Estos cuatro meses, desde que me di cuenta de que mi hija no era Angie, sino Arianita, han estado llenos de cambios en nuestras vidas, por momentos envidio la inocencia de los niños, porque ellos se adaptan tan bien a ellos.
Quien más difícil la ha tenido es Patrick, porque no dejó de sentirse responsable, por no haberse fijado, que me habían cambiado a una de las niñas, le hemos asegurado que no es su culpa, pues al ver los videos, resulta complicado, ya que los cuatro bebés eran casi idénticos de tiernitos.
Me parece que por esa misma causa, no ha puesto reparos en que Alexander esté más cerca de los niños, aunque se justificó, en la sugerencia del psicólogo, de no alejar con brusquedad a la niña de su papá. Y se lo agradezco, porque el bienestar de mis hijos, ¡es el mío!
El día que le conté a Gaby lo de Arianita, me enteré por casualidad, que ya había hablado con Patrick y que él le había confesado que es estéril, la pobre mujer se puso nerviosa, cuando le pregunté que cuando había ocurrido, y me respondió que se habían encontrado en una reunión.
Me pidió que no le reclamara a Patrick, porque lo que menos quiere, es causarnos problemas y que se vaya a poner en contra, de que ella y yo continuemos frecuentándonos; traté de sonreír y de salir del apuro, diciéndole que seguramente lo había olvidado, a causa de tanto que tiene en mente el hombre.
Obviamente, ¡sí me enojé con él!, incluso discutimos, ya que, ¿Por qué razón me ocultaría, algo que yo misma le sugerí que hiciera?, bueno, ¡más bien le pedí!, me enojó mucho que me hiciera quedar como una idiota con mi amiga.
Días después me sorprendió diciendo.
—¡Amor, tenemos que hablar!
—¿Qué ocurre?, ¿por qué tanta seriedad? —le pregunté preocupada por su semblante.
—Es sobre Caroline, hay algo que tienes que saber.
De inmediato me puse en alerta, y siendo honesta, me esperé algo peor de lo que me contó.
—El día en que hablamos, fue el mismo día, en que tú tuviste el accidente en el jardín de flores —me confesó, y me sorprendió que eso le preocupara, ¡por qué no lo dijo y ya!, y fue al escuchar sus siguientes palabras, que entendí la razón—. Estaba muy molesto con ella, y quise comprobar que no se estuviera acercando a ti, ¡solo por llegar a mí nuevamente! —agregó, viéndome con vergüenza y juraría que con precaución—. La besé —confesó, dejándome caer un balde con agua lleno de cubos de hielos.
Me quedé de piedra y no supe que responder, el siguiente día yo había besado a Alexander, fue en circunstancias distintas, ¡pero lo había hecho!, ¿qué se suponía que tenía que hacer o decir?, ¿por eso Gaby se puso tan nerviosa, cuando le pregunté cuando se habían visto?
—Fue solo un beso —me aclaró Patrick—. Y quiero ser honesto contigo, ¡porque esto me está matando!, ¡ella fue quien lo terminó! —confesó, viéndome a los ojos.
Y eso último me hizo salir de mi impresión, ¿fue solo un beso, porque ella lo terminó?
—Que habría ocurrido, si ella no lo hubiera terminado —le pregunté, consciente de que podía tener una respuesta que no quería escuchar.
—¡Lo habría hecho yo! —Me aseguró, pero no logró disimular esa nota de duda en su mirada—. Por favor, perdóname, te aseguro que no va a volver a ocurrir una situación similar.
—Por supuesto que no, —le dije—. ¿Crees que después de saber que mi amiga se estuvo besuqueando contigo, voy a seguir frecuentándola? —le aclaré, comenzando a echar las primeras ráfagas de fuego por los ojos—. Además, ¡me queda la gran interrogante, si debemos de seguir juntos! —concluí.
ESTÁS LEYENDO
El DESTINO Y SUS JUEGOS - ¿GANARÁ EL AMOR?
RomanceDespués de todo lo que han pasado Isabella y Alexander, ¿será posible que el destino les tenga preparada alguna jugada en donde vuelva a unir sus vidas? Y de ser así, ¿qué ocurrirá? 1. Será que ahora que Isabella es mamá y conoce el valor de un hijo...