LOS ENTRENAMIENTOS ESTABAN volviendo loca a Gwen. Ya llevaban dos semanas en las que había entrenado con cada uno de los chicos, aunque mayormente era con Damian. Ya sabía defenderse bastante bien, solo le quedaba perfeccionar sus técnicas. No era una experta, pero podría salir victoriosa de una emergencia. Realmente le gustaba cuando le tocaba entrenar con Jason, era un chico gracioso y se portaba muy bien con ella, habían agarrado bastante confianza e incluso habían quedado como amigos alguna vez. Pero para su mala suerte la gran parte de sus entrenamientos semanales eran con mini demonio Wayne, quien la mayoría de las veces la trataba de manera borde y fría, y otras veces parecía que tuviera un crush en ella. Realmente la confundía, y quizá por eso no lo soportaba. Ella no era de odiar a nadie, pero él tenía todas las papeletas para ser el primero. Dejando a un lado sus sesiones de entrenamiento, Gotham estaba horrible estos últimos días. Habían implantado un toque de queda para evitar daños, ya que en la última semana se habían registrado más de treinta robos armados en los bancos de la ciudad, en cafeterías y restaurantes. Las peleas callejeras estaban a la orden del día y las violaciones habían aumentado casi al cincuenta por cierto. Gwen estaba asustada por lo que le estaba pasando a la ciudad, pero seguía teniendo vida, universidad y trabajo. Para su suerte, las vacaciones estabas a un día de comenzar y ya solo se dedicaría a trabajar y entrenar. Con un poco más de esfuerzo, al final del siguiente semestre sería médico en el hospital de Gotham.
El frío comenzaba a desaparecer poco a poco, y Gwen ya vestía con vestidos de primavera. Se dirigía a trabajar cuando un brazo la atrajo hacia atrás, ahogó un grito cuando se dio cuenta de que se trataba de Jason.— Te voy a matar. — Soltó, asustada.
— Necesito que vengas conmigo. — Ella arqueó una ceja. — Habla con tu encargado, es realmente importante.
— Mira, no puedo faltar al trabajo Jason.
— Gwen, es tu hermano.
— ¿Qué? — Se tensó. — ¿Qué le ha pasado?
— Tenemos que ir a la mansión, solo ahí estamos seguros por ahora.
— Me estás asustando Todd. — Dijo con ansiedad mientras rascaba las palmas de sus manos.
Sin continuar la conversación, Jason agarró del brazo a la joven y la condujo al callejón en el que estaba su moto. Llegaron rápidamente hasta la mansión Wayne no sin antes pasar por casa de Gwen por ropa, y a por su perrita Jules. Allí Gwen tuvo que mandar un mensaje a su jefe diciéndole que estaba enferma y que no podría asistir por unos días al trabajo. Sin entender que estaba pasando, Gwen bajó hasta la bat cueva donde estaban todos los chicos, sin excepción todos la miraban con algo de lástima. Ella no entendía que sucedía, hasta que Dick habló.
— Joker está actuando junto a Crane, Gwen. No estamos seguros hasta que controlemos la situación, tienes que quedarte aquí.
— ¿Qué tiene que ver eso con Oli? — Habló con pánico en su voz.
— Anoche salimos a patrullar con su ayuda, se nos fue de las manos. — Está vez quién habló fue Tim.
— Lo han secuestrado. — Soltó Damian. Dejando de piedra a Gwen.
— Va a estar bien Gwen, de verdad, es muy fuerte. — Jason intentó calmarla. — Mi amigo Roy se ocupará de Star city.
— Perdí a mi hermano cinco años de mi vida, en los cuales creía que jamás volvería a verlo. No puedo soportar que me lo hayan vuelto a quitar, no puede ser. — Dijo temblorosa. — Tengo que encontrarlo, tiene que haber algo en esos ordenadores. — Al borde de un ataque de ansiedad, Gwen buscaba una solución. Un brazo en su hombro la hizo quedarse inmóvil.
— Te prometo que lo vamos a encontrar, Gwen. Tendrás a tu hermano. — Nunca había escuchado la voz tan tranquila de Damian.
— Las promesas no pueden romperse Wayne.
— No lo haré.
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Exile - Damian Wayne.
Fanfiction~Siento que ya he visto esta película antes. Y no me gusta este final.~ Gwen se muda a Gotham desde Star City, no quiere seguir siendo la sombra de su hermano Oliver Queen. Allí conoce a un chico muy peculiar. Este libro trata temas como la toxicid...