Chapter 23

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TODO ERA UN CAOS en la mente del joven Damián Wayne

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TODO ERA UN CAOS en la mente del joven Damián Wayne. Él sabía que estaba enamorado de la rubia, pero no entendía porque se comportaba como un estúpido con ella. No soportaba la idea de que alguien le hiciese daño, o de verla de la mano con otro que no fuese él, y aún así la había estado tratando como si fuese basura. Se ganó un par de golpes por parte de Jason gracias a su actitud, pero él sabía que se lo merecía así que no se vengó.
Por otro lado estaba Luna, quien no había parado de meterle ficha desde que había llegado a la mansión. Ellos estuvieron juntos hacía muchos años pero lo dejaron porque no funcionaban y Damián no estaba realmente enamorado de ella. Desde su regreso, ella había hecho todo lo posible por separar a la pareja, siendo imposible. Últimamente todos estaban muy preocupados por el caso de Selina y Damián no era la excepción. Él había ordenado dejar a Gwen fuera de juego esta vez, y todos lo habían considerado justo después de lo que había tenido que vivir hace unos días la integrante del equipo. Ahora ella se encontraba algo mejor, o eso les hacía creer a ellos. Había vuelto a las prácticas y se la veía algo más animada, como antes de todo.
En aquellos momentos todo el equipo y Luna, se encontraban en la cueva hablando sobre que harían esa noche para sacar a Selina de donde la tenían. Bruce fue sincero con Luna, no sabían el estado de la mujer y probablemente había sufrido el mismo destino que Gwen pero multiplicado por diez.

Gwen estaba sentada en el escritorio del ordenador mientras observaba con detenimiento las caras de cada miembro del equipo. Pudo saber con facilidad que todos estaban más relajados con esta misión que con las anteriores, y ella también pensó que sería algo bastante fácil comparado con lo que ya habían hecho antes. Ella tenía otros planes, como hacer un maratón de Crónicas Vampíricas, o pedir cena de su hamburguesería preferida. Aunque estaba preocupada por los chicos, ya que si la cosa se torcía no iba a poder estar allí para ayudar, sabía que necesitaba un descanso. Y esta vez por primera vez en su vida iba a quedarse en casa y no ceder ante sus tendencias suicidas, como le decían los chicos.

— Eso es todo. — Terminó Bruce. — Os quiero aquí en cinco minutos con los trajes puestos.

Damián, quien ya traía su traje puesto a falta de su antifaz, caminó hasta su novia mientras se lo iba colocando. Gwen se mordió el labio inferior y él sonrió al darse cuenta del efecto que causaba sobre la chica. Damián pasó sus manos por los muslos desnudos de la rubia mientras se detenía mirando sus labios y después sus orbes azules.

— No sabes cómo me pone Robin. — Confesó.

— Cállate o harás que no vaya a la misión.

— ¿Y cuál sería el problema? — Sonrió.

— Que después necesitarías ayuda para caminar y no podrías sentarte en semanas, preciosa.

Gwen sintió como sus mejillas se ponían rojas. Se imaginó la escena en su cabeza y cerró las piernas con fuerza mientras suspiraba. Damián sonrió y se giró al escuchar los pasos de alguien acercándose hacia ellos, Gwen todavía sentía que el corazón le latía con rapidez.

— Supongo que tendré que quedarme contigo esta noche. — Luna se encogió de hombros mientras se sentaba en la silla.

— ¿Siempre tienes que venir a molestar?

— Oh, qué lástima. — Hizo un falso puchero.

— No te preocupes amor, iré a tu habitación cuando vuelva de la misión. — Dijo mientras besaba a la rubia con dureza, Luna rodó los ojos.

Pocos minutos después todo el equipo estaba preparado para irse. Bruce y Dick irían en coche y Jason y Damián en sus motos. El último nombrado se despidió de su novia con un tierno beso y todos partieron hacia la ubicación donde sabían con certeza que se encontraba Selina.
No tardaron más de diez minutos en llegar hasta allí. El olor que emanaba de aquel edificio era putrefacción pura. Algunos hombres hacían cola para coger turno para entrar a aquella casa de prostitución.
El plan era fácil, Jason, sin su traje, cogería turno para poder adentrarse y buscar una entrada para que los demás pudieran pasar, y buscar a Selina de entre todas esas mujeres. Liberar a quienes pudieran y si era necesario, cargarse a quien hiciese falta.
Eso fue lo que hicieron, una vez Jason había encontrado una entrada en la parte trasera a la casa, todo el equipo entró con sigilo y se dividieron para buscar a la chica, quien fue encontrada por Bruce. Selina se encontraba inconsciente y casi sin pulso por todas las drogas que le habían metido los últimos días.
Jason disparó cuando uno de los vigilantes del lugar lo descubrió husmeando en una habitación que no era la suya. Dick liberó a todas las mujeres que fue posible y estas salieron corriendo. Damián peleaba fríamente contra cualquiera que se le pusiera delante, y cuando estaban casi todos muertos, salieron corriendo del lugar para llevarla a la mansión.

Exile - Damian Wayne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora