༄ Misión: El distrito rojo.

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En una de las habitaciones privadas del cuartel de los Pilares, Uzui estaba rodeado de mapas y documentos sobre el distrito rojo

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En una de las habitaciones privadas del cuartel de los Pilares, Uzui estaba rodeado de mapas y documentos sobre el distrito rojo. [T/N] estaba sentada frente a él, lista para escuchar la tarea que le asignaría. Sanemi, que había llegado justo a tiempo, estaba de pie al fondo de la sala, observando con una expresión de inquietud.

—[T/N] —comenzó Uzui con su característico tono serio—, hemos recibido información de que un grupo de demonios está operando en el distrito rojo. Necesitamos obtener más detalles sobre sus actividades para poder planear un ataque efectivo.

[T/N] asintió, dispuesta a asumir el reto. —Entiendo. ¿Qué necesitas que haga?

Uzui le dirigió una mirada calculadora, su tono se volvió más suave y persuasivo. —Quiero que te infiltres en el distrito rojo como una espía. Tu habilidad y discreción serán cruciales para obtener la información que necesitamos. Además, con tu agilidad y tu presencia, serás capaz de moverte por las casas de placer sin levantar sospechas. No puedo pensar en nadie más adecuado para el trabajo.

Sanemi, que había estado escuchando en silencio, frunció el ceño. Su preocupación era palpable mientras escuchaba la propuesta de Uzui.

—¿Estás seguro de que es una buena idea? —intervino Sanemi, su tono reflejando su inquietud—. El distrito rojo es un lugar extremadamente peligroso. ¿No hay alguien más que pueda hacer esto?

Uzui lo miró con calma, consciente de la preocupación de Sanemi.

—Sanemi, lo entiendo, pero en este momento, [T/N] es nuestra mejor opción. Shinobu está ocupada en el desarrollo de nuevos venenos, y Mitsuri está en una misión que no puede interrumpir. [T/N] es la única mujer con las capacidades necesarias y que puede llevar a cabo esta tarea con éxito. Y, para ser sincero, su habilidad para pasar desapercibida entre el tipo de clientela en el distrito rojo es un gran activo.

Uzui aprovechó de guiñarle un ojo a su compañera coqueto y [T/N] solamente rodó los ojos ignorando lo último. Sanemi al ver aquello apretó los puños, su rostro mostrando una mezcla de frustración y preocupación. —No me gusta la idea de que esté sola en un lugar tan peligroso. ¿No hay otra manera de abordar esta misión?

Uzui le lanzó una mirada firme, pero con una sonrisa coqueta. —Vamos, Sanemi. ¿Acaso no confías en la habilidad de [T/N]? Su presencia es como una flor exótica en un jardín oculto; sabe cómo captar la atención sin ser notada. Además, estoy seguro de que se le da bien lidiar con ese tipo de situaciones.

Sanemi frunció el ceño, notando el tono coquetón en las palabras de Uzui y sintiendo una punzada de celos. —No me importa cuánto puedas elogiar su habilidad, sigue siendo una misión peligrosa. No quiero que [T/N] corra riesgos innecesarios.

Uzui soltó una risa ligera, sin dejar de mirar a [T/N]. —Confía en mí, Sanemi. [T/N] es más que capaz. Su habilidad para moverse sin ser detectada, junto con su presencia imponente, hace que sea la mejor opción. Es una ventaja tenerla en esta misión, especialmente con su manera de manejarse en ese entorno.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐀𝐙𝐔𝐆𝐀𝐖𝐀 𝐒𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora