El estadio de Quidditch de Hogwarts estaba lleno de emoción y expectación mientras los estudiantes se reunían para presenciar el esperado partido entre Gryffindor y Slytherin. Las banderas ondeaban al viento, y los cánticos y vítores resonaban en el aire fresco de la tarde. Entre la multitud, Sienna se encontraba sentada junto a Ron y Hermione, ambos animando con entusiasmo a su amigo Harry, el buscador de Gryffindor.
—Vamos, Harry!—gritó Ron, su rostro enrojecido de emoción.
—Harry está volando maravillosamente hoy—Hermione comentó, sus ojos siguiendo a Harry mientras se movía ágilmente por el campo.
Sienna intentó concentrarse en el partido, pero una punzada de dolor comenzó a formarse en su cabeza. Se frotó las sienes, esperando que el malestar desapareciera, pero el dolor solo se intensificó.
—Voy a volver al castillo— dijo Sienna, levantándose lentamente. —Me duele la cabeza.
Ron la miró con preocupación. —¿Quieres que te acompañemos?
Ella negó con la cabeza. —No, estaré bien. Solo necesito un poco de aire y descanso
—Cuídate, Sienna. Si necesitas algo, solo háznoslo saber.
Sienna asintió y comenzó a alejarse de las gradas, agradecida por la preocupación de sus amigos. Mientras caminaba por debajo de las gradas, buscando un camino de regreso al castillo, un movimiento en la sombra captó su atención. Era el mismo cachorro negro con la correa azul que había visto antes.
—¿Qué haces aquí?—murmuró, acercándose lentamente al perro. El cachorro la miró con ojos brillantes y dio unos pasos hacia adelante, como invitándola a seguirlo.
Sienna estaba a punto de hacerlo cuando una voz fría y severa la detuvo en seco. —¿Qué crees que estás haciendo aquí, señorita?—Sienna se volvió rápidamente para encontrarse cara a cara con el profesor Snape, su mirada penetrante y sospechosa.
—Yo... yo solo estaba regresando al castillo, profesor— respondió, tratando de mantener la calma.
—¿Y por qué no estás en el partido, apoyando a tu casa?
—Tengo dolor de cabeza— dijo Sienna, señalando su frente.—Pensé que un poco de aire fresco y descanso me ayudarían.
Antes de que Snape pudiera interrogarla más, una figura alta y delgada apareció a su lado. Era el profesor Lupin, con una expresión de preocupación en su rostro. —¿Hay algún problema aquí, Severus?— preguntó con suavidad.
—Simplemente asegurándome que la señorita no esté metiéndose en problemas.
Lupin sonrió ligeramente, su tono calmado y apaciguador. —Estoy seguro de que Sienna solo está buscando un poco de aire fresco. ¿No es así?
—Sí, profesor Lupin. Solo necesito descansar un poco—Sienna asintió rápidamente
Snape miró a Lupin y luego a Sienna, claramente molesto por la interrupción, pero finalmente dio un paso atrás—Muy bien—dijo antes de girar y alejarse, su capa negra ondeando detrás de él.
Lupin observó a Snape irse antes de volverse hacia Sienna con una sonrisa amable —Ven, Sienna. Te acompañaré de regreso al castillo.
Sienna asintió agradecida y comenzó a caminar junto a Lupin, el dolor de cabeza de sienna disminuyó gracias a la plática interesante del profesor lupin sobre una historia de su estancia en Hogwarts.Al llegar a a puerta del castillo Sienna comentó que se sentía mejor y prefería descansar un poco por lo que Lupin decidió dejarla descansar.
POV Severus Snape
La noche en Hogwarts estaba tranquila, apenas perturbada por el murmullo lejano de los estudiantes que aún deambulaban por los pasillos. En el despacho del director se encontraba Albus Dumbledore contemplaba el cielo estrellado. El crepitar del fuego en la chimenea proporcionaba un calor reconfortante, contrastando con el aire fresco que se filtraba por las ventanas abiertas.
Un suave golpeteo en la puerta interrumpió la serenidad del momento. Dumbledore giró lentamente y, con una sonrisa leve, dijo —Adelante, Severus.
La puerta se abrió con un leve chirrido, y Severus Snape entró, su capa negra ondeando detrás de él. Se acercó al escritorio de Dumbledore con su habitual aire de severidad, pero había una tensión en sus ojos que no pasó desapercibida para el director.
—Buenas noches, Albus— dijo Snape con su voz suave y áspera.
—Buenas noches, Severus—respondió Dumbledore, indicando con un gesto que se sentara—¿Qué te trae aquí a estas horas?
Snape se sentó en una silla frente al escritorio de Dumbledore, sus manos entrelazadas en su regazo—Es sobre Sirius Black—comenzó, su voz cargada de resentimiento. —Sigue siendo una amenaza para la seguridad de Hogwarts. Cada vez que aparece, provoca caos y desconfianza entre los estudiantes.
Dumbledore asintió lentamente—Lo sé, Severus. Pero debemos recordar que no todos los rumores sobre Black son ciertos. Su aparente habilidad para eludir a los dementores y las barreras mágicas de Hogwarts es preocupante, pero no podemos dejarnos llevar por el miedo y la sospecha.
—Albus, Black es un peligro. No puedo entender por qué sigues dándole el beneficio de la duda. El Ministerio de Magia lo considera un criminal, y no sin razón.
—Es cierto que Black tiene un pasado oscuro—admitió Dumbledore, su tono calmado—Pero también sabemos que la verdad a menudo está oculta detrás de capas de engaño y malentendidos. Sirius Black fue una vez uno de los amigos más cercanos de James Potter, y no debemos olvidar eso.—Snape apretó los labios, sus ojos destellando con una mezcla de ira y dolor.
— Potter siempre fue un idiota al igual que Black—murmuró, su voz apenas un susurro.
Dumbledore observó a Snape con ojos llenos de compasión—Severus, entiendo tus sentimientos hacia James y Sirius. Pero debemos mirar más allá de nuestras propias heridas personales. Nuestro objetivo es proteger a los estudiantes y asegurar el bienestar de Hogwarts, entre ellos Harry.
Hubo un silencio tenso mientras Snape luchaba por controlar sus emociones. Finalmente, Dumbledore cambió de tema, notando el malestar de su colega.
—Severus, hablando de los estudiantes, he oído que has estado dando clases extra de Defensa Contra las Artes Oscuras a la Señorita Sienna. —La mención de Sienna provocó una reacción visible en Snape. Sus hombros se tensaron y sus ojos se estrecharon ligeramente.
—Sí—dijo con cautela—la señorita Sienna ha demostrado ser... una estudiante capaz.
Dumbledore alzó una ceja, notando la reticencia en la voz de Snape —He oído que ha mostrado un interés particular en sus habilidades y progresos. ¿Hay algo más que deba saber sobre ella?
—Acaso me espías Albus? Las clases eran un asunto privado entre ella y yo pero he de suponer que si es secreto tu tambien lo sabes.
—Estas en lo correcto Severus pero no te intimides no le diré a nadie, solo es algo académico—mencionó Albus mientras observaba a Severus y a su vez asentía con la cabeza
—Bien me retiro Albus, Buenas noches— dijo snape mientras se dirigía a la puerta
Severus camino por los pasillos del castillo, pensaba en como poder atrapar a Black y el gran rencor que tenía hacia él desde hace años pero por su mente también cruzaba la clara imagen de Sienna, ella solo era su alumna una chica a la que apenas y conocía, una chica capaz de hacer magia y muy perseverante, desde que tuvo su primera clase con ella, le sorprendió que fuera una alumna destacada pero no por leer y aprenderse libros si no porque ella entendía el verdadero significado del "arte de las pociones" y esperaba que siempre fuera así.

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Secrets under the moon
FanfictionSienna, una joven bruja con un legado complicado, lucha por encontrar su lugar en un mundo donde su apellido pesa más de lo que quisiera. Su vida se complica aún más cuando empieza a desarrollar sentimientos hacia su profesor de pociones. A lo larg...