45: Consecuencias

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POV SEYRAN

Al igual que la última vez que me duché en el espectacular baño de Ferit, tardé una barbaridad.

No pude evitarlo.

La culpa era de los chorros. 

Y de su gel de baño.

Y de su olor.

Uf, me estaba volviendo loca.

Cuando finalmente salí de la ducha, me envolví en una de las toallas blancas, grandes y esponjosas que colgaban del perchero y suspiré en cuanto la lujosa tela me rozó la piel.

Ferit nunca entendería la suerte que tenía de haber crecido en un hogar como ese, con padres como los suyos y toallas tan suaves.

Me quedé plantada en medio del baño mucho tiempo, sin escuchar absolutamente nada. 

Ni gritos.

Ni pisadas fuertes.

Ni el traqueteo de los picaportes.

Ni la sensación de muerte inminente. 

Solo paz.

Cuando el frío finalmente se apoderó de mí, me sequé y me volví a poner el sujetador.

Usar sujetador era una pérdida de tiempo considerando que no había mucho que ocultar y lo que tenía era respingón, por lo que se mantenía arriba por sí solo.

Desde luego, no se parecían a los pechos que las modelos en la pared de su dormitorio mostraban con orgullo...

No obstante, diez segundos después de ponerme el sujetador, me lo estaba quitando rápidamente con un escalofrío.

Estaba empapado, así como el resto de mi ropa interior.

Pasé una cantidad excesiva de tiempo doblando mis bragas en la bola más pequeña que pude hacer antes de envolverlas con el sujetador.

Avergonzada por no tener mi mochila para meterlo todo dentro, me quedé como una tonta en medio del baño, presa del pánico.

La lógica me decía que estaba siendo absurda, pero la idea de que Ferit viera mi ropa interior me hizo sentir un poco mareada.

Abatida, decidí meterlo todo entre el gurruño que había hecho con las medias del uniforme antes de envolverme en una toalla y regresar a su habitación.

Esta vez, cuando salí del baño, estaba preparada para encontrar a Sookie dormitando en la cama.

No estaba preparada, sin embargo, para ver el culo desnudo de Ferit.

Estaba de pie frente a la cómoda, de espaldas a mí, con una toalla en el suelo a sus pies, y se estaba subiendo los calzoncillos por los muslos.

Dios, tenía músculos hasta en el culo.

¿Cómo era eso posible?

Y entonces miró por encima de su hombro y me pilló.

—¿Te gusta lo que ves? —bromeó, arqueando una ceja.

—¡Ay, DIos! —chillé y luego aparté la mirada de su firme y redondo culo—. Lo siento mucho. —Dándome la vuelta, me mordí el labio y me obligué a contener un gemido—. No esperaba que hubiera nadie.

—No pasa nada, Seyran —se rio—. No te preocupes. 

Quería morirme.

«Por favor, que se abra la Tierra y me trague».

—Yo, eh... —Sacudiendo la cabeza, me sujeté la toalla con fuerza—. Es... eh...

—Me he dado una ducha en el baño de mis padres —explicó Ferit—. Solo venía a buscar algo de ropa.

binding 13Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin