Recuerdos

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El ambiente estaba cargado de emoción en la academia de danza. Esa noche, el equipo de Valery tenía una presentación especial, una muestra pequeña y privada para familiares y amigos cercanos. Valery, aunque nerviosa, estaba concentrada en dar lo mejor de sí. Entre las participantes también estaba Becky, algo que había tensado ligeramente la preparación, pero Valery se centró en no dejar que eso afectara su actuación.

Freen estaba allí, en las primeras filas, lista para apoyar a Valery, aunque la situación no era cómoda. Desde que habían hablado sobre Becky en la cena, Freen había estado algo distante. Aunque intentaban actuar con normalidad, ambas sabían que el fantasma de esa conversación seguía latente.

El espectáculo comenzó, y Valery brillaba en el escenario. Freen la miraba con admiración, pero no podía evitar que su mirada se desviara de vez en cuando hacia Becky, quien también bailaba con una elegancia innegable. El contraste entre ambas mujeres era evidente: mientras Valery irradiaba pasión y energía, Becky tenía una presencia enigmática, sutil, pero cautivadora. Freen trataba de mantener su mente enfocada en Valery, pero los recuerdos de su pasado con Becky comenzaban a resurgir.

[...]

Al terminar la presentación, el ambiente en la academia se tornó más relajado. Los bailarines se reunían con sus familiares y amigos para celebrar, y entre risas y aplausos, Freen y Valery fueron invitadas a una cena informal. Lo que Valery no había anticipado era que Becky también estaría en la misma mesa, junto a dos compañeras de baile.

—Vaya, qué coincidencia, ¿no? —comentó Becky con una sonrisa sutil al sentarse frente a Freen y Valery.

Valery, que había intentado mantener la calma durante todo el evento, sintió cómo su estómago se revolvía ligeramente al tener a Becky tan cerca. Miró de reojo a Freen, quien trataba de mantenerse neutral, aunque Valery notaba la incomodidad en su mirada.

—Sí... casualidades de la vida —respondió Valery, tratando de sonar despreocupada.

Becky, consciente de la tensión en el aire, parecía disfrutar ligeramente de la situación. Había notado cómo Freen evitaba mirarla directamente, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de hacer un comentario.

—La última vez que nos vimos en persona... fue bastante diferente, ¿no, Freen? —dijo Becky con una sonrisa casi inocente.

Freen apretó los labios y asintió, intentando no caer en el juego.

—Las cosas cambian, Becky —respondió con frialdad, desviando la mirada hacia Valery—. Ahora estoy con Valery, y eso es lo único que importa.—

Valery sintió una punzada en el pecho. Sabía que Freen intentaba mostrar su apoyo, pero la presencia de Becky lo hacía todo más complicado. No podía evitar preguntarse qué tanto de la historia entre ellas aún permanecía en la mente de Freen.

—Bueno, es genial verte tan... estable —dijo Becky, levantando su copa en señal de brindis—. Valery, hiciste un trabajo impresionante esta noche. Tu coreografía fue espectacular.—

Valery, aunque agradecida por el cumplido, no podía evitar el ligero tono de condescendencia en la voz de Becky. Decidió tomar la iniciativa, no quería que la situación escalara más.

—Gracias, Becky. Tu participación también fue buena —respondió con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.

El ambiente en la mesa se mantenía tenso. Las compañeras de Becky intentaban mantener una conversación ligera, pero era evidente que las tres mujeres estaban inmersas en su propia dinámica.

En algún momento, mientras las risas fluían desde otra parte de la sala, Becky se inclinó ligeramente hacia Freen, rompiendo el hielo con un comentario que sólo ellas dos podían entender.

—¿Recuerdas aquella vez en el café? Las cosas quedaron bastante... abiertas, ¿no crees?—

Freen la miró, claramente incómoda, pero antes de que pudiera responder, Valery intervino.

—Creo que deberíamos cambiar de tema —dijo Valery, su tono firme pero educado.

Becky levantó las manos en un gesto de disculpa, aunque la sonrisa en su rostro dejaba claro que disfrutaba jugando con los límites.

—Por supuesto, no quería incomodar a nadie —dijo con una sonrisa inocente.

Freen agradeció en silencio la intervención de Valery. Aunque trataba de mantenerse firme, la tensión que Becky traía a la mesa le hacía difícil concentrarse en el presente. No podía evitar pensar en las largas conversaciones que había tenido con Becky por LINE antes de que todo se desmoronara. Habían compartido muchas cosas, y aunque Freen lo veía como algo del pasado, el peso de esos recuerdos aún estaba allí.

El resto de la cena pasó entre silencios incómodos y pequeñas charlas triviales, pero Valery no dejaba de observar a Becky, tratando de descifrar sus verdaderas intenciones. Estaba claro que Becky no solo había vuelto a la vida de Freen por casualidad, sino que, de alguna manera, parecía disfrutar de su presencia.

Antes de que la noche terminara, Becky hizo un último intento por sembrar una pequeña semilla de duda.

—Freen, fue agradable verte esta noche. Tal vez en otro momento podamos hablar más tranquilamente, como lo hacíamos antes.—

Freen frunció el ceño, pero antes de que pudiera responder, Valery puso una mano sobre la suya, interrumpiendo cualquier intento de Becky por profundizar en el tema.

—Creo que estamos bien como estamos, ¿no, amor? —dijo Valery, mirando a Freen con una mezcla de determinación y ternura.

Freen asintió, agradecida por el gesto de Valery, aunque el eco de las palabras de Becky seguía resonando en su mente.

[...]

Cuando la noche finalmente llegó a su fin, y Valery y Freen regresaron a el apartamento de Valery, Freen realmente pasaba demasiado tiempo ahí, la madre de Valery siempre tenía largas jornadas nocturnas en el hospital donde trabaja.

El silencio entre ellas era pesado. Aunque Freen intentaba ocultarlo, Valery sabía que las palabras de Becky habían dejado una huella.

—No quiero que esto se vuelva un problema, Freen —dijo Valery finalmente, rompiendo el silencio mientras se quitaba los zapatos—. Pero necesito que seas honesta conmigo. ¿Becky aún significa algo para ti?—

Freen se giró hacia Valery, sus ojos reflejaban cansancio, pero también sinceridad.

—Valery, tú eres lo único que me importa ahora. Becky... fue algo del pasado, algo confuso, pero ya no tiene lugar en mi vida. Estoy contigo porque te amo, y no quiero que nada ni nadie nos afecte.—

Valery asintió, aunque en el fondo sabía que esto no sería lo último que escucharían de Becky.

INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora