༄ Luz y Sombras.

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En un rincón tranquilo del mundo de los cazadores de demonios, la historia de [T/N] y su hermana Shinobu se tejía entre la valentía y el sacrificio

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En un rincón tranquilo del mundo de los cazadores de demonios, la historia de [T/N] y su hermana Shinobu se tejía entre la valentía y el sacrificio.

[T/N] era la hermana mayor de Shinobu, y a pesar de que no se conocían bien en la vida cotidiana, compartían una conexión profunda, casi mágica, que iba más allá de la simple relación familiar.

La hermandad entre ellas era el tipo de vínculo que se forja en el fuego de las experiencias compartidas y en el amor incondicional.

Sanemi Shinazugawa, uno de los pilares más fuertes y apasionados, conocía a las hermanas a través de sus misiones y entrenamientos. Aunque su relación con [T/N] siempre había sido profesional, había algo en su fortaleza y en su habilidad que lo había atraído a ella. Con el tiempo, había desarrollado sentimientos profundos hacia [T/N], pero nunca había tenido la oportunidad de confesarle lo que realmente sentía. Sin embargo, la tragedia estaba a la vuelta de la esquina, y Sanemi pronto se enfrentaría a su peor pesadilla.

El sol se estaba poniendo, pintando el cielo de tonos anaranjados y morados cuando se desató el caos. Un poderoso demonio, una bestia de múltiples cabezas y garras afiladas, se había desviado hacia el bosque cercano. Los gritos de los aldeanos habían atraído la atención de los cazadores de demonios, y el equipo de [T/N] y Shinobu fue uno de los primeros en llegar para enfrentar a la amenaza.

—¡Es demasiado fuerte! —gritó Shinobu mientras trataba de mantener al demonio a raya con su veneno. Su hermana [T/N] estaba a su lado, combatiendo con habilidad y determinación, pero ambos sabían que necesitaban ayuda.

Sanemi, al enterarse del ataque, se unió rápidamente a la batalla. Al llegar, vio a [T/N] y Shinobu luchando valientemente, pero la magnitud de la amenaza estaba claramente superando sus capacidades. La visión de [T/N] y Shinobu, rodeadas por la furia del demonio, hizo que su corazón se acelerara con una mezcla de preocupación y amor. No podía permitir que les pasara algo.

—¡No puedo permitir que esto siga así! —Sanemi se lanzó al combate con una intensidad feroz, su espada cortando a través de las garras del demonio con un poder devastador. Sin embargo, la batalla estaba lejos de ser ganada.

De repente, el demonio desvió su atención hacia [T/N] y Shinobu, su furia concentrándose en las dos hermanas que había estado causando problemas. En un movimiento desesperado, el demonio lanzó un ataque mortal hacia Shinobu. [T/N] vio el ataque en cámara lenta y, con un grito desgarrador, se lanzó frente a su hermana, usando su propio cuerpo para bloquear el golpe.

—¡NO! —Sanemi gritó, corriendo hacia ellas mientras veía a [T/N] ser empalada por las garras del demonio. El mundo pareció detenerse por un momento mientras [T/N] caía al suelo, herida gravemente. La visión de su amor sufriendo y la impotencia de no poder hacer nada lo abrumaron.

Shinobu, al ver a su hermana caída, se hundió en la desesperación. —¡No! ¡No, por favor!

Sanemi llegó justo a tiempo para ver cómo [T/N] se tambaleaba en sus últimos momentos. Ella miró a Sanemi con una sonrisa triste, sus ojos llenos de dolor pero también de amor y paz.

—Cuida de Shinobu... —murmuró [T/N] con dificultad, su voz quebrada pero decidida. —Ella... ella necesita tu fuerza.

Sanemi intentó decir algo, pero las palabras se ahogaron en su garganta. La herida de [T/N] era demasiado grave. El demonio, ahora enfurecido por la furia del combate y la desesperación, lanzó un último ataque. Sanemi, con todas sus fuerzas, logró derrotar al demonio, pero el daño ya estaba hecho.

Con el demonio finalmente destruido, Sanemi se arrodilló junto a [T/N], su pecho oprimido por una tristeza abrumadora. Shinobu, ahora en estado de shock, se unió a ellos, sus lágrimas cayendo sobre la hermana que había dado su vida para salvarla.

—No... no... por favor... —sollozó Shinobu, mientras Sanemi la abrazaba, tratando de darle el apoyo que necesitaba. La tragedia y la pérdida se estaban adueñando de todos ellos, y el vacío que [T/N] había dejado era inmenso.

Sanemi, con el corazón roto, tomó la mano de [T/N] con firmeza, mientras ella se desvanecía lentamente. Sus palabras se convirtieron en susurros, un lamento doloroso y sincero. —Lo siento... No pude protegerte... No pude decirte cuánto te amaba...

[T/N] miró a Sanemi con una leve sonrisa, un brillo de gratitud en sus ojos antes de que su vida se desvaneciera. En el último momento, susurró con voz temblorosa: —Siempre supe... Siempre supe lo que sentías.

Cuando el silencio se asentó, el mundo continuó girando, pero para Sanemi y Shinobu, todo había cambiado para siempre. La pérdida de [T/N] se convirtió en una sombra constante en sus vidas, una tristeza que nunca se iría por completo. Sanemi, devastado por la pérdida de la mujer que había amado en silencio y que había sacrificado todo por amor, se encontró enfrentando un futuro lleno de dolor y arrepentimiento.

En la quietud de la noche, mientras la luna brillaba sobre el campo de batalla y el viento arrastraba las hojas secas, Sanemi se prometió a sí mismo que nunca olvidaría el sacrificio de [T/N]. Su amor por ella, aunque demasiado tarde para ser expresado en vida, ahora se convertiría en un recuerdo eterno, un faro de luz en medio de la oscuridad de su dolor.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐀𝐙𝐔𝐆𝐀𝐖𝐀 𝐒𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora