Un Alto al Juego

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Freen se había acercado a ver la practica de Valery en la academia , como solía hacer, y aunque siempre disfrutaba observar a Valery en su elemento, hoy sentía una ligera tensión en el aire. Becky, como de costumbre, no había perdido oportunidad de lanzarle un par de sonrisas coquetas y guiños descarados durante toda la práctica, lo cual no pasó desapercibido para Valery.

Valery, con el ceño levemente fruncido, decidió que no se quedaría atrás. Cada vez que Becky hacía un gesto coqueto, ella intentaba "superarla" de alguna manera. Primero fue un guiño exagerado, luego le tiró besos juguetones a Freen desde el otro lado del gimnasio. Incluso en una pausa de agua, Valery se acercó a Freen y le susurró algo al oído de manera exageradamente sensual, haciendo que Freen riera nerviosa y se sonrojara.

Freen, aunque apreciaba la actitud divertida de Valery, no podía evitar sentirse un poco incómoda con la evidente "competencia" que se estaba dando entre las dos. Valery trataba de mantener una sonrisa, pero su mirada era clara: no le gustaba lo que Becky estaba haciendo, y estaba dispuesta a marcar su territorio, aunque lo hiciera de forma exagerada.

Becky, por su parte, parecía disfrutar de la situación, jugando con la incomodidad de Freen. Cada vez que Valery intentaba superarla, Becky lo llevaba un paso más allá, soplando besos al aire en dirección a Freen o haciendo gestos exagerados con las manos.

Al final de la rutina, Valery, aún sudorosa pero sonriente, corrió hacia Freen y le dio un gran abrazo por el cuello, seguido de un beso en los labios, como si quisiera asegurarse de que Becky supiera exactamente quién era la pareja de Freen.

—¿Cómo me fue? —preguntó Valery con una sonrisa triunfante, sus brazos aún colgados del cuello de Freen.

—Increíble, bebé —dijo Freen, riendo y abrazándola de vuelta, aunque con una ligera sensación de incomodidad.

Justo cuando pensaba que la situación se había calmado, Becky pasó al lado de ellas, con una sonrisa pícara en su rostro. Freen, sabiendo que necesitaba resolver este asunto, la llamó antes de que se alejara demasiado.

—Becky, ¿puedo hablar contigo? —Freen le pidió con una voz firme, pero tranquila.

Becky levantó una ceja, sorprendida por el tono serio de Freen, pero asintió. —Claro, ¿de qué se trata? —respondió, deteniéndose junto a ellas.

Freen miró a Valery, quien le dio un pequeño beso en la mejilla antes de soltarla. —Te espero en el auto, amor —dijo Valery, lanzándole una última mirada de complicidad a Becky antes de marcharse.

Una vez que estuvieron solas, Freen se cruzó de brazos y miró directamente a Becky. El tono juguetón que Becky había mantenido durante toda la rutina ya no tenía lugar en la conversación.

—Mira, Becky, sé que somos amigas, pero tengo que ser clara contigo —comenzó Freen, sin titubeos—. Lo que hiciste hoy, las miradas, los guiños... todo eso, no está bien.—

Becky la miró con una sonrisa que no desaparecía de su rostro. —¿Por qué? ¿Nerviosa, Freen? —preguntó en tono burlón, pero Freen no se dejó intimidar.

—No se trata de eso —respondió con firmeza—. Se trata de que estoy en una relación con Valery, y lo que haces está empezando a afectarla. No quiero que ella sienta que tiene que competir por mi atención, y menos con una amiga.—

Becky la miró por un momento, sorprendida por la seriedad de Freen. Su sonrisa se desvaneció lentamente mientras asimilaba las palabras. —No pensé que fuera para tanto. Solo estaba bromeando —dijo, aunque su tono ya no era tan seguro como antes.

—Puede que tú lo veas así, pero para Valery no es una broma, y para mí tampoco —añadió Freen, sin dejar espacio para dudas—. Mi relación con Valery es lo más importante para mí, y no quiero que nada la ponga en peligro, ni siquiera tu amistad.—

Becky suspiró y miró hacia otro lado por un momento, claramente incómoda. —No era mi intención hacerte sentir así... o hacerla sentir así —murmuró, sin su habitual confianza.

Freen asintió, viendo que sus palabras habían hecho efecto. —Lo sé, y por eso te lo estoy diciendo. Pero, Becky, necesito que pongas un poco de distancia. Las cosas no pueden seguir así, ¿de acuerdo?—

Becky la miró y, después de un largo silencio, asintió lentamente. —De acuerdo, Freen. No volveré a hacerlo. No quiero perder tu amistad... ni causar problemas entre tú y Valery.—

Freen sonrió, aliviada de que la conversación hubiera salido bien. —Gracias, Becky. Lo aprecio de verdad.—

Becky se despidió con un gesto rápido, y Freen la observó alejarse, sintiendo que había tomado la decisión correcta. Valery estaba esperando en el coche, y mientras caminaba hacia ella, Freen se sintió más segura de su relación, sabiendo que había hecho lo necesario para proteger lo que tenía con Valery.

Becky seguía pensando en la conversación con Freen mientras caminaba hacia el estacionamiento. Las palabras de Freen aún resonaban en su cabeza, haciendo que su ánimo decayera. Freen había sido muy clara y firme, algo que Becky no había anticipado. Al llegar a su auto, sacó las llaves distraídamente, cuando de repente escuchó una voz familiar.

—¿Becky, ya te vas? —La voz de Pim la sacó de su ensimismamiento.

—Eh, sí, ya voy a casa —respondió Becky con un tono algo distante—. Tengo trabajos de la universidad que terminar.—

Pim notó algo en la expresión de Becky, una mezcla de desconcierto y preocupación que no podía ignorar.

—¿Estás bien? —preguntó Pim con genuina curiosidad, dando un paso más cerca de ella.

Becky respiró hondo, intentando poner una sonrisa despreocupada. —Sí, no te preocupes —respondió, aunque no convenció del todo a Pim.

—De acuerdo... —Pim parecía no muy convencida, pero no insistió—. Te iba a preguntar si me dabas un aventón. Me quedé sin batería en el teléfono y no puedo pedir un taxi.—

Becky asintió, agradeciendo la oportunidad de cambiar de tema. —Claro, súbete —dijo mientras le abría la puerta del copiloto a Pim.

Pim sonrió agradecida y se subió al auto. Becky se dirigió hacia el asiento del conductor, tratando de dejar de lado lo que acababa de pasar. Sin embargo, mientras encendía el motor y comenzaba a conducir, la sensación de incomodidad seguía presente.

La primera parte del trayecto fue silenciosa, algo inusual entre ellas. Pim miró de reojo a Becky, notando cómo su amiga parecía perdida en sus pensamientos.


INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora