33: El rey del clítoris es un irresponsable

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POV FERIT

Estaba en proceso de darle la vuelta al colchón de mi cama cuando Abi entró en mi habitación, silbando para sí mismo.

—He localizado tu teléfono, Ferit—anunció con orgullo.

—Menos mal. —Me doblé hacia delante con alivio y dejé caer el colchón sobre el somier—.¿Dónde estaba?

—En el coche de Kaya. 

Levanté las cejas.

—¿Kaya el hurler? 

Abi asintió.

—Eso parece.

—Serás tonto... —me quejé—. Esto es culpa tuya.

—Lo sé —canturreó alegremente—. Pero está de camino.

—¿Sí? —Suspiré aliviado—. Juego limpio.

Recogí el edredón del suelo y lo tiré sobre la cama para luego volver a poner a Sookie encima con cuidado.

—Buena chica —la conforté, sintiéndome terrible por haberla molestado primero.

—Eso es muy antihigiénico, Ferit —sentenció Abi con el ceño fruncido—. Dejarla dormir en tu cama. —Se estremeció—. Asqueroso de la mierda, amigo.

—Tú no me hables de higiene —gruñí, dándome la vuelta para mirarlo—. Ella es más limpia que tú. —Lo miré con asco antes de añadir—: Al menos Sook no se vomita encima mientras duerme y se revuelca luego en el sofá de mi madre.

—Prometiste que no volverías a sacar el tema —balbuceó, con cara de ofendido—. Mentiroso.

—Abi —le advertí, esforzándome por contenerme—. Estoy cansado. He estado despierto toda la noche cuidándote porque estabas borracho. Me he pasado la mitad del tiempo poniéndote de lado para que no te ahogaras y dándote palmaditas como a un maldito bebé, y la otra mitad limpiando tus vómitos. Destrozaste la sala de estar. Embozaste el baño de abajo con tu potada. Casi me asfixias con tus pedos descomunales cuando te traje aquí. Dame unas horas para superarlo primero antes de pedirme que no lo mencione.

—Bueno, al menos he limpiado todos los tropezones —apuntó Abi tímidamente—. Y la sala de estar, el recibidor y el baño están como nuevos.

—Bien —ladré—. Más te vale, porque es tu potada, joder.

—¡Me hiciste dormir en el suelo, Ferit! —resopló—. Hay que ser malo.

—Porque no se puede confiar en ti con cosas bonitas.

—¿Ni siquiera una cama?

—No, Abidin, ni siquiera una cama.

—Bueno, pues soy tu mejor amigo y me pusiste en el suelo —recalcó con un resoplido—. El perro duerme a los pies de tu cama y yo en el suelo, joder.

Arqueé una ceja.

—¿Estás diciendo que quieres dormir a los pies de mi cama?

Abi se me quedó mirando durante varios segundos antes de echarse a reír.

—Sí, vale, no tengo idea de adónde he querido llegar con eso.

—Yo tampoco, Abi —murmuré sacudiendo la cabeza—. Yo tampoco.

—Por cierto —comentó Abi con una sonrisa traviesa—. Le dije a tu colega Kaya que le freiría algo por las molestias.

—Vale. Pero no ensucies. Mi madre volverá por la mañana —respondí, demasiado cansado para contemplar la terrible idea de tener a Kaya Sanli en mi casa cuando desconfiaba claramente de mis intenciones con su hermana.

binding 13Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin