Hablando con Irin

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Becky caminaba por los pasillos de la facultad de Medicina, los ecos de sus pasos resonando en el largo corredor vacío. A pesar de la tranquilidad que la rodeaba, su mente estaba lejos de estar en paz. Las últimas semanas habían sido una mezcla caótica de emociones, especialmente después de verla. A Freen. Cada encuentro era un recordatorio doloroso de lo que pudo ser y no fue, de las oportunidades perdidas y de las decisiones tomadas por miedo. Becky trataba de enfocarse en sus estudios, en sus responsabilidades como estudiante de medicina, pero todo parecía desvanecerse cuando la imagen de Freen, junto a Valery, se colaba en su mente.

A lo lejos, una voz familiar rompió sus pensamientos.

—¡Becky!

Era Irin, su mejor amiga y compañera desde el primer año. Becky la vio acercarse con una sonrisa, aunque sus ojos denotaban preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó Irin, deteniéndose a su lado y entrecerrando los ojos—. Pareces como si hubieras visto un fantasma.—

Becky trató de esbozar una sonrisa, pero sabía que no podía ocultar lo que realmente sentía.

—Estoy... —comenzó, pero rápidamente se detuvo, sabiendo que mentirle a Irin no tenía sentido. Con un suspiro, dejó caer los hombros—. No, no estoy bien. Estoy hecha un desastre, Irin.—

Irin arqueó una ceja y tomó a Becky por el brazo, llevándola hacia una de las bancas del pasillo.

—Cuéntame qué está pasando —insistió, acomodándose a su lado, cruzando las piernas con la seriedad de quien está a punto de recibir una confesión importante.

Becky miró a su amiga, dudando por un momento, pero finalmente decidió abrirse. Sabía que necesitaba hablar de lo que la atormentaba.

—Es Freen... otra vez —dijo, dejando que la verdad se derramara lentamente—. La veo con su novia Valery y... no puedo soportarlo. Me siento tan... —Buscó las palabras adecuadas, pero ninguna parecía suficiente—. Me siento... Sé que no está bien, pero verla con ella me destroza.—

Irin suspiró, sabiendo cuánto le costaba a Becky esta situación. Era algo que había visto evolucionar a lo largo de los meses. Becky se había distanciado de Freen por decisión propia, sabiendo que sus sentimientos podrían hacerla vulnerable, pero ahora todo parecía haberse vuelto más complicado.

—¿Por qué te sigues haciendo esto? —preguntó Irin, preocupada—. Te alejaste porque sabías que no podías manejar lo que sentías. ¿Por qué te torturas volviendo a ese mismo punto una y otra vez?—

Becky se llevó las manos a la cara, dejando escapar un suspiro largo y pesado.

—Porque... —titubeó, con la mirada clavada en el suelo—. Porque no quiero perderla. Sé que me alejé porque no podía soportar la confusión que tenía Freen en ese momento, pero... si soy honesta, todo lo que estoy haciendo ahora es para que sea Freen quien dé el primer paso. Quiero que sea ella quien vuelva a mí.—

Irin la miró fijamente, tratando de comprender la lógica detrás de esas palabras.

—¿Por qué crees que sería diferente ahora? —preguntó con suavidad—. Freen está con Valery, y parece que está bien con ella. ¿Qué te hace pensar que Freen quiera dar ese paso contigo?—

Becky apretó los labios, sintiendo el nudo en su garganta crecer. Sabía que lo que Irin decía era cierto, pero en su corazón aún había una chispa de esperanza. Un deseo profundo de que las cosas cambiaran.

—No lo sé —admitió, con la voz quebrada—. Pero no puedo soportar la idea de que ella sea tan abierta y cariñosa con Valery, cuando esa debería ser yo. No puedo evitar sentir que... que aún hay algo entre nosotras. Algo no resuelto.—

Irin se quedó en silencio por unos segundos, reflexionando sobre lo que su amiga acababa de decir. Finalmente, tomó una decisión.

—Becky, no puedes seguir esperando que Freen haga todo el trabajo. Si realmente sientes que algo sigue allí, debes ser tú quien tome la iniciativa, quien la enfrente y le diga lo que realmente sientes. Porque, si no lo haces, corres el riesgo de quedarte estancada en este círculo de dolor e incertidumbre.—

Becky alzó la vista, sorprendida por las palabras de Irin. Nunca había considerado realmente tomar la iniciativa. Siempre había esperado que fuera Freen quien diera el primer paso, pero ahora, frente a su mejor amiga, la realidad se hacía evidente.

—¿Y si me rechaza? —preguntó en un susurro, temiendo la respuesta.

—Entonces sabrás que hiciste todo lo que podías —respondió Irin, con un tono firme pero comprensivo—. Y podrás seguir adelante.—

El silencio se instaló entre ambas, cargado de pensamientos no dichos. Becky sabía que Irin tenía razón, pero aún no estaba segura de si estaba lista para enfrentar a Freen, para arriesgarse a perderla completamente.

Sin embargo, algo dentro de ella comenzó a cambiar. Quizás era hora de dejar de esperar, de tomar el control de su vida y sus decisiones. Freen significaba mucho para ella, pero también debía protegerse a sí misma.

—Tienes razón —dijo finalmente, con una leve sonrisa—. No puedo seguir así. Voy a hablar con ella, tarde o temprano. No puedo seguir evitando esto.—

Irin le devolvió la sonrisa y le dio una suave palmada en la espalda.

—Eso es lo que quería escuchar. Y cuando lo hagas, estaré aquí, para lo que necesites.—

Becky asintió, agradecida por el apoyo incondicional de su amiga. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero al menos ahora tenía un plan, una decisión que tomar.

Por primera vez en mucho tiempo, sintió que estaba lista para enfrentar lo que viniera, aunque eso significara arriesgarse a perder a Freen para siempre.

INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora