TAN SOLO UN MES DESPUÉS ya formaba parte del equipo, sorprendentemente todos habían accedido. Aunque todavía no tenía un nombre de heroína, le gustaba mucho salir a patrullar con los chicos. Todavía seguía realmente triste por la muerte de su amigo, pero sentía que de esta manera lo vengaría. Todavía tenían que atrapar al Joker, quien se había escapado y estaba escondido en cualquier lugar de Gotham.
Por otro lado, la relación de Damian y Gwen era extraña. Compartían miradas cómplices y roces pero al final del día continuaban dirigiéndose la palabra lo justo y necesario. De hecho, Damian hacía todo lo posible para que no le tocase patrullar con ella a solas, pero aquel día en el que todos estaban ocupados no pudo salvarse.
Era un día de tormenta de primavera, Gwen caminaba por las calles prácticamente vacías, y Damian iba por los tejados de otra zona vigilando que todo fuese correcto.
Gwen escuchó un cristal roto y vio a dos ladrones intentando robar una tienda de joyas. Ni se molestó en avisar a su compañero por el comunicador, sabía que eso lo molestaría.— Una chica disfrazada de heroína. — Dijo uno de estos con un gancho de hierro en sus manos, el cual había usado para romper el cristal.
— La chica disfrazada te va a partir la cara.
Este se lanzó contra ella pero ágilmente lo esquivó, el hombre recibió muchos golpes, pero Gwen también se llevó uno que hizo sangrar su nariz y labio. Se molestó de más y en cuestión de segundos estaba noqueado. La policía estaba llegando así que hizo lo mismo con el otro y los dejó atados. Salió corriendo y vio desde un edificio como llegaba la policía y se los llevaba, sonrió victoriosa.
— No me has avisado. — Una voz molesta se quejó.
— No necesitaba hacerlo. — Excusó.
— Estás sangrando. — Este se acercó y quitó la sangre de su labio con su pulgar, revisándola con detenimiento.
— ¿Ahora te importa mi bienestar? — Respondió con indignación.
— Siempre me ha importado, Gwen. — La chica sintió como la rabia y la tristeza se apoderaba de ella.
— Eres un mentiroso Wayne. — Dijo golpeando el pecho del joven levemente.
— Gwen yo te pongo en peligro. — Ella negó con la cabeza.
— Yo misma lo hago saliendo cada día a proteger Gotham igual que cualquier otro de vosotros.
— Amar te hace débil. — Apartó su vista de ella.
— Te equivocas, amar te hace querer luchar por alguien y no tirar la toalla. — Hizo una pausa, intentando no llorar de nuevo frente a él. — Pero está claro que somos distintos.
Durante el camino a la mansión Wayne ninguno de los dos pronunció ni una sola palabra. Estaban dolidos el uno con el otro, y no entendían porque no podían romper aquella conexión que los unía.
Gwen no se molestó ni en ducharse, se quitó su traje y fue directa a dormir.
A la mañana siguiente sin desayunar bajó a la sala de entrenamiento para hacer algo de cardio y después, dar unos golpes al saco. Su tranquilidad se vio interrumpida cuando Tim y Damian entraron en la sala, creyendo que se encontraba vacía.— Damian, no dejes a alguien que te ama de verdad por tus inseguridades. — Escuchó la rubia, rápidamente se metió en las duchas de la sala de entrenamiento para seguir espiando la conversación.
— Mira Drake no me entenderías jamás.
— Abre los ojos Damian, ya no estás en la liga de asesinos.
En ese instante Gwen no entendía a qué se estaba refiriendo Tim. Salió del baño y solo los saludó con una sonrisa, estos no esperaban su presencia y Tim no pudo evitar preguntarse si esta les había oído charlar. Damian observaba cada golpe que la rubia daba al saco con detenimiento. Pasados unos minutos, los chicos comenzaron a pelear el uno contra el otro bajo la mirada de la rubia. Ella estaba haciendo unas pesas cuando Damian se acercó a ella. Gwen dejó la mancuerna en el suelo y se quitó uno de sus auriculares inalámbricos en los cuales estaba escuchando una canción de Olivia Rodrigo.
— Gwen, ¿podemos hablar? — El chico movía los dedos de las manos con nerviosismo.
— ¿De qué quieres hablar exactamente? — Gwen se levantó y tomó su botella de agua, despidió a Tim con la mano, quien salía de la sala.
— De nosotros. — Ella levantó las cejas con sorpresa.
— ¿Ahora hay un nosotros? — Rió con ironía.
— Gwen, sigo sintiendo lo mismo de siempre por ti. — Admitió.
— Confiaba en ti, Jon murió y me dejaste sola Damian. No esperes que te reciba con los brazos abiertos.
— No espero que lo hagas, pero se que fui un idiota, pensé que si te alejaba de mí estarías a salvo. — Negó. — Pero no es así, y ahora tú eres del equipo sabes cuidarte sola.
— ¿A dónde quieres llegar? — Preguntó yendo al grano.
— Quiero volver a empezar de cero contigo.
— La confianza se basa en los actos.
— Te lo demostraré habibi. — La piel de la rubia se erizó ante como la había llamado el azabache. Damian se acercó a ella y mientras acariciaba su cabello dorado sonrió.
— Tienes una sola oportunidad Damian. No te daré ninguna más.
— Una sola me bastará para arreglar el mal que te hice.
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Exile - Damian Wayne.
Fanfiction~Siento que ya he visto esta película antes. Y no me gusta este final.~ Gwen se muda a Gotham desde Star City, no quiere seguir siendo la sombra de su hermano Oliver Queen. Allí conoce a un chico muy peculiar. Este libro trata temas como la toxicid...