POV FERIT
—Tengo una pregunta, Kaya el hurler —dije con retintín cuando volví a la cocina, después de haber dejado a su hermana desnuda en mi ducha.
—Adelante, Señor Rugby —replicó Kaya, impasible.
Dirigí la mirada hacia Abi e hice un gesto hacia la puerta.
—Necesito un minuto, Abi.
Mi mejor amigo debió de ver la rabia en mis ojos porque, por una vez en su vida, no hizo ningún comentario gracioso ni una broma.
Se puso de pie y salió de la cocina, cerrando la puerta detrás de él.
—Bueno —dije cuando estuvimos solos, mirando fijamente a Kaya—. ¿Quién mierda le está poniendo las manos encima a tu hermana?
Kaya levantó mucho las cejas.
—Sí, ya me has oído —gruñí—. La encontré a cuatro patas en el instituto el viernes, vomitando hasta la primera papilla. —Me pasé una mano por el pelo, rabioso y más que agitado—. Algo le está pasando y quiero saber qué es.
—¿Por qué?
—Porque quiero arreglarlo.
—¿Por qué?
—Porque nadie debería ponerle una mano encima —ladré.
—¿Qué te ha contado? —preguntó Kaya con calma.
—Que se cayó sobre los Legos —contesté entre dientes.
«Caerse sobre los Legos mis huevos».
«Más bien se cayó sobre un puño».
Kaya me estudió profundamente con esos ojos miel durante un buen rato antes de asentir.
—Si Seyran dice que eso fue lo que pasó, entonces eso fue lo que pasó.
—¡N-no! No me vengas con esa mierda —siseé, frustrado—. Esta no es la primera vez que la veo con marcas. —Recordaba claramente haberle visto una marca roja en la cara hacía un par de semanas, y otra en la nuca el viernes—. ¿Qué le está pasando?
Kaya se recostó en su taburete, mirándome con una expresión de superioridad que me reventó.
Él sabía algo que yo no, y me estaba volviendo loco.
Ya no estaba seguro de que Kaya el hurler me cayera tan bien.
—¿Quién le está pegando a tu hermana? —repetí.
Kaya tenía que contarme algo antes de que sacara conclusiones precipitadas y le diera una paliza.
—¿Son esos idiotas de tu instituto?
«¿La habían agarrado por lo que hice en el bar el viernes?».
—¿Fueron ellos? —exigí saber—. ¿Esas chicas?
Kaya permaneció en silencio.
—¿Se está haciendo daño a sí misma? —pregunté.
Él continuó mirándome.
—¿Se lo estás haciendo tú?
Kaya arqueó una ceja.
—Chico, será mejor que empieces a hablar porque, hermano o no, te voy a dar de la puta madre.
—Tendrás que hablar con Seyran —dijo finalmente—. No puedo darte las respuestas que quieres.
—Sí que puedes —espeté—. Solo tienes que abrir la boca y hablar.
ŞİMDİ OKUDUĞUN
binding 13
Teen FictionSu primer y último amor verdadero siempre ha sido el rugby. O eso pensaba Ferit Korhan Hasta ahora. Él quiere salvarla. Ella quiere esconderse. Ella está dañada. Él está decidido. El destino los unió. El amor los ata.