INESPERADO ~ FREENBECKY

Solo Amigas

Los días habían pasado rápidamente desde la conversación en casa de Becky, y para sorpresa de ambas, su relación de amistad se había fortalecido de manera natural. Compartían fotos de su día, desde sus comidas hasta momentos divertidos, y en ocasiones charlaban durante horas sobre los pequeños detalles de la vida cotidiana.

Una tarde, Freen se encontraba en su cuarto, repasando las fotos de Becky y sonriendo sin darse cuenta. En una de las imágenes, Becky le mostraba su nueva camiseta de su equipo de fútbol favorito, acompañada de una broma sobre cómo Freen debería animar a su equipo en lugar del suyo. De repente, la puerta se abrió, y Valery entró, trayendo una taza de té.

—¿Con quién te estás riendo tanto? —preguntó Valery con una sonrisa, alzando una ceja en dirección al teléfono de Freen.

Freen se enderezó, poniéndose un poco nerviosa al ser sorprendida, pero luego soltó una pequeña risa.

—Nada, es solo Becky —respondió con tranquilidad, volviendo a mirar la foto.

Valery dejó la taza en la mesa y se sentó junto a ella en la cama, echando un vistazo al teléfono. Luego, apoyó la cabeza en el hombro de Freen, con una expresión juguetona.

—Vaya, vaya, desde que son amigas otra vez, casi parece que hablas más con Becky que conmigo —dijo con una risa, sus ojos brillando de picardía—. Debería empezar a preocuparme.—

Freen se rió, rodando los ojos ante la broma de Valery.

—Oh, por favor, no empieces con eso —dijo Freen, inclinándose hacia Valery y dándole un suave beso en la frente—. Solo somos amigas, mi amor. Ya lo sabes.—

Valery mantuvo su sonrisa, pero sus ojos se desviaron momentáneamente, como si un pensamiento fugaz cruzara por su mente. Aunque su gesto seguía siendo relajado, una pequeña sombra de duda, apenas perceptible, pasó por su mirada.

—¿Solo amigas? —repitió con un tono ligero, pero esta vez con una leve pausa antes de continuar—. Eso dicen todas...—

Freen estalló en carcajadas, dándole un pequeño empujón.

—Eres imposible —dijo, mientras Valery se reía con ella, aunque esta vez su risa no alcanzó a sus ojos de la misma manera—. Pero sabes que eres la única para mí.—

—Lo sé... —respondió Valery, pero su voz era apenas un susurro. Ella miró a Freen con más intensidad de la habitual, sus ojos buscando una confirmación, algo más allá de las palabras. Sin decir nada más, tomó suavemente el rostro de Freen entre sus manos y, sin previo aviso, la besó profundamente.

El beso fue más que apasionado. Fue intenso, como si Valery quisiera dejar claro, a través de él, lo que las palabras no podían expresar. Freen sintió la urgencia en el contacto, el calor de Valery invadiendo cada rincón de su mente. Valery no la soltaba, y Freen, en ese momento, se dejó llevar, respondiendo al beso con igual fervor.

Cuando finalmente se separaron, ambas respiraban agitadas, y por un instante, el silencio se volvió espeso. Valery bajó la mirada por un segundo, antes de sonreír suavemente.

—Perdón —murmuró, con un destello de nerviosismo en sus ojos—. No quería parecer... insegura.—

Freen sacudió la cabeza, acariciando suavemente la mejilla de Valery.

—No lo eres —aseguró Freen, sonriendo con ternura—. Sabes lo que siento por ti.—

Valery asintió lentamente, aunque algo en su expresión mostraba que sus dudas no habían desaparecido del todo.