Chapter 27

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UN CHILLIDO DE GWEN alertó a los varones que se encontraban en la mansión

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UN CHILLIDO DE GWEN alertó a los varones que se encontraban en la mansión. La joven estaba cambiando las sábanas de la camilla de Selina Kyle cuando esta le agarró la mano. Gwen, asustada por el momento, gritó y todos los presentes corrieron para ver que estaba sucediendo.
Selina se encontraba desorientada, miró a su al rededor para ver donde se encontraba, y para ver si conocía a alguien de los presentes. Jason llamó a Bruce y Damián a Luna, ella llegó en cuestión de veinte minutos. El reencuentro madre e hija hizo llorar a Gwen, que aunque realmente detestaba a Luna, sentía pena por el dolor que había pasado estos meses.

—  Necesitas descanso Selina, llevas unos cinco meses en coma. — Dijo la médico de la familia. — Tranquila, soy médico, me llamo Gwen.

— Gwen, creo que no te conozco. — Dijo la gata.

— Llevo unos meses con los Wayne, soy...

— Es mi novia. — Dijo Damián adelantándose, Gwen sintió mariposas en el estómago.

— Damián Wayne con novia. — Selina sonrió, pues lo había visto crecer.

Bruce bajó a la batcueva por primera vez, ya que había tardado más por estar en otra ciudad. Se apresuró a la camilla y sonrió al ver a Selina despierta. Ambos pidieron unos minutos a solas, así que los más jóvenes subieron a al salón como si fueran todavía niños.

— Es un milagro. — Dijo Gwen cuando ya estaban arriba.

— Lo es, ahora solo tiene que fortalecerse poco a poco. — Comentó Jason.

— Jason, tenemos que hablar con Bruce sobre lo de Star City. — Gwen arqueó una ceja al escuchar su ciudad natal.

— ¿Qué? — La rubia fue ignorada y los jóvenes salieron del salón. Las chicas quedaron solas.

— Oye Gwen, siento como he sido contigo, sé lo que has hecho por mi madre, y no me he portado bien contigo ni con Damián.

Aquello tomó por sorpresa a Gwen, aunque sintió que la de pelo negro hablaba con el corazón. Decidió perdonar todo lo que la hija de Selina le había hecho, y comenzar de cero.

— No importa Luna, estabas mal por lo de tú madre, y no sé que viviríais Damián y tú.

— Eso no es importante, él ya no sentía nada por mí y fui una irrespetuosa. Sé que es egoísta pedírtelo, pero me gustaría que empezásemos de nuevo.

— Por mí estaría bien, seguro que nos vemos más seguido ahora, y no me gusta esa rivalidad tonta.

— Muchas gracias Gwen, quizá es pronto pero creo que podríamos llegar a tener una bonita amistad. — Gwen sonrió.

— Tiempo al tiempo. — Luna rió y ambas chicas volvieron a bajar a la cueva.

Damián y Jason se quedaron atónitos cuando vieron la imagen de las dos chicas bajando las escaleras mientras hablaban tranquilamente sin discutir. El chico Wayne pensó que era una broma, pero era así.

— Selina, si no te importa me gustaría hacerte unas pruebas para comprobar que todo está bien. — Dijo la rubia con una sonrisa.

— Claro, lo que sea. — respondió ella.

— Y luego, si quieres, me gustaría saber qué pasó y quiénes son todos los responsables de ello. — Dijo Bruce con seriedad, Selina se quedó callada y asintió.

Cuando todos se fueron, solo quedaron en la sala Luna, Selina y Gwen. La última le estaba sacando una muestra de sangre a su paciente, mientras Luna le contaba lo que había ocurrido el tiempo que ella no había estado.

— Gwen fue quien te salvó, mamá. — Selina observó a Gwen, sorprendida.

— ¿Qué pasó? — Preguntó ella con curiosidad.

— Me dejé secuestrar para saber dónde te habían podido llevar. — Se sinceró. — Conocí a Lewis, él abusó de mí.

— Hijo de puta cabrón. — Maldijo. — Lo mataré.

— No será necesario. — Selina arqueó una ceja. — Damián ya lo hizo.

— Lo tiene merecido. No recuerdo todo lo que pasé con claridad, pero sé que también me violaron y me drogaron para que fuera dócil.

— Ahora estás a salvo mamá. — Luna habló limpiándose una lágrima.

— Analizaré esto, ahora deberías descansar. Puedo preparar otra cama para ti Luna, o arriba hay habitaciones libres. — Dijo Gwen mientras guardaba el tubo de sangre en una caja.

— Gracias Gwen, mejor dormiré arriba y así puede descansar mejor. — Respondió la chica mientras se sentaba al lado de la camilla.

— En ese caso, la habitación del final del pasillo está libre, Alfred te pondrá las sábanas. — Hizo una pausa. — Si pasa cualquier cosa, estaré arriba.

Gwen subió las escaleras mientras escuchaba como Luna le contaba con ilusión a su madre todo lo que había vivido estos últimos meses sin ella.
Arriba, Jason estaba en el sofá durmiendo con la boca abierta, y una cerveza en la mano, la chica rió ante la imagen que estaba viendo. Continuó su camino buscando a Damián, quien estaba en su habitación con su ordenador portátil viendo algo de Industrias Wayne. Cuando vio a Gwen, cerró el portátil y se levantó para hablar con ella.

— ¿Qué haces? — Preguntó ella sentándose en su cama. Amaba estar en su habitación, le encantaba ver toda su decoración, tan personal, y sentir su olor impregnada en las sábanas.

— Estaba hablando con un socio, pero no es importante. — Dijo restándole importancia .— ¿Cómo estás?

— Oh, estoy bien. He hablado con Luna, se ha disculpado por todo y me ha pedido que empecemos de cero.

— ¿Y qué le has dicho? — Dijo jugando con un mechón de su pelo dorado.

— Que sí, creo que se merece al menos una oportunidad. — Suspiró. — Tú la conoces, ¿he hecho bien?

— Luna es buena, no sé porque actuó así contigo. — Respondió él. — Creo que os podríais llevar bien.

— Oye, ¿qué estabas diciendo de Star City?

— No es importante Gwen, son cosas de una misión. — No quiso responder, lo que molesto a Gwen.

— Oye, también soy parte del equipo y creo que debo saberlo.

— Un hombre está cometiendo crímenes, y ahora amenaza con llenar la ciudad de bombas si Arrow no se entrega. — Acabó confesando. — Oliver pidió ayuda a mi padre pero me pidió que no lo contásemos a nadie.

— Ósea, no contármelo a mí. — Se cruzó de brazos. — Espero que no pretendáis que me quede de brazos cruzados viendo como alguien destroza el sitio donde crecí.

— Te ibas a enterar tarde o temprano, y sé que es imposible hacerte cambiar de opinión, habibi. — Se explicó. — Partiremos mañana y nos quedaremos en tu casa.

— ¿Y Selina? — Preguntó la médico.

— Luna no viene con nosotros, se quedará con ella, y Alfred tiene conocimiento para cuidarla mientras no estemos.

— Bien, tengo que llamar al hospital para decir que estoy enferma.

— Mañana a las ocho saldremos de Gotham, haz las maletas.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Exile - Damian Wayne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora