~Siento que ya he visto esta película antes. Y no me gusta este final.~
Gwen se muda a Gotham desde Star City, no quiere seguir siendo la sombra de su hermano Oliver Queen. Allí conoce a un chico muy peculiar.
Este libro trata temas como la toxicid...
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LA PESADILLA había acabado. No sabían cuando tiempo pasaría hasta que un nuevo peligro acechase sus vidas. Selina Kyle estaba en coma, su vida dependía de una máquina que estaba activada en la cueva. Luna parecía estar más tranquila desde que había vuelto con su madre, se pasaba los días allí abajo con ella aunque no pudiese hablar con ella. Hoy era un día importante para Bruce Wayne, pues tenía una gala benéfica de Industrias Wayne, y todos sus hijos debían asistir a esta. Por supuesto Gwen también estaba invitada, el único que no asistiría sería Alfred, por estar a cargo de Selina en su ausencia. Gwen se vistió con un vestido de tirantes y onduló su pelo rubio en ondas de sirena. Tras dos horas intensas de trabajo en si misma, ya estaba casi perfecta, tan solo le faltaba el perfume. Fue hasta su baño y abrió la botella de Miss Dior para rociarse del perfume.
La limusina que los llevaba al edificio los esperaba en la puerta. Gwen se sentía feliz porque su hermano Oliver también asistiría y llevaba bastante tiempo sin verlo. Le había contado todo lo que había pasado pero no era suficiente con hablar en llamada. Una vez llegaron al edificio de Industrias Wayne, Damián le abrió la puerta del coche y al bajar de este se encontró con mil flashes que la deslumbraban. Habían muchísimos fotógrafos así que intentó simplemente sonreír mientras entraban al edificio de empresa. Todos los invitados habían llegado y cuando la familia entró, los recibieron con un aplauso. Gwen había estado en muchos sitios así antes gracias a su hermano Oliver, inclusive había estado en una de los Wayne, pero ella era niña y no se acordaba de mucho.
Gwen sostenía en una mano su copa de vino mientras observaba a todo el mundo. Unos brazos la tomaron por la espalda y ella ahogó un grito. Soltó un golpe en el abdomen de su hermano cuando se dio cuenta que era él y lo miró mal. Oliver reía casi a carcajadas ante el susto de su hermana pequeña.
— Gwen, ¿cómo estás? — Dijo después de unos segundos.
— Bueno, ahí voy supongo. — Ella se encogió de hombros mientras daba un trago largo.
— Quiero que sepas que puedes contar conmigo para cualquier cosa. ¿Lo sabes no? — Habló mientras me ponía una mano en su hombro.
— Claro Oli. — Gwen sonrió para tranquilizarlo.
— Una violación es algo que no se olvida y se supera de un día para otro Gwen, te conozco, haces como que no te importa para no preocupar a nadie pero en realidad estás sufriendo por dentro. — Para Gwen esas palabras fueron como si un balde de agua fría le cayera encima.
— De verdad estoy bien Oliver. — Fue lo único que pudo decir, aunque sabía que no era del todo cierto.
— ¿Va todo bien? — Damián irrumpió en la conversación de hermanos al ver que Gwen estaba mal.
