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Sienna caminaba rápidamente por los pasillos de Hogwarts, intentando no llegar tarde a su clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Su mente estaba llena de pensamientos sobre la clase, las tareas pendientes y la reciente noticia de Sirius Black. Mientras doblaba una esquina, chocó de frente con alguien, y sus libros se esparcieron por el suelo.

—¡Oh, lo siento! —exclamó una voz familiar.

Sienna levantó la vista y se encontró con Harry Potter, quien ya estaba agachado recogiendo sus libros. Sus gafas estaban ligeramente torcidas, pero había una sonrisa amable en su rostro.

—No te preocupes, fue culpa mía —dijo Sienna, agachándose también para ayudar a recoger los libros.

—No, en serio, yo debería haber mirado por dónde caminaba —respondió Harry, entregándole uno de sus libros—. ¿Vas a la clase de Defensa?

—Sí, es mi próxima clase —dijo Sienna, aceptando el libro con una sonrisa—. ¿Y tú?

—Yo también, pero me estoy haciendo tarde —dijo Harry, mirando su reloj de pulsera—. Ron ya debe estar esperándome.

Sienna asintió, guardando el último libro en su mochila.

—Gracias por ayudarme, Harry.

—No hay problema —respondió Harry, levantándose y sonriendo de nuevo—. Nos vemos en clase.

Justo en ese momento, desde lados opuestos del pasillo, dos figuras observaban la escena. El profesor Snape, con su túnica negra ondeando, tenía una expresión de recelo mientras miraba a Harry y Sienna. Sus ojos oscuros se entrecerrando ligeramente, como si estuviera molesto. Por otro lado, el profesor Lupin, con su característico aspecto desaliñado pero amable, observaba la escena con una sonrisa cálida. Parecía complacido de ver a sus estudiantes llevándose bien o estaría teniendo un Déjà vu.

Harry, dándose cuenta de que el tiempo apremiaba, levantó una mano en señal de despedida y corrió hacia donde Ron lo esperaba.

—¡Nos vemos en clase! —dijo rápidamente antes de desaparecer por el pasillo, sienna se despido de él pero detrás de ella sonó otra voz familiar

—Señorita, le sugiero que prestes más atención. No es muy agradable para quienes se cruzan en tu camino, chocar contigo pero supongo que para Potter no fue ninguna molestia

Sienna queda sorprendida, especialmente por la forma en que Snape parece más molesto de lo habitual. Su expresión, a pesar de la severidad, lleva un dejo de celos que Sienna no puede ignorar.

—Lo siento, profesor Snape. Estaba distraída."No era mi intención causar molestias.

Snape la mira por un momento, sus ojos reflejan una mezcla de frustración y algo indefinible antes de dar media vuelta y marcharse sin una palabra más. Sienna observa cómo se aleja, con la sensación de que hay algo más en su comportamiento que solo una simple reprimenda. Sienna se quedó unos segundos más, sintiendo una extraña mezcla de nerviosismo y emoción por la breve interacción. Finalmente, se dio la vuelta y se dirigió a su clase, sin notar que Lupin se quedó unos segundos más observando también el acercamiento de profesor y alumna.

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Sienna se dirigió al despacho del profesor Snape. La última vez que había estado allí, su práctica del Patronus había sido un extraordinaria, pero ahora sentía una chispa de esperanza. Severus Snape había accedido a darle clases adicionales, y ella no iba a desaprovechar la oportunidad.

Al llegar al aula, encontró a Snape ya preparado, con una expresión imperturbable en su rostro. La sala estaba en silencio, salvo por el sonido ocasional de los objetos mágicos en las estanterías. Snape la saludó con un breve asentimiento.

—Puntual, como siempre. Empecemos.

Sienna se colocó frente a él y preparó su varita. Recordó las palabras del hechizo y se concentró. Cerró los ojos por un momento, invocando el recuerdo más feliz que pudo. Al abrirlos, el haz de luz plateado emergió de su varita, más brillante y definido que antes. Un brillante conejo apareció, danzando en el aire con elegancia.

—Parece que has dominado el hechizo del Patronus.

—Gracias, profesor. Fue mucho más fácil esta vez.— Snape asintió, su expresión se relajó un poco.

—Pasemos a la siguiente lección. Hoy practicaremos los hechizos para desarmar al oponente. Es una habilidad esencial en cualquier enfrentamiento.

Ambos se dirigieron a un área más despejada, donde había varios maniquíes encantados para el entrenamiento. Snape se colocó frente a uno de ellos y le hizo un gesto a Sienna para que lo acompañara.

—El hechizo que usaremos es 'Expelliarmus'. Quiero que te concentres en tu objetivo y lo practiques hasta perfeccionarlo.

Sienna asintió y se preparó. Snape le mostró una demostración, y el maniquí cayó al suelo con un leve temblor al ser desarmado. Luego, le indicó a Sienna que lo intentara. Sienna levantó su varita y lanzó el hechizo con determinación. A medida que la práctica avanzaba, se sintió más cómoda con el hechizo, y los maniquíes comenzaron a desarmarse con más facilidad.

—Bien hecho. Ahora pasemos a un duelo práctico.

Sienna se enfrentó a Snape en un duelo controlado. Ambos intercambiaron hechizos de desarme, y Sienna, aunque cansada, logró mantener el ritmo. Snape era un oponente formidable, y la práctica la desafiaba a mejorar constantemente. Finalmente, después de varios intercambios, ambos estaban visiblemente cansados, con un ligero sudor en sus frentes. Snape levantó la mano para señalar el final de la práctica.

—Eso es suficiente por hoy señorita

Sienna se dejó caer en una de las sillas cercanas, exhausta pero satisfecha. Snape se sentó frente a ella, tomando un momento para relajarse también.

—Ha mejorado bastante desde la última vez. Aunque todavía hay mucho por aprender.

—Gracias, profesor. Aprecio mucho estas lecciones.

Snape asintió, y por un momento, su expresión se suavizó. La conversación continuó de manera más amena.

—Profesor también quería pedirle una disculpa por la otra noche donde rompí un frasco y también agradecerle por ayudarme

—Es mi deber señorita y el de todos los profesores, proteger a nuestros alumnos. Como el profesor Lupin no es si señorita— mencionó snape en un tono algo interesado aunque sienna lo tomo por sorpresa

—Bueno.. si el profesor Lupin me ha ayudado también pero con usted me siento más segura—dijo sienna sonrojándose un poco

Sienna reflexionó sobre sus palabras mientras Snape la miraba con una ligera sonrisa. La tensión que solía estar entre ellos se había disipado, dando paso a una conversación más relajada y sincera.

—Comprendo, usted es una alumna destacada aunque menos insufrible que Granger

—Ella es una chica muy buena en la magia pero com dice Harry y Ron a veces es un poco intensa

—Potter es un niño malcriado que no aprecia la magia, solo juega a ser mago — Snape observó que Sienna se notó incómoda por el comentario asi que dejo de hablar por unos momentos—Creo que ya es tarde señorita debería ir a descansar

—Lo tendré en cuenta. Gracias, profesor.—Sienna se dirigió hacia la puerta y antes de girar la perilla voltio y se despido de Snape— Buena noche Profesor

Snape asiento con la cabeza y Sienna salió. Severus quedó un tiempo largo observando hacia la puerta, por que esa chica tenía que ser amiga de potter y por que ella se sentía segura con él, no es que fuera un protector de niños pero ella lo veía diferente y eso le daba miedo a Severus Snape.

Secrets under the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora