Realidad Alterada (Levi x Lectora)

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Después de soltar a Armin, Hanye me dio un vaso de agua para que se me pasara el susto que me había hecho pasar el pastor.

—¿Les dirá el nombre de la chica o también lo tengo que hacer yo? —madre mía, faltaba que el tipo se siguiera poniendo sus moños—. El pastor Nico suspiró y empezó a hablar.

—No queríamos que se enteraran del fraude del rey, porque Historia Reiss es una bastarda que no debió haber nacido. El linaje del rey debía acabar en Lord Reiss. La tuvimos escondida todo este tiempo porque estaban dispuestos a matarla, pero la dejamos vivir mientras ocultara su verdadera identidad... Ella entró en el ejército hace un año con otro nombre... Krista Lenz...

—Son unos malditos... ¿Cómo pueden hablar así de una persona? —estaba indignada por la forma en que el pastor se había expresado sobre ella. ¿Cómo era posible que hablara así de la futura reina? Qué mala suerte haber nacido en el lugar y momento incorrectos.

—Ella no debió haber nacido... es un error —lo interrumpí.

—Ajá... pero no es un error de ella... ella no es culpable de absolutamente nada. Odio que la gente hable así de personas inocentes —me hacía recordar cuando mi abuela falleció. Todos me culpaban por no haberme dado cuenta a tiempo; ella murió en su cama de un infarto y yo no me di cuenta hasta un día después. Mi “familia” empezó a culparme y hablar pestes de mí. Claro que la situación en este caso era diferente, pero aun así no dejaba de molestarme que culparan a Historia por algo que ella ni siquiera sabía. Se me escaparon unas cuantas lágrimas por recordarlo; agaché la cabeza para que no me vieran. Armin tomó mi mano y le sonreí agradecida.

—Tenemos que ir por ella —dijo Eren, levantándose de su silla.

—Iremos... pero primero tenemos que buscar el agujero, no podemos dejar a los ciudadanos por su cuenta —dijo Hanye con una mano en la barbilla, asimilando todo lo que acabábamos de revelar.

Acto seguido, estábamos subiendo a una carreta directo al muro para buscar el agujero. Me senté al lado de Levi y Hanye, teniendo enfrente a Mikasa, Armin y Eren. El pastor Nico estaba al otro lado de Hanye. Todos íbamos en silencio mientras nos movíamos en dirección a la muralla. No podía dejar de pensar en cómo se sentiría Historia por cómo habían pensado de ella todo el tiempo, cómo la habían tratado hasta ahora. Si bien era cierto que no estuvo sola en ningún momento, ya que tenía a su hermana —o media hermana— Frieda, que estuvo siempre con ella, aun así no me imagino cuántas veces no se sintió sola. Sacudí mi cabeza intentando dejar el tema en paz. Entonces giré la cabeza para ver a Levi y él ya me estaba mirando. ¿Cuánto tiempo llevaba así?

—Ya llevamos un rato moviéndonos y no he visto ningún agujero —Hanye se adelantó a hablar. Estaba a punto de molestar a Levi, pero me distrajo.

—Tampoco nos hemos cruzado con ningún titán —dijo Mikasa.

—¿Dónde dicen haber visto a los titanes? —preguntó Armin.

—Al sur de Sina —dijo Hanye. Armin se puso una mano en la barbilla, estaba pensando. Era muy chistoso cuando se ponían a pensar con la mano en la barbilla.

Nuestra conversación fue interrumpida por otro grupo que también estaba inspeccionando la muralla.

—¿Encontraron algo? —preguntó un soldado.

—No... ¿Y ustedes? —respondió Hanye. Todos estaban sorprendidos. Yo solo podía suspirar; tenía ganas de soltarlo todo de una buena vez, pero no sabía cuáles serían las consecuencias.

—Debemos volver para ir por la señorita Krista —nos empezamos a mover de regreso al castillo para informar a Erwin. Entonces abrí los ojos: había olvidado que Hanye aún tenía que decir lo de Rainer y Bertholdt, pero no quería quitarle el crédito, así que mejor le recordé.