Momentos Inolvidables

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El sonido suave de la lluvia golpeando las ventanas llenaba el silencio en el pequeño departamento de Valery. Era una tarde tranquila, de esas en las que solo quieres acurrucarte y perderte en el tiempo. Freen estaba en la cocina, preparando unas palomitas, mientras Valery acomodaba los cojines en el sofá.

—¿Qué película vamos a ver hoy? —preguntó Valery, echando un vistazo al control remoto sin poder decidirse.

Freen apareció en la sala con un bol de palomitas y dos refrescos.

—Pensé en algo ligero —respondió con una sonrisa—. ¿Qué te parece una comedia romántica? Algo que no tengamos que pensar demasiado, solo disfrutar.—

Valery asintió, soltando una risita.

—Me parece perfecto. Después de estos días, creo que necesitamos algo así.—

Ambas se acomodaron en el sofá, acurrucándose juntas bajo una manta mientras la película comenzaba. Valery descansaba su cabeza en el hombro de Freen, quien jugueteaba con su cabello, enredando sus dedos suavemente entre los mechones sueltos. El ambiente era cálido y tranquilo, justo lo que ambas necesitaban.

A medida que la película avanzaba, Valery notaba cómo la cercanía con Freen la llenaba de calma. Sin pensarlo mucho, sacó su teléfono y empezó a tomar algunas fotos de ellas dos. Freen le sonrió, posando juguetonamente para la cámara.

—Eres preciosa —dijo Freen en un tono suave, mientras Valery capturaba una foto de ambas sonriendo juntas.

—Y tú más —respondió Valery, acercándose para besarla en la mejilla.

De pronto, el teléfono de Freen, que estaba en la mesa de café, vibró. Valery, que aún tenía su teléfono en la mano, echó un vistazo rápido a la pantalla de bloqueo.

—Amor... te llegó un mensaje de Becky —dijo Valery en un tono lo suficientemente curioso como para captar la atención de Freen.

Freen levantó la mirada hacia Valery y notó el nombre en la pantalla del móvil. Hizo una pausa breve antes de responder.

—Le contesto después —dijo Freen con un gesto tranquilo, tratando de restarle importancia mientras acariciaba el brazo de Valery—. Ahora mismo estoy disfrutando mi momento contigo.—

Valery asintió, relajándose al escuchar la respuesta de Freen. No era la primera vez que veía mensajes de Becky en el teléfono de su novia. ¿Qué quería Becky? Pero decidió no insistir. Freen siempre había sido honesta, y su atención ahora estaba completamente centrada en ella.

—Está bien, no es importante —murmuró Valery, dejando el teléfono de Freen sobre la mesa de nuevo y acurrucándose más cerca de su novia.

La película seguía de fondo, pero el interés por lo que sucedía en la pantalla había desaparecido por completo. Freen deslizó una mano por la cintura de Valery, acercándola aún más a su cuerpo. Los dedos de Valery trazaban pequeños círculos sobre la piel de Freen, en una caricia suave que provocaba una sonrisa en los labios de ambas.

—¿Sabes? —susurró Freen, mientras acariciaba el cabello de Valery—. Me encanta pasar estos momentos contigo. Solo nosotras dos, sin distracciones.—

Valery sonrió, alzando la vista para mirarla a los ojos.

—A mí también... es lo que más me gusta del mundo —respondió en voz baja, mientras sus dedos seguían trazando figuras en el brazo de Freen.

Un silencio cómodo se instaló entre ellas. Sin necesidad de palabras, solo existía esa conexión palpable, esa sensación de que el mundo exterior no importaba en absoluto. Valery volvió a recostar su cabeza en el hombro de Freen, cerrando los ojos, dejándose llevar por la calma del momento.

Pero la vibración del teléfono de Freen volvió a sonar, interrumpiendo ese pequeño espacio de paz. Valery suspiró, sintiendo que el nombre de Becky volvía a aparecer en su mente, aunque trató de ignorarlo.

Freen, notando el leve cambio en la respiración de Valery, la miró de reojo.

—¿Todo bien? —preguntó suavemente, acariciando su mejilla.

Valery abrió los ojos y la miró. Sabía que no debía preocuparse, pero algo en su interior quería una pequeña confirmación.

—Sí, solo... bueno, Becky parece que tiene algo importante que decirte —dijo Valery, mordiéndose ligeramente el labio—. Pero no quiero que se malinterprete. Estoy bien, de verdad.—

Freen la observó durante unos segundos antes de inclinarse y besarla lentamente en los labios, un gesto lleno de amor y promesa.

—No hay nada más importante para mí en este momento que tú —susurró contra sus labios—. Becky puede esperar. No es nada que deba preocuparnos ahora. Confía en mí.—

Valery le devolvió la sonrisa, sintiendo cómo esa pequeña inseguridad se desvanecía con las palabras y gestos de Freen.

—Confío en ti —murmuró Valery, apoyando su frente contra la de Freen—. Y yo también quiero disfrutar este momento contigo.—

El ambiente entre ellas se volvió aún más íntimo. Freen acarició la espalda de Valery, sus manos deslizándose suavemente, acercándola más mientras sus labios se encontraban de nuevo, esta vez con más intensidad. Los besos eran lentos, profundos, y el calor entre ambas comenzaba a subir.

La película seguía de fondo, pero ninguna de las dos prestaba atención. Las manos de Freen continuaban explorando, trazando líneas invisibles por la piel de Valery, mientras los besos se volvían más apasionados, más urgentes. Valery se dejó llevar, sintiendo el deseo en cada caricia, en cada roce de sus labios.

Finalmente, cuando ambas se separaron ligeramente para recuperar el aliento, Freen sonrió y acarició la mejilla de Valery.

—Te amo, Valery —dijo con un tono lleno de seguridad y amor—. Y no hay nada ni nadie que pueda cambiar eso.—

Valery la miró, con sus ojos brillando.

—Y yo te amo a ti, bebé. Más de lo que puedo explicar —respondió, entrelazando sus dedos con los de Freen.

Se acurrucaron de nuevo, esta vez más cerca, mientras el sonido de la lluvia y la película de fondo eran todo lo que necesitaban para hacer de esa tarde algo especial.

INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora