Le dejé una nota diciendo que había surgido algo y que había tenido que irme temprano, estando afuera nuevamente del apartamento, tuve que luchar con mis demonios para no ir al apartamento de Black, e iniciar una pelea con él por haber irrumpido en la paz de mi hogar.
Sin embargo, la sensatez siempre ha sido mi aliada, y esta vez no es la excepción, en cuanto llego al hotel me encierro en mi oficina, y me pongo a analizar todas las posibles salidas, y la peor de todas es, intentar hacer de caso que no escuché nada.
He estado posponiendo mi viaje a las Vegas por no dejarla sola, pero posiblemente es lo que ambos necesitemos para poner en orden nuestros pensamientos, a pesar de que no me engaño, y sé que no hay mucho que poner en orden, sino más bien decisiones serias y dolorosas que tomar.
Siempre ha sido obvio que ella aún siente algo por Black, pero nunca me he sentido solvente para reclamarle, ya que Caroline aún no sale de mis venas, aunque a diferencia de Black y ella, yo tengo prácticamente meses sin ver a mi ex.
Y de lo que me he enterado de ella, es porque la misma Isabella me ha venido contando, a veces pienso que lo hace para medir mi reacción, y la mayoría de veces, logro interpretar a la perfección mi indiferencia, pero la noticia que sí me impactó, fue saber que ya tenía fecha para la boda.
Quise gritar, oponerme, pero no soy quién para hacerlo, incluso si no tuviera mujer, nunca lo haría. Así que tuve que bajar el nudo de mi garganta, con un trago de jugo de naranja.
Y hoy aquí, en la soledad de mi oficina, como una revelación, sé que hacer ese viaje nos ayudará a todos a despejar nuestros pensamientos, y a tomar mejores decisiones, aunque signifique tener que renunciar a mi mujer y quedarme como el perro de las dos tortas. Porque ella podría preferir quedarse con Black, y la otra mujer por quien aún tengo sentimientos, está por casarse con otro.
Aun así, es preferible estar solo, que estar en una relación en donde uno de los dos se siente forzado de alguna manera.
A las seis y minutos recibo una llamada de Isabella, veo el teléfono hasta que deja de sonar, y me debato entre responderle o esperar, no tarda en volver a sonar, por lo que termino guardándolo en la gaveta del escritorio.
Suspiro y frustrado salgo de mi despacho, el área de oficinas está desolado porque nadie ha venido aún, así que me voy al restaurante y aprovecho para supervisar el montaje del banquete para el desayuno, ya hay huéspedes tomando café y seleccionando comida.
Los chicos del personal me saludan con amabilidad, pero se sorprenden de verme aquí tan temprano; luego de cerciorarme que todo se está realizando en relativa normalidad, regreso a la oficina y lo primero que hago es revisar el teléfono, tengo más llamadas perdidas de Isabella e incluso un par de mensajes.
Amor, me desperté y no estabas, y no me refiero en la cama, obviamente cuando me levanto ya no estás ahí, y me extrañó que no me dijeras ¡Ni adiós!, ¿todo bien?
Agarro el teléfono y lo balanceo entre mis dedos, considerando qué contestarle, obviamente la plática que tenemos pendiente, no es algo que se deba de discutir por medio de mensajes; así que le respondo.
Sí, todo bien, surgió algo con un huésped y tuve que venir, pero todo está en orden.
Um... que bueno que ya lo hayan resuelto, sin embargo, te extrañé en el desayuno, ¡y sobre todo extrañé mi beso del postre!, ¿a lo mejor nos podamos ver en la hora de almuerzo?
No creo que sea posible, todo apunta que será un largo día, te veo en la noche. Un beso.
OK. No te olvides de comer, te quiero mucho y te mando muchos besos, ¡no solo uno!
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El DESTINO Y SUS JUEGOS - ¿GANARÁ EL AMOR?
RomanceDespués de todo lo que han pasado Isabella y Alexander, ¿será posible que el destino les tenga preparada alguna jugada en donde vuelva a unir sus vidas? Y de ser así, ¿qué ocurrirá? 1. Será que ahora que Isabella es mamá y conoce el valor de un hijo...