué te ocurre, tonta? Quédate quieta... ¡AY! ¡Me ha mordido!

—¡Ron, cállate! —susurró Hermione—. Fudge se presentará aquí dentro de un minuto...

—No hay manera —Scabbers estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando soltarse de Ron.

—Scrabbers quédate quieta—dijo Sienna tratando de ayudar a Ron pero Harry observó que el gato de Hermione se acercaba a ellos sigilosamente. La rata escapó por entre los dedos de Ron, se echó al suelo y huyó a toda prisa. De un salto, Crookshanks se lanzó tras el roedor; y antes de que Harry , Sienna y Hermione pudieran detenerlo, Ron siguió a su rata.

Pero antes de que pudieran seguirlo o antes incluso de que pudieran recuperar el aliento, oyeron los pasos de unas patas gigantes. Algo se acercaba a ellos en la oscuridad: un enorme perro negro de ojos claros. Harry quiso coger la varita, pero ya era demasiado tarde. El perro había dado un gran salto y sus patas delanteras le golpearon el pecho.

Al pie del árbol estaba el perro, arrastrando a Ron y metiéndolo por un hueco que había en las raíces. Ron luchaba denodadamente, pero su cabeza y su torso se estaban perdiendo de vista.

—¡Ron! —gritó Harry y Sienna, intentando seguirlo, pero una gruesa rama del Sauce Boxeador les propinó un restallante y terrible golpe que los obligó a retroceder.

—Hermione..Sienna están bien?—preguntó Harry tratando de dar un respiro al igual que sus amigas

—Si pero hay que darnos prisa, vamos por Ron—dijo Sienna, aunque ella ya sabía que aquel perro era Black pero desconfiaba un poco en él.

Harry lanzó un palo para pulsar un nudo en la base del árbol, inmovilizando las ramas. Uno a uno, entraron por el túnel que conducía a la Casa de los Gritos. Sienna los siguió en silencio, su corazón latiendo con fuerza.

—Por aquí —indicó Harry, poniéndose en camino con la espalda arqueada

—¿Adónde irá este túnel? —le preguntó Hermione, sin aliento

—Te puedo asegurar que no es un lugar muy concurrido —dijo Sienna

—Chicos —susurró Hermione—. Creo que estamos en la Casa de los Gritos.

Harry y Sienna miraron a su alrededor. Posó la mirada en una silla de madera que estaba cerca de ellos. Le habían arrancado varios trozos y una pata, notando todo el polvo y descuido de la casa afirmaron que Hermione estaba en lo correcto.Al subir las escaleras notaron que una habitación tenia la puerta abierta, en el suelo se observan algunas pisadas de perro al acercarse al marco de la puerta miraron dentro de la habitación y se encontraba en el suelo Ron sosteniendo su pierna. Sienna, Harry y Hermione se acercaron rápidamente.

—¡Ron!, ¿te encuentras bien?—dijo Sienna

—¿Dónde está el perro?—pregunto Harry

—No hay perro —gimió Ron. El dolor le hacía apretar los dientes — Harry, esto es una trampa...

—¿Qué...?— dijeron Sienna, Hermione y Harry algo confundidos.

—Él es el perro. Es un animago... —Ron miraba por encima del hombro de Harry. Todos se dieron la vuelta. El hombre oculto en las sombras cerró la puerta tras ellos. Aquel sujeto era Sirius Black.

Sirius Black observó a los chicos, especialmente a Harry, pero le dio a Sienna una mirada de agradecimiento aunque ella no había intentado nada por  su amigo. Black y Harry entablaron una pelea; Harry sabía que él había sido el culpable de la muerte de sus padres. Harry estaba decidido a vengarse y Black no negó ser culpable, pero intrigó a todos cuando dijo: "Pero si supieras toda la historia."

Sienna estaba en shock. ¿Qué era lo que Black pretendía o tal vez él mismo buscaba su fin?

Secrets under the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora