Chapter 9

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A DAMIÁN LE PARECÍA UNA IDEA PÉSIMA llevar con ellos a Gwen a la misión

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A DAMIÁN LE PARECÍA UNA IDEA PÉSIMA llevar con ellos a Gwen a la misión. Era buena en defensa, pero todavía le quedaba mucho por aprender y se negó rotundamente a poner en peligro la misión y a cada uno de los que asistirían. Pero eran tres votos contra uno, así que se tuvo que aguantar y pasarle uno de los cascos de moto viéndola sonreír victoriosa. Vestía un traje de cuero que la hacía verse realmente sexy a ojos de cualquier hombre. La rubia se subió a la moto y se agarró fuertemente a Damian, este sonrió con arrogancia y salió disparado a toda velocidad para que esta se agarrase más fuerte a él. Podía oír como la rubia gritaba que fuese más despacio y sus sucios pensamientos imaginaron esas mismas palabras en otra situación.

— Eres idiota Wayne. — Le dijo cuando estacionó la moto y bajó.

— ¿Te tiemblan las piernas? — Dijo este fijándose en ellas, Gwen miró hacia otro lado avergonzada.

Se encontraban en una especie de fábrica abandonada. El olor que había allí era horrible, había tanta suciedad acumulada que hasta le escocían los ojos a los chicos. Cuando se reencontraron con el resto del equipo, aguardaron unos minutos fuera mientras Dick y Jason aseguraban el perímetro.

— Escúchame bien rubia. — Damian tomó sus hombros para obtener toda su atención. — No te pongas en peligro, no vayas sola a ninguna parte, si las cosas se tuercen tú te vas corriendo y te metes al coche. ¿Entendido?

— Me has dicho lo mismo tres veces en la mansión. — Bufó.

— No lo habría repetido varias veces si no pareciera que tienes tendencias suicidas.

— Eres idiota. — Dijo con una pequeña sonrisa. — Te he entendido Damian, no quiero poneros en peligro también.

— Eso quería oír, quédate cerca de mí.

Dick y Jason llegaron y dijeron que estaba todo listo. Entraron con sigilo a la fábrica abandonada y se quedaron tras una pared, escuchando una conversación. Se escuchaban voces bastante cerca, Damian atrajo a Gwen hacia él como si pensase que porque se alejase unos centímetros se iba a morir.

— Señor Crane, la menor de los Queen ahora está con los chicos de Batman. — Informó un peón.

— Joker la querrá más entonces. — contestó este, Gwen se encontraba inmóvil, Damian le había tapado la boca con suavidad para evitar que los descubriesen. — Es un imán de héroes esa chica, quiero conocerla. Seguro que tiene enamorado a alguno de los idiotas esos.

Damian se volvió hacia la chica y la miró intentando adivinar cómo se sentía en aquel momento.

— Vale, quiero que te vayas. — Gwen se quedó atónita.

— ¿Qué? No, no puedo irme aún.

— Dijiste que me harías caso. — Notó como fruncía el ceño.

Accidentalmente Gwen hizo un ruido retrocediendo, y Crane mandó a mirar que sucedía al hombre con el que hablaba, Damian tiró del brazo de la chica para esconderla. El resto de héroes comenzaron una pelea al ver cómo salían más peones de Crane. Necesitaban a Robin.

— Gwen vete de aquí. — Dijo con seriedad. — El coche está afuera tiene tus huellas para que puedas entrar.

— ¿Tengo que ir sola? — Dijo con ojos de cachorro asustado.

— Se que puedes hacerlo. Si tu hermano está aquí, te prometo que cuando volvamos será con él.

Eso le bastó para salir corriendo hacia la salida, llegó hasta el coche y justo cuando iba a abrir la puerta un hombre poco amigable se interpuso en su camino. Este parecía estar drogado y se acercaba a ella mientras Gwen retrocedía pensando rápidamente en que hacer. Entonces pensó en todo lo que sus protectores le habían enseñado y fue ella la primera en atacar para tener ventaja. Gwen recibió un golpe en la boca, cuando se tocó esta pudo ver la sangre en sus manos lo que la hizo enfadarse más todavía. Golpeó con rabia al hombre como Jason le había explicado, para aquel punto este estaba casi inconsciente. Unos brazos la cogieron por detrás y ella se retorcía y gritaba intentando zafarse del fuerte agarre, solo se calmó cuando escuchó la voz de quien provenía.

— Gwen, lo vas a matar. — Tim habló en tono suave para intentar calmarla. La chica soltó al hombre y vio que Damián estaba sosteniéndola. Miró sus manos ensangrentadas y comenzó a sentir pena.

— Ya está, tranquila. — Se sorprendió cuando el azabache acarició su cabello para tranquilizarla. Sacó de un bolsillo de su traje un pañuelo y le limpió las manos.

— A todos se nos ha ido de las manos alguna vez Gwen, no te culpes. — Dijo Jason esta vez, la mayoría asintieron dándole la razón.

— Lo has hecho bien, te has defendido perfectamente y eso es de admirar. — Richard felicitó a la rubia.

— ¿Oliver? ¿Qué hay de él? — Se atrevió a preguntar, esperando lo peor.

— No estaba aquí, y por lo que sabemos, también han secuestrado a Jon. — Gwen se sentía débil en aquellos momentos, también estúpida. Durante el día había estado pensando en que hoy recuperarían a su hermano, pero la realidad es que también le habían arrebatado a su mejor amigo.

— Necesito irme de aquí. — Consiguió formular.

***

La noche se hizo eterna para Gwen. Podía escuchar los latidos acelerados de su corazón que pedía ayuda a gritos. Se sentía inservible, y la rabia le comía por dentro. Necesitaba hacer algo arriesgado, algo que los chicos no le dejarían hacer. Ella era la clave, ella era la llave que resolvería el problema.
Cuando amaneció, bajó a la cocina a tomar un café. Tenía el pelo enredado en un moño despeinado, llevaba unas gafas que solo usaba para estudiar, y una sudadera negra hasta las rodillas. En la cocina solo se encontraba Jason, haciéndose otro café.

— Otra madrugadora por lo que veo. — Sonrió.

— ¿Madrugar? Ni siquiera he dormido en toda la noche siendo sinceros. — Confesó la rubia.

— Me preocupa tu salud Gwen. — Jason le pasó la taza de café a Gwen y ella comenzó a beber.

— Creo que tengo la solución a nuestros problemas Todd, pero no me dejaréis hacerlo.

— ¿Qué estás diciendo? — Dijo sin entender nada.

— Llama a los chicos a la bat cueva.

Exile - Damian Wayne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora