La batalla rugía en medio de la oscuridad. Sanemi y [T/N] enfrentaban a dos Lunas Superiores, cada golpe resonaba en la noche y los destellos de sus espadas brillaban entre el humo y las cenizas. Ambos se movían en perfecta sincronía, sus ataques complementándose, pero sabían que la fuerza de aquellos demonios superaba con creces a lo que jamás habían enfrentado.
En un instante de distracción, [T/N] apenas logró percibir el rápido movimiento de uno de los demonios que se lanzó hacia ella con una velocidad brutal. Su cuerpo se tensó, y cuando creyó que no podría reaccionar a tiempo, Sanemi apareció frente a ella, deteniendo el golpe con su cuerpo. El filo demoníaco rasgó profundamente su carne, y Sanemi gritó, cayendo de rodillas mientras la sangre manchaba su uniforme.
—¡Sanemi! —exclamó [T/N], la desesperación en su voz era palpable mientras se arrodillaba a su lado. Sus manos temblorosas se apoyaron en el rostro de él, y por un momento, sus miradas se cruzaron.
—Idiota... No te iba a dejar sola —murmuró Sanemi con una sonrisa llena de dolor, pero también de ternura. Sin embargo, su advertencia llegó demasiado tarde, ya que uno de los demonios aprovechó la oportunidad y lanzó un ataque hacia ella.
La espada de [T/N] cortó el aire mientras se lanzaba en un acto de furia pura, desatando toda su ira contra los demonios. Pero, aunque su fuerza era impresionante, no pudo resistir el ataque combinado de ambos. Unas garras la alcanzaron, cortando su abdomen y lanzándola contra el suelo con un impacto que resonó en todo el campo de batalla. Su cuerpo quedó tendido, ensangrentado y tembloroso, su respiración apenas un hilo.
—¡[T/N]! —Sanemi sintió un latido poderoso en su pecho, algo que lo impulsó a levantarse a pesar de las heridas que desgarraban su cuerpo. Al verla tan malherida, una furia insondable se apoderó de él, y algo dentro de él despertó. Su Marca de Cazador se activó, extendiéndose como un fuego ardiente por su cuerpo. Una energía intensa y brutal envolvió su figura, y su fuerza se multiplicó.
Sin una sola palabra, Sanemi se lanzó contra las Lunas Superiores con una velocidad y una fuerza que superaban cualquier límite humano. Cada corte de su espada era feroz, preciso, como si con cada movimiento descargara la ira y el dolor de ver a su amada herida. Los demonios comenzaron a retroceder, sintiendo la amenaza de aquel cazador que, en su desesperación, se había convertido en un monstruo de venganza.
Tras una feroz batalla, Sanemi acabó con los demonios, y el silencio llenó el campo de batalla. Exhausto, cayó de rodillas junto al cuerpo de [T/N], que yacía en el suelo, sus heridas empeorando a cada segundo.
—No... No puedes dejarme, [T/N] —susurró Sanemi, sosteniéndola en sus brazos. Su voz era apenas un susurro, temblorosa, mientras sentía su vida desvanecerse entre sus manos.
—Sanemi... —ella sonrió débilmente, alzando una mano para tocar su rostro ensangrentado. Su mirada, a pesar del dolor, era cálida y tranquila—. Luchamos juntos... hasta el final... como prometimos.
Sanemi apretó los dientes, sus lágrimas mezclándose con la sangre que cubría su rostro.
—No, no digas eso. No puedes irte... ¡No puedes dejarme así! —gritó, su voz quebrada, suplicante. La mano de [T/N] acarició suavemente su mejilla, tratando de calmar su dolor.
—No te preocupes, Sanemi... Estaré contigo... siempre... —susurró ella en sus últimos momentos, y su mano cayó, sin fuerzas, mientras su vida se apagaba en los brazos de Sanemi.
Sanemi permaneció allí, abrazándola, su cuerpo sacudido por un dolor indescriptible. La batalla había terminado, pero su corazón estaba destrozado.
En medio de la noche, el grito de Sanemi resonó en el silencio, una promesa de que siempre recordaría a quien fue su luz en aquella eterna oscuridad.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐀𝐙𝐔𝐆𝐀𝐖𝐀 𝐒𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈
FanficONE SHOTS DE SHINAZUGAWA SANEMI¡! KAKASHIFTME 2O24. © ❍ OS en diferentes situaciones, universos paralelos o alternativos.