Una Nueva Notificación

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Freen despertó temprano aquella mañana, más por hábito que por necesidad. Había pasado la noche en el apartamento de Valery una vez más, y aunque se sentía cómoda allí, la tensión de la cena anterior con Becky seguía en su mente, una sombra que no podía ignorar. El suave sonido de la respiración de Valery, aún profundamente dormida, le dio una pequeña sensación de paz. Sin embargo, el peso de los últimos días la mantenía inquieta.

Tomó su teléfono de la mesita de noche, esperando distraerse con alguna noticia o actualización de sus redes sociales. Pero en cuanto desbloqueó la pantalla, vio algo que no esperaba: una notificación de LINE. Freen se quedó inmóvil por un instante, su corazón acelerándose mientras observaba el nombre que había intentado evitar: Becky. No había borrado sus conversaciones anteriores, aunque había pensado hacerlo en varias ocasiones. Siempre había postergado ese momento, quizá porque no estaba lista para eliminar esa parte de su historia, o tal vez porque, en el fondo, había algo de Becky que aún la mantenía anclada.

El mensaje no era largo, pero el peso que llevaba consigo era innegable:

"Hola, Freen. Espero que estés bien. Fue agradable verte ayer, sin resentimientos. Tal vez, en algún momento, podamos charlar como antes. Cuídate."

Nada comprometedor, ninguna declaración que pusiera en duda su relación actual, pero Freen no podía negar que había algo en ese mensaje que la perturbaba. Había una sencillez calculada en las palabras de Becky, una sutileza que hacía que pareciera inocente, pero que llevaba consigo el eco de su pasado compartido. Era como si Becky hubiera lanzado una cuerda al vacío, esperando ver si Freen la tomaría.

Freen suspiró, sus dedos tamborileando nerviosamente sobre la pantalla. No sabía cómo responder, o si siquiera debería hacerlo. No era una cuestión de infidelidad o engaño, sino más bien de respeto hacia Valery. Sin embargo, la sola presencia de Becky en su vida, aunque fuera a través de un simple mensaje, parecía poner en riesgo todo lo que había construido con ella.

Mientras estaba inmersa en sus pensamientos, Valery comenzó a moverse a su lado, despertando lentamente.

—Buenos días —murmuró Valery con una voz suave y adormilada, estirándose sobre la cama.

Freen bloqueó su teléfono con rapidez, deslizando el dispositivo bajo la almohada antes de que Valery pudiera notar algo. Se giró hacia ella, forzando una sonrisa.

—Buenos días —respondió, inclinándose para besar su frente.

—¿Dormiste bien? —preguntó Valery, frotándose los ojos y sonriendo ligeramente.

—Sí, lo suficiente —mintió Freen, su estómago revuelto por el mensaje no leído.

Valery se levantó lentamente de la cama, estirando los brazos y mirando a Freen con una ternura que hizo que el corazón de esta se apretara un poco más.

—Pensaba que podríamos ir a desayunar a nuestro café favorito hoy, ¿te apetece? —dijo Valery mientras recogía su cabello en una coleta desordenada.

—Claro, suena bien —respondió Freen, tratando de parecer entusiasmada, aunque su mente seguía volviendo una y otra vez a Becky.

Valery se acercó a Freen y le dio un suave beso en los labios.

—Te amo —susurró, y Freen sintió el calor de esas palabras envolviéndola, pero también algo de culpa en su pecho.

—Yo también te amo —respondió Freen, esta vez con más sinceridad.

Valery se dirigió al baño para prepararse, dejando a Freen sola en la cama. Freen respiró profundamente, sabiendo que tenía que tomar una decisión. Desbloqueó su teléfono de nuevo y releyó el mensaje de Becky. Sentía el impulso de responder, aunque fuera para dejar las cosas claras, pero no podía evitar preguntarse si eso solo abriría más puertas que debería dejar cerradas.

Sin pensarlo demasiado, decidió archivar la conversación. No la borraría, no todavía. Quería creer que era una manera de mantener su historia en orden, pero en el fondo sabía que esa decisión solo dejaba espacio para más confusión en el futuro.

[...]

La mañana transcurrió sin sobresaltos. Freen y Valery disfrutaron de su desayuno en el pequeño café donde solían pasar tiempo juntas. La conversación fluía de manera ligera, pero Freen sentía que algo se había interpuesto entre ellas, un vacío silencioso que Valery no parecía notar.

Después del café, volvieron al apartamento de Valery, y Freen se excusó para revisar algunos correos del trabajo. Valery, acostumbrada a la rutina, se sentó en el sofá con su computadora para estudiar algunas coreografías. Parecía una tarde tranquila y común, pero Freen sabía que el peso del mensaje de Becky no se había disipado.

Minutos después, mientras revisaba correos, Freen recibió otra notificación. Esta vez no era Becky, pero ver su nombre aún en la lista de contactos hizo que su corazón diera un vuelco. Sabía que eventualmente tendría que enfrentarse a esa conversación, pero por ahora, simplemente cerró la aplicación.

La tarde pasó rápidamente, y antes de que se dieran cuenta, la noche había caído. Valery se mostró especialmente afectuosa esa noche, tal vez como respuesta a la cena incómoda del día anterior. Freen intentó corresponder, pero en su mente, algo la mantenía distante. Estaba segura de que Becky no había terminado con su juego, y mientras no le contara a Valery sobre el mensaje, sentiría que estaba ocultando algo.

Cerca de la medianoche, cuando Valery ya dormía profundamente, Freen se encontró nuevamente despierta. Estaba acostada boca arriba, mirando el techo, con el teléfono en la mano. La tentación de revisar la conversación archivada era fuerte. A pesar de haber prometido a Valery que Becky no significaba nada, el hecho de que la conversación aún estuviera allí, intacta, era una señal de que, en el fondo, Becky aún mantenía una pequeña parte de su vida.

Se levantó silenciosamente de la cama, sin despertar a Valery, y salió a la sala de estar. Sentada en el sofá, desbloqueó su teléfono una vez más. Volvió a leer el mensaje de Becky, tratando de encontrar algún significado oculto en esas pocas palabras. Sabía que responder sería un error, pero el hecho de que la conversación aún existiera era un recordatorio de que, de alguna manera, no había terminado por completo con ese capítulo de su vida.

Finalmente, Freen volvió a archivar la conversación, esta vez con más determinación. No respondería, no dejaría que Becky volviera a interponerse entre ella y Valery. Pero en el fondo, sabía que el simple hecho de no haber borrado los mensajes sería algo que, tarde o temprano, saldría a la luz.

Antes de regresar a la cama, lanzó un último vistazo hacia la habitación, donde Valery dormía plácidamente. Freen sabía que, aunque había decidido archivar el pasado, ese pasado podría volver a desenterrarse en cualquier momento.

INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora