34: Avasallada por perros y sentimientos

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POV SEYRAN

Conmocionada, permanecí en el asiento trasero del coche de Suna mirando la casa Korhan, sopesando mis opciones.

¿Debía entrar?

¿Debía esperar fuera?

¿Debía hacerme un ovillo y fingir que no estaba allí?

¿Estaba su madre dentro?

¿Estaba su padre allí?

Me moría de vergüenza por lo que pasó el viernes, y aunque había estado bien ir juntos al pub y al cine, había pasado las últimas dos noches despierta, asfixiándome por la humillación de haber vomitado frente a Ferit.

Ese chico me desconcertaba, y estar en su espacio personal era algo que no sabía cómo manejar.

No estaba segura de poder gestionar mis sentimientos por él.

Mi razonamiento se vio interrumpido cuando dos pares de enormes patas de pelaje rubio golpearon contra la ventana.

Sorprendida, volví la mirada para encontrar a dos perras idénticas con collares de color rosa chillón que me observaban, gimiendo con fuerza, con la boca abierta y la lengua colgando hacia un lado.

Sin pensarlo dos veces, deslicé el asiento de Kaya hacia delante y salí del coche.

En cuanto puse un pie en la grava, fui atacada a lametones y aullidos mientras ambas perras intentaban escalarme.

—¡Hola, chicas!

Me agaché y las acaricié a ambas.

Mi afecto solo pareció agitarlas, porque una de las perras saltó hacia mí y me golpeó con las patas con fuerza en el pecho.

—Wow.

Perdí el equilibrio y me caí de culo con un fuerte «uuuf».

Nada más tocar tierra, ambas se abalanzaron sobre mí para babearme toda la cara y el cuello. 

Riendo, traté de apartarlas, pero fue inútil, pues eran insistentes con su cariño.

En lo que no me había fijado desde el coche fue en que se habían revolcado claramente en estiércol de vaca hacía poco, porque no solo tenían el pelaje enmarañado y lleno de barro, sino que apestaban y mucho.

Después de luchar en vano por ponerme de pie, terminé boca arriba sobre la grava, que estaba empapada por la lluvia, mientras me olfateaban, me tocaban con las patas y básicamente lamían cada centímetro de piel expuesta.

—Son una pareja muy simpática —les dije con una risilla, renunciando a cualquier intento de escapar. Sentía la humedad filtrándose en mi ropa, pero no hice ningún intento de levantarme.

Tampoco hubiese podido aunque quisiera.

—Hola —me reí, sonriendo a la que había decidido que mi barriga era el lugar perfecto para su trasero.

Tenía las patas presionadas firmemente sobre mis hombros mientras me lamía la cara.

—Eres una chica encantadora, ¿a que sí? —la arrullé, mientras me apartaba para esquivar su lengua de mi boca.

Fue bastante inútil, considerando que tenía a la otra perra de pie junto a mi cabeza, tratando como loca de llamar la atención.

—Cuidado —le advertí a la que estaba junto a mi cabeza—. Tengo la cara delicada.

—¡Bonnie! ¡Cupcake! Abajo —ordenó una voz familiar desde cerca, pero ninguna de las perras hizo caso.

Más bien parecieron redoblar sus esfuerzos por besuquearme hasta el coma canino. Un instante después, un par de manos me agarraron por debajo de las axilas.

binding 13Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin