Exile - Damian Wayne.

Chapter 14

SIN DUDA ALGUNA LOS WAFFLES del centro comercial de Gotham eran un complemento manjar. Hacía más de un mes que Gwen no los comía, y agradecía que Dick hubiese propuesto desayunar en familia aquella mañana. Gwen reía con Jason por uno de sus chistes malos cuando sintió un leve tirón de su brazo, al girarse vio a Damian con una pequeña sonrisa. Estaban haciendo cola para rellenar su bebida, Jason llevó las bebidas de ambos a la mesa y Gwen esperó a que Damian recargase su Coca Cola.

— ¿Quién desayuna Coca Cola? — Sonrió apoyada en la máquina de bebidas.

— Ninguno de vosotros tenéis buenos gustos como para cuestionar los míos. — Ella rió ante su egocentrismo.

Los chicos regresaron a la mesa donde el resto estaba desayunando y se sentaron a seguir tomando sus deliciosos waffles. Aquel día era día de misión, por lo que debían estar llenos y fuertes. Si todo salía bien, esta noche Jonathan Crane estaría entre rejas de nuevo, si salía mal podría ser peligroso para el equipo.

— Bien chicos, esta noche Crane volverá a prisión y nos llevará hasta Joker. — Dick, el líder del equipo habló. — Como sabéis hemos descubierto que Crane está vendiendo drogas en la zona sur de Gotham. — Hizo una breve pausa y miró a tres de los chicos. — Jason, Damian y Gwen iréis juntos. — Miró a Tim. — Nosotros aseguraremos el perímetro antes de ir con vosotros.

— Entendido. — Dijeron algunos, mientras que otros asintieron.

En el camino de vuelta a la mansión Gwen se puso sus auriculares para evitar escuchar las peleas de Jason y Damián, las cuales eran muy frecuentes y molestas. Mientras escuchaba Taylor Swift pensaba nostálgica como había cambiado su vida en cuestión de unas semanas. Echaba mucho de menos a Jon, incluso algunas noches soñaba con algunos momentos que los adolescentes habían compartido juntos, y cuando despertaba se encontraba llorando. Mientras escuchaba Marjorie, su mente se inundaba de recuerdos bonitos con su ex mejor amigo y sentía que iba a derrumbarse en cualquier momento. Dio un vistazo a sus amigos y sonrió cuando los vio discutir, sin saber por qué, ya estaba acostumbrada a ello.

Después de comer, Gwen subió a su habitación para mandar su último trabajo de la universidad. En dos semanas era su graduación y estaba realmente emocionada por ello. La habían cogido para hacer prácticas en el hospital de Gotham por lo que no tendría que trasladarse y eso era genial. Después de enviar su proyecto final, se dio una ducha de agua caliente, como ella acostumbraba. Estuvo leyendo un libro y escuchando música hasta que su alarma sonó a las nueve menos diez. Bajó a la bat cueva y se vistió, siendo la única allí. Los demás llegaron unos minutos después. Gwen tenía su antifaz en la mano. Estuvieron repasando el plan antes de irse, los chicos montaron en el batmovil y Gwen con Robin en la moto.

Llegaron al lugar donde habían quedado, subieron a la azotea de un edificio y se dispersaron por grupos como habían hablado. Jason, Gwen y Damian estaban arriba del edificio hablando de la estrategia que usarían, mientras los otros habían ido a asegurarse de que no se les iría de las manos.
Gwen saltó del edificio con el gancho de Robin, quien la llevaba en su cintura. Jason bajó por una tubería. Entraron a un callejón y se escondieron tras unos contenedores.

— ¿Veis algo? — Preguntó la chica poniéndose de puntillas, los dos chicos altos tapaban la visión de Gwen.

— ¿Es un inhalador? — Dijo Jason ignorando a la rubia. Damián asintió.

— ¿Qué está pasando? — Preguntó con desesperación.

— Crane le está ofreciendo algo a un hombre. — Contestó Jason. — También lo hizo conmigo hace mucho tiempo, no sabía que volvería a intentarlo.

— ¿A qué esperamos? — Gwen habló desesperada por atacar.

— Aguarda. — Ordenó Damián, observándola de arriba a abajo, no era ningún secreto la atracción que sentía por la rubia. Gwen resopló.

El hombre inhaló la droga de Crane y comenzó a soltar espuma por la boca, cayó al suelo y empezó a convulsionar. Gwen no aguantó más y salió de entre las sombras, Damián iba a salir tras ella, pero Jason quiso aguardar para sorprenderlo.

— ¿Qué crees que haces? — Preguntó exclamando la rubia. Crane rió al verla.

— No deberías estar aquí bonita. ¿Quieres probar? — Sacó otro de su bolsillo y se lo ofreció, ella lo tiró al suelo y Crane la miró con enfado.

— Bien, si no es por las buenas, por las malas será. — Chasqueó un dedo y de un almacén salieron diez secuaces de Crane. — Cogedla.

Gwen intentó defenderse como pudo, pero necesitó la ayuda del resto del equipo para acabar con los diez grandes hombres que arremetían contra ella. Damián se soltó del agarre de Jason y se lanzó junto con su espada, acabando con la vida de muchos de estos, mientras que Jason se ocupaba de otros.
Crane salió corriendo y Gwen lo persiguió saltando entre algunos obstáculo que le hacían más difícil alcanzarlo. Después de saltar sobre un contenedor cayó encima de Jonathan Crane y le golpeó la nariz, este gimió de dolor.

— Ya te tengo. — Murmuró para si misma. Crane la empujó y le colocó el inhalador en la boca, con la otra mano le agarró los brazos pero ella le dio una fuerte patada en el estómago por lo que solo respiró una mínima parte de aquella tóxica droga. Sintió un azote en su mente, un mareo. Negó con la cabeza repetidas veces y se levantó para seguir corriendo tras él. Aunque le estaba costando, se agarraba a las paredes para no desplomarse. Sentía que había bebido como una auténtica alcohólica.

Paró un segundo para descansar, cuando levantó la vista vio a lo lejos a Dick y a Tim peleando contra él. Se quedó más tranquila cuando vio como lo noqueaban y lo esposaban. Gwen apoyó su pequeño cuerpo contra la pared y se dejó caer deslizándose lentamente mientras tapaba su boca tosiendo. Sentía que el suelo se movía y que su estómago iba a explotar. Escuchaba voces lejanas pero no lograba distinguir de quién provenían.

— Necesita una mascarilla de oxígeno.

— Vamos a la mansión.

— Tenemos a Crane.