Exile - Damian Wayne.

Chapter 21

GWEN NO LE HABÍA dirigido la palabra a Damián desde aquella misión, y habían pasado tres días de eso. Tres días en los que había tenido que ver a Luna riendo con él, viendo películas, cenando o cualquier otra cosa que ellos solían hacer antes de su llegada. Realmente ellos habían pasado por muchas cosas juntos, y ella pensaba que la quería de verdad hasta que cuando le hizo aquella pregunta no obtuvo respuesta y optó por montarse al coche en silencio, bajo la atenta mirada de Jason, preocupado por ella. Él era quien más la estaba apoyando en lo que estaba pasando entre ellos.

En aquel momento se encontraba en el jardín de la mansión junto con Jason, charlando de tonterías, hasta que una mariposa se puso en su mano y comenzó a jugar con ella. Gwen sonrió por primera vez en los últimos días y eso para Jason era todo un logro.

— ¿Sabes qué significa que una mariposa se pose en tus manos? — Gwen negó con la cabeza mientras miraba al insecto fascinada. — Estás en una temporada de transformación y crecimiento personal, estás atravesando un gran cambio Gwen.

— ¿Cómo sabes todo eso? — Rió.

— Google. — Dijo él encogiéndose de hombros con una sonrisa.

La tarde les pasó rápida, siguieron hablando de todo un poco sentados en el césped del jardín hasta que Alfred los llamó, diciendo que Bruce los había convocado para una reunión en la Batcueva. Fueron juntos hasta allí, y cuando los vieron llegar hablando y riendo todos pensaron que tenían algo. Damián los miraba y parecía molesto y celoso, pero Gwen ni le prestó atención.

— Lewis Broke. — Anunció Bruce. — La última persona que vio a Selina. Salió del club y después de mantener una pequeña conversación con él, la secuestraron.

— ¿Y como sabemos que él tiene algo que ver en eso? — Dick preguntó mientras chasqueaba sus dedos.

— Tiene más de cincuenta antecedentes. Violación, robo armado, asesinato, abuso.. y un largo etcétera. — Hablaba mientras miraba su expediente en el ordenador. — Es lo único que tenemos ahora.

— ¿Qué tenemos que hacer? — Preguntó Gwen por primera vez y sintió la mirada atenta de Damián, vio como Luna lo miraba descaradamente cuando él le prestaba atención a la rubia.

— Volverás al club esta noche y preguntarás por él. — Bruce ordenó.

— Está bien. — Respondió ella, aunque realmente no quería porque Luna la trataba de manera desagradecida cuando trataba de ayudar a su madre, se lo debía a Selina no dejarla sola aunque no la conocía.

La reunión acabó y Gwen salió de allí rápido para evitar cruzarse con Damián, aunque él había intentado hablar con ella cuando Luna lo cogió del brazo para evitarlo y distraerlo con algo. Aquella vez eligió un vestido negro con aberturas y unas botas largas de cuero. Se planchó el pelo y se maquilló, parecía otra persona.
A pesar de estar tan sumamente deprimida, no le importaba, se veía sexy y preciosa y eso al menos le subía algo la autoestima. Esa noche solo la habían acompañado al club Jason y Damián, quienes fueron todo el camino discutiendo. Jason estaba muy molesto con Damián por cómo se está comportando con Gwen los últimos días. La rubia prefería mantenerse callada en la conversación y mirar por la ventana. Ya se había colocado el micrófono y la lentilla que sería la cámara. Bruce y los demás veían todo desde la mansión a esperas de indicaciones de Gwen.

Entró al club y pidió un martini cargado, bajó hasta la zona bajo cero y vio las mismas caras que la última vez. Mientras lo bebía se apoyó en la barra, recibía indicaciones de Damián pero ella hacía caso omiso y solo contestaba cuando era Jason quien le hablaba.

De nuevo se le acerco Falcone, con una sonrisa en la cara. Ella observó al resto de sus acompañantes, algunos integrantes del equipo gobernante de Gotham como concejales o ministros.

— Otra vez te veo por aquí. — Sonrió. — ¿Sigues buscando a tu amiga?

— Pensé que podría haber vuelto a trabajar.

— No lo creo, cielo. — Rió amargamente.

— Señor Falcone, ¿puedo preguntarle algo?

— Claro belleza. — Dijo mientras daba un sorbo a su bebida.

— ¿Usted conoce a Lewis Broke? — Falcone abrió los ojos como platos.

— ¿Qué sabes de Broke niña? — Preguntó casi asustado.

— ¿Qué pasa conmigo? — Gwen sintió un cosquilleo por toda su piel, seguido de una mano envolver su cintura. Un chico de unos treinta años, bastante guapo a decir verdad, estaba a su lado mirándola de arriba a abajo. — Vaya, jamás te había visto aquí.

— He venido un par de veces. — Admitió. — Una amiga trabaja aquí y la estaba buscando.

— Voy a volver a mi mesa, ha sido un placer volver a verte. — Ella le sonrió, y quedó hablando con este.

— Bueno, he oído que estabais hablando de mí, ¿no? — El chico se veía realmente atractivo, lleno de tatuajes y con una estatura de 1,80.

— Oh, yo... pensé que quizás podías saber algo de ella, me habló de ti antes de desaparecer.

— ¿Quién es tu amiga, rubia? — Broke se veía desconcertado. 

— Su nombre es Selina Kyle. — Él tragó saliva. — Trabaja en el bar de arriba.

— Creo que puedo ayudarte. — Gwen sonrió y asintió tras terminar su vaso y dejarlo en la barra.

— Eso sería genial, llevo mucho tiempo preocupada por ella.

— Ven conmigo afuera, no puedo hablar aquí.

Gwen asintió y, un poco asustada, lo siguió hasta la salida trasera del club. Por el camino iba cogida de su mano. El joven abrió la puerta y cuando estaban afuera se acercó a ella hasta quedar centímetros el uno del otro.

— Eres preciosa, ¿sabes? — Tras esas palabras, sintió un pinchazo en el brazo. — Darían mucho por ti, rubia.

Gwen cayó en sus brazos desmayada. El chico la metió a un coche y miró que nadie los siguiese. Jason y Damián esperarían unos minutos y seguirían el rastreador que llevaba en el brazo, no querían levantar sospechas. Broke condujo hasta una vieja casa medio abandonada, y estacionó en la parte de atrás. Bajó y montó atrás con ella, entonces la apreció mientras se encontraba inconsciente.

— No debería tocar la mercancía pero es irresistible. — Murmuró mientras acariciaba la piel de la rubia, apartando la poca tela que la cubría dejándola sin ropa. Comenzó a besarla y a tocarla. Se desabrochó el pantalón y la puso contra los asientos, era fácil manejarla estando en ese estado. Gwen estaba recuperando la consciencia cuando sintió como aquel chico estaba abusando de ella, intentó escapar pero este tenia más fuerza que ella, y tenía ganas de vomitar, estaba sintiendo asco de sí misma en aquel momento. Broke le daba cada vez con más fuerza, desquitándose en ella completamente. Así hasta que la puerta del coche salió volando y él se apartó de ella. Gwen se colocó bien la ropa como pudo mientras sollozaba. Desde el coche, observaba como Damián pegaba fuertemente a Broke, hasta matarlo. Jason se asomó y con cuidado la intentó levantar, la tomó en sus brazos y la montó en el coche para llevarla corriendo a la mansión.