Me quito la sábana y me arrodillo a la orilla de la cama para abrazarlo cuando se acerca a mí, sus manos recorren mi cuerpo acariciando mis caderas y trasero.
—Me parece que no necesitaremos esto —me dice quitándome la camiseta.
—Um... —gimo cuando mete sus manos debajo de mi short para inspeccionar la ropa interior que traigo.
—Esto tampoco lo necesitamos —dice quitándome el short.
—¿Los niños no se despertaron cuando los pasaste a sus camas? —le pregunto ayudándole a que se deshaga de mi short, la braga la dejó en su lugar.
—No, ya estaban bien dormidos —dice besando mis labios, nos entregamos a un beso apasionado y poco a poco siento como sus labios recorren mi cuello, mis hombros, baja por en medio de mis pechos y con los dedos acaricia mis pezones.
—Um... tú también llevas mucha ropa —le reprocho, pretendiendo que se quite el pants, quiero acariciarlo.
—Aún no, tengo algo que hacer antes —me responde, besando mi ombligo y yendo hacia abajo, suena su teléfono y sin dejar de besarme lo revisa.
—Ven —le pido queriendo que se meta a la cama conmigo.
—Te tengo una sorpresa, —dice despidiéndose con un beso en la boca, sale de la habitación y a los minutos regresa, pero no trae nada, solo que deja la puerta entreabierta y viene nuevamente hasta adonde mí.
—¡Me vuelves loco! —exclama viéndome con intensidad, su mirada me hace sentir cohibida, pero voy a él cuando me extiende la mano para que me levante.
Volvemos a besarnos con pasión, y en esta ocasión no duda en meter su mano en medio de mi entrepierna, palpando mi centro y la humedad que ha comenzado a formarse ahí.
—Ah... —gimo llena de placer.
Sus labios están acariciando mi hombro y de pronto siento otros labios acariciar mi otro hombro y otras manos acariciar mi cuerpo, abro los ojos de inmediato y para mi sorpresa es Patrick que se ha unido a la fiesta.
—¿Patrick que haces? —le pregunto incrédula, ¡nos hemos divorciado porque dijo que no me podía compartir!, ¡y viene justo cuando estoy por follar con otro!, y peor aún, ¡me besa!
—No preguntes nada y disfruta —me pide separándose y comenzando a desvestirse, trae su camisa de vestir celeste, y comienza a desabotonarla con sensualidad sin dejar de verme a los ojos.
Me siento hipnotizada por ellos, pero bajo la vista al tiempo que suelto un gemido porque Alexander ha sustituido sus dedos por sus labios en mi sexo, me agarro a los hombros de él y echo la cabeza hacia atrás, Patrick se sube a la cama y captura de inmediato mi boca con la suya.
¡Wow!, esto es increíble, ¡no puede estar ocurriendo en realidad!, los dos hombres de mi vida me están dando tanto placer, a tientas busco el pantalón de Patrick y saco su erección y comienzo a acariciarla.
—Me pediste un beso de despedida —me recuerda—. Pero pensé en darte algo más —dice llevando su boca a mi pezón.
Las sensaciones son exageradas, indescriptibles y como si estuvieran sincronizados, Alexander ejerce un poco más de presión allí abajo al tiempo que Patrick succiona mi pezón, el estallido del orgasmo está tan cerca pero el monitor de los niños comienza a sonar y Alexander deja de dedicarle atención a mi entrepierna.
—Sigue tú —le pide Patrick—. Yo voy a verificar que estén bien —dice dejándome también.
—No, ya voy yo —dice Alexander, dirigiéndose a la puerta y Patrick lo sigue, los observo a ambos, ¡y no puedo creer que me dejen así!
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El DESTINO Y SUS JUEGOS - ¿GANARÁ EL AMOR?
RomanceDespués de todo lo que han pasado Isabella y Alexander, ¿será posible que el destino les tenga preparada alguna jugada en donde vuelva a unir sus vidas? Y de ser así, ¿qué ocurrirá? 1. Será que ahora que Isabella es mamá y conoce el valor de un hijo...