CAPÍTULO 1 - POR: Alexander Black.

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«Vete», le digo en mi mente, viéndola marchar hasta el ascensor, «¡pero ni creas que te vas a deshacer tan fácil de mí», le prometo en mis adentros.

—Señor Black, le llama la señora Eliana —me dice Lucí.

—Dile que estoy en reunión aún —le pido entrando en mi oficina.

—Milton, ven a mi despacho, —le pido por el celular.

—Enseguida señor Black.

—Enciendo el ordenador, y busco si hay algo en la web, que me dé indicios de qué hablaba Isabella, no es alguien a quien le guste salir en los tabloides, ¡así que no hay mucho!, a menos que se trate de algún evento al que haya asistido con su esposo.

—Señor Black —dice Milton entrando luego de tocar la puerta.

—Quiero que investigues qué fue de la vida de Isabella, desde que nos separamos —le pido.

—Algún dato en específico que quiera saber —me pregunta.

—¡No!, busca en general, ¡cuando lo encuentres sabremos!, parece ser que pasé por alto algo importante.

—Dadas las circunstancias, me llevará un tiempo rendirle un informe completo, —me hace saber.

—Procura tenerlo para la próxima semana —le pido—. De preferencia que sea antes del viernes.

—Bien señor, ¿algo más?

—No, puedes irte —le digo marcándole a Eliana.

—Te llamé porque Daniela y Marco nos han invitado a cenar, ¿quieres acompañarnos? —me pregunta, sin tener la menor idea, de que lo que menos quiero en estos momentos son reuniones sociales.

—Tengo mucho trabajo, ve tú, trataré de llegar temprano para que la nena no se quede sola, y voy a seguir desde casa.

—¿Estás seguro?, puedo decirles que lo dejemos para después —me ofrece.

—Daniela es tu amiga, ¡no se va a enojar porque yo no vaya! —le respondo con sarcasmo—. ¿Y Arianita? —le pregunto cambiando de tema.

—Duerme, ¡estuvo jugando toda la tarde! —me responde contenta.

—Tengo una reunión en breve, tengo que dejarte, nos vemos más tarde —le digo a secas.

—Bye. —La escucho que dice antes de colgar.

Continúo mi búsqueda de información sobre Isabella en las redes sociales, pero no hay nada, solo la nota de la boda de Irina, que anuncia que Isabella estaba recién casada con Dormán. «¡Dudo que se hubieran casado tan pronto si le hubiera pasado algo malo!», digo para mí.

La siguiente nota que aparece, es sobre la participación que tuvieron en la gala benéfica de los Crawford, rápido, rememoro lo felices que se miraban, tanto o más de lo que pude verlos el lunes en el restaurante.

Fue una sorpresa para la que no estaba preparado, esa noche entré al apartamento, y por primera vez desde que la nena nació, no tenía ganas de llegar y ver a Eliana, me sentía furioso con ella, ¡con el mundo entero!, me había caído sal en la herida que sigue sin cicatrizar.

Solo en el momento en que estuve jugando con Arianita sentí paz, luego de que ella se durmió me encerré en el despacho a trabajar, y no salí hasta asegurarme de qué Eliana se había dormido, también fue la primera vez en que no pude dormir junto a ella. Lo intenté, pero luego de dar y dar vueltas en la cama, terminé por levantarme y me fui al cuarto de la niña, porque la escuché llorar, la consolé y terminé quedándome dormido con ella en su cama.

El DESTINO Y SUS JUEGOS - ¿GANARÁ EL AMOR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora