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Cómo sería tener de admirador secreto a Sanemi en la Universidad.
- ̗̀ Aunque le diese mucha vergüenza acercarse a ti y hablarte, estaría revoloteando a tu alrededor durante los descansos y sentándose cerca en las clases. Le gusta escuchar tu voz y tus historias cómicas que le provocaban pequeñas sonrisas disimuladas. Alegrabas su día.
- ̗̀ Como tu fiel admirador secreto #1, él debía ser el único en aquella lista, con la creencia de que si era así, tendrías que elegirlo a él sí o sí. Así se encargaría personalmente de que nadie estuviera intentando coquetearte... a menos que quisieran tener problemas con él.
- ̗̀ Siempre te dejaría pequeños detalles en tu escritorio. Cosas pequeñas pero que te alegraban la mañana, preguntándote quién sería aquel tierno chico que te dejaba retratos muy parecidos a ti. Sanemi por otro lado, disimuladamente observaría tu reacción y sentiría su corazón fundirse de amor al verte guardando sus dibujos en una carpeta para evitar que se destrozaran.
- ̗̀ Trataría de ayudarte como le fuese posible con algunas materias de la carrera para evitar que te quedaras con asignaturas suspendidas, claro que... a su peculiar manera.
- ̗̀ Cruzaría los dedos y rogaría a todos los Dioses para que los profesores los eligieran como pareja para los trabajos de clase. Adoraba pasar tiempo contigo y esa era una oportunidad perfecta para hacerlo con una coartada creíble. Además, eso excluía a todos tus amigos y le daba más oportunidades de intentar conquistarte.
- ̗̀ Luego de haberse hecho un poco más cercanos, Sanemi estaría nervioso sin saber qué paso dar en la relación. Comenzó a agarrar la manía de arrancar una flor y entregártela justificándose en que la vio y se acordó de ti.
- ̗̀ Estudiarían juntos durante los descansos y luego de las clases. El albino aprovecharía hasta el último para lanzarte coqueteos indirectos; pensaba que esa sería la mejor manera de que te enamoraras de él, con su apariencia de fuckboy.
- ̗̀ A pesar de tener a varias chicas detrás de él queriendo ligar, Sanemi te seguiría a cualquier lado sin importarle nadie más. Claro que siempre debía inventar alguna excusa convincente para que no sospecharas... demasiado.
- ̗̀ Su cuarto estaría lleno de bocetos y dibujos de tu mirada, tu rostro, tu sonrisa y expresiones que a él le encantaba ver en ti. Te dibujaba con tanta delicadeza que parecía una obra artística de museo. Todo esto estaba escondido dentro de una caja y encerrada en cinco llaves diferentes. No quería que nadie viera su lado enamorado.
- ̗̀ Terminaría por confesarse al finalizar el año, entregándote una carta y una selección de los mejores dibujos que él hizo, sorprendiéndote de que él era tu admirador. Te lanzaste a sus brazos y lo besaste sorprendiendo al chico. Sonrojado, te acercaría hacia el rodeando tu cuerpo con sus brazos.
