CAPÍTULO 30 - POR: Alexander Black

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—Alguien es feliz cuando le traes a las sobrinas y al sobrino —dice Marian acariciando su enorme vientre.

—Sí, ¡se comporta como si tuvieran la misma edad! —le respondo viendo como Vanesa juega con los niños en la piscina.

—Es una gran cosa que los niños aprendan a nadar desde pequeños —comenta sonriendo y viendo como de bien lo hacen los tres.

—Ellos también aprendieron pequeños —nos cuenta mamá que viene con unos bocadillos—. Me preocupaba que al menor descuido pudieran meterse a la piscina y ahogarse, más tú que eras un travieso —acusa a Damon

—¡Yo! —Se defiende él—. Estoy seguro de que fui un amor y un niño obediente —le contradice viendo a Mariam.

—Muy pronto te darás cuenta de cuan quieto y obediente eras —le asegura papá divertido.

—Tú te portarás bien verdad mi amor —le dice Marian a su vientre, y se pone a reír ante el revoloteo del bebé—. Me parece que ese fue un, ¡me lo voy a pensar! —dice en nombre de su hijo.

Un sábado al mes, Isabella me deja que tenga a los niños todo el día, así que por lo general trato de hacer algo en lo que puedan participar mis papás y mis hermanos para que también compartan con ellos, Eliana se nos une cuando le es posible, pero últimamente está metida en su trabajo.

Y si soy honesto, ¡a mí me da igual!, con que estén mis tres hijos estoy bien, estaría completo si Isabela nos acompañara, pero eso ya es pedirle demasiado a la vida, ¡y no quiero tentar a mi suerte!

Los permisos con mis hijos han venido mejorando poco a poco, he tenido que llenarme de paciencia e ir esperando los cambios, pero ha valido la pena, tampoco me he sentido solvente, como para solo llegar y comenzar a exigir.

El trámite de reconocimiento de los tres, está por finalizar, ya solo estamos esperando la resolución y por fin mis amores dejarán de llevar el apellido de Dormán, el tipo se ha comportado con madurez, y se ha mantenido al margen de esa situación, y en secreto se lo agradezco, porque al menos es un problema menos.

Isabella ha estado accesible en todo lo que le he solicitado referente a nuestros hijos, pero la he notado esquiva conmigo, pocas veces la veo y cuando lo hago, procuro mantener bajo control la alegría que me genera, para no enojarla, aunque me muera de ansias por decirle lo linda que se ve, o lo bien que huele.

Continúo sin asimilar que Dormán tenga lo que es mío, lo que me corresponde por derecho, pero perdí por pendejo. Y estoy consciente de que no me alcanzará la vida para terminar de arrepentirme.

Con Eliana las cosas no van mal, pero tampoco están bien, tenemos cerca de siete meses en los que no hemos tenido intimidad, no estoy seguro, pero me parece que la última vez que lo hicimos se me salió el nombre de Isabella; y aunque no dijo nada y asumió demencia, a ninguna mujer con cinco dedos de frente, le va a agradar que la follen imaginando que es alguien más.

Así que ni ella ha hecho intentos por acercarse a mí, ni yo a ella, incluso hemos dejado de dormir juntos, empecé quedándome en la habitación de Arianita, pero la voy a malacostumbrar a que duerma conmigo, así que me estoy quedando en la habitación de invitados, aunque mis pertenencias continúen en la de Eliana.

¿Que si me he vuelto célibe?, sí, si la buena mano que me ayuda cuando la necesito no cuenta, y lo confieso, en más de una ocasión se me ha ocurrido meterme en la cama de Eliana, para que demos una buena follada, pero ya que hemos marcado distancia, ¡no quiero retroceder!, además, no se me hace justo por ella.

En ocasiones me pregunto si ya tendrá a alguien más, porque se le ve fresca y tranquila, y con esos viajes que tiene que realizar de repente para preparar sus eventos, solo ella sabe, ¡si me ha puesto ayudante!. Situación que no me preocupa ni enoja, con solo que sea discreta, ¡porque no pienso ser el hazmerreír de todos!

El DESTINO Y SUS JUEGOS - ¿GANARÁ EL AMOR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora