Chapter 2.

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El sol entraba por la ventana de la habitación de Gwendoline

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El sol entraba por la ventana de la habitación de Gwendoline. Miró el reloj de su mesita de noche y vio que marcaba las once de la mañana, agradeció internamente que fuese sábado. Cerró los ojos para volver a dormir hasta que escuchó el teléfono de casa sonar. Lentamente se levantó y fue hasta el pasillo para cogerlo.

— ¿Cómo está mi rubia favorita? — La voz de su hermano se escuchó al otro lado de la línea.

— Hola Oli. Estaba dormida. — respondió apoyándose en la pared con el teléfono y deslizándose hasta el suelo.

— Me gustaría que nos viésemos pronto, tampoco vivimos tan lejos ¿sabes? — Hizo una pausa. — ¿cómo va todo por Gotham?

Por un momento pensó en contarle lo que le pasó la noche anterior, pero de esa manera sabía que Oliver Queen vendría hasta Gotham para llevarla de nuevo a casa y encerrarla si era necesario, así que decidió omitirlo.

— Perfecto, hoy tenía el día libre. ¿Y por allí? ¿Tienes mucho trabajo como Arrow?

— Ya sabes, lo de siempre, me gusta.

— Lo sé. — Mientras ambos hermanos hablaban, Gwen escuchó como aporreaban la puerta, cada vez más alto. — ¡voy! Oye Oliver tengo que colgar.

— Llámame pronto, siempre estás ocupada para tu hermano mayor.

— Sí, prometo ir a visitarte pronto.

La rubia de ojos azules colgó y fue corriendo descalza a la puerta, abrió con cautela pero sonrió al ver que se trataba de su amigo Jon, quien venía con su teléfono perdido en la mano. El teléfono tenía la pantalla rota y estaba algo sucio, pero todavía funcionaba.

— ¡Lo has encontrado! — Exclamó aliviada, pero el semblante serio de Jon la hizo comprender la charla que se le veía encima.

— Te dije que te podía acompañar Gwendoline, sabes lo peligroso que es lo que te pasó y aún así mira como estás. — Sabía que estaba enfadado realmente, ya que nunca la llamaba por su nombre completo.

— Yo no quise que eso pasara, no lo busqué.

— Te podía haber protegido.

— No necesito más protección, dios mío.

— ¿De qué hablas? — Preguntó extrañado.

— Te dije que me mudé para cambiar de aires, pero no fue la verdadera razón. — Suspiró. — Mira prefería guardar el secreto familiar, pero confío lo suficiente en ti.

— Me estás asustando Gwen, ¿tu familia es narco o algo así? — Ella negó.

— Mi hermano es Oliver Queen. — El chico de ojos azules alzó las cejas sorprendido. Él ya sabía que era Arrow, pero no tenía idea de que fuesen hermanos. — Él es Arrow, desde hace mucho tengo su protección. Dejé de tener incluso privacidad y vida, por eso me fui. No quiero ni puedo vivir con miedo Jon.

— Es increíble que no lo supiera. — Aunque no podía hacerse el ofendido, él también le guardaba un gran secreto. — Pero eso no quita el peligro al que te expusiste ayer, si no llega a estar Robin cerca... — Entonces Gwen recordó como la había salvado anoche. Y también como había huido sin darle las gracias al héroe.

— Lo sé, tendré más cuidado y no volveré tarde. Lo prometo. — Levantó el meñique. — Ahora bien, ¿cómo encontraste mi teléfono? Me sorprende que en toda la noche nadie lo robaste.

La realidad era que Robin lo había cogido, y él mismo se lo había dado a quien también era su mejor amigo, Jon Kent. Pero eso no es lo que le diría a la rubia.

— Me sorprende también, pero estaba detrás de una papelera, tuviste suerte de que lo encontrase yo. — Sonrió convincente.

— Gracias Jon. — Lo abrazó. — Realmente no sé qué haría sin ti aquí.

— No es nada rubia.

— ¿Quieres comer aquí? Iba a preparar pasta. — Habló mientras ponía algo en la tele. Las noticias anunciaban un robo armado en el banco de Smallville. — Tu ciudad. — Señaló y Jon puso atención.

— No puedo, tengo que irme Gwen.

— No es como si fueras Superman. — Sonrió.

— Mi padre no querrá que esté fuera, mejor quedamos otro día Gwen, y yo si fuera tú no saldría de casa. Tengo entendido que han escapado delincuentes de Arkham.

— ¿Y tú cómo sabes de eso? No han anunciado nada.

— Solo hazme caso, ten precaución. — Dijo mientras caminaba hacia atrás yéndose y despidiéndose con la mano.

Gwen cerró la puerta, extrañada por la actitud de su mejor amigo. Se comportaba como si fuese un héroe. Al final se hizo la pasta mientras estudiaba para unos exámenes de la universidad, la cual últimamente estaba dejando algo descuidada por su trabajo en la cafetería. Aunque Oliver podía darle dinero, no quería depender toda su vida de él. Puso en sus auriculares música de The Weeknd, la ayudaba a concentrarse. Estuvo estudiando cosa de dos horas, hasta que recibió un mensaje de una amiga de la uni. Tamara, le decía si le apetecía salir a Moon Club a pasar la noche. Y se le vino a la cabeza la imagen de su amigo pidiéndole que se quedase en casa, pero no era una opción. Hacía mucho que no salía de fiesta. Así que aceptó y mandó un sticker de un perro gracioso bailando.

Dejó cargando su teléfono y fue a vestirse para la ocasión. Eligiendo un vestido precioso y un maquillaje que resaltaba sus facciones. El reloj marcó las doce cuando cogió su teléfono y su bolso y salió de su casa, despidiéndose primero de su mascota Jules.

Exile - Damian Wayne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora