Miradas

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Era un miércoles por la tarde, y Freen había terminado su jornada en la constructora más temprano de lo habitual. Mientras manejaba de regreso a su casa, pensaba en cómo aprovechar las horas libres que tenía por delante. De repente, una idea cruzó por su mente, y con una sonrisa, decidió hacer una pequeña sorpresa para Valery.

Sabía que Valery tenía una práctica de baile esa tarde, y aunque nunca antes había asistido, hoy sentía que era el día perfecto para acompañarla. Sin decirle nada, Freen tomó el camino hacia la academia de baile.

Al llegar, Freen estacionó el auto frente al edificio, un tanto nerviosa pero emocionada. Entró y buscó con la mirada la sala de prácticas de Valery. Desde afuera, ya podía escuchar la música rítmica que resonaba por los pasillos. Freen asomó la cabeza por la puerta y vio a Valery concentrada, siguiendo los pasos con gracia y dedicación. La admiraba en silencio, fascinada por la forma en que Valery se movía.

Cuando Valery se dio cuenta de la presencia de Freen, sonrió ampliamente, sorprendida pero feliz de verla allí.

—¡Freen! —exclamó, deteniéndose en medio de la sala—. ¿Qué haces aquí?—

—Decidí sorprenderte —respondió Freen, acercándose—. Quería verte bailar.—

Valery soltó una risa suave y se acercó a Freen, todavía un poco jadeante por el esfuerzo.

—No sabía que te interesaba tanto el baile —bromeó Valery, dándole un beso rápido en la mejilla.

—Me interesa todo lo que te hace feliz —respondió Freen, con una sonrisa cómplice.

Valery sintió que sus mejillas se sonrojaban y, después de un pequeño momento de silencio, señaló hacia el resto del grupo.

—¿Quieres quedarte a ver el resto de la clase? —preguntó Valery.

—Por supuesto. —Freen se dirigió a una de las bancas cercanas y se sentó, dispuesta a observar.

Durante el resto de la práctica, Freen no apartaba la mirada de Valery. Estaba completamente absorta en cómo su novia se movía con tanta gracia y seguridad. Valery, por su parte, se sentía motivada por la presencia de Freen y se esforzaba un poco más, sabiendo que sus ojos estaban puestos en ella.

Durante los primeros minutos de la práctica, todo parecía normal. Freen se había sentado en una banca, sus ojos fijos en Valery, apoyándola con una mirada que parecía darle fuerzas. Pero entonces, Valery notó algo que le hizo sentir un pequeño nudo en el estómago. Becky también estaba observando a Freen, y no de la manera en que lo hacían sus otros amigos. Había una intensidad en sus ojos, algo que no había visto antes.

Entre pasos y giros, Valery comenzó a dudar. ¿Por qué Becky sonreía de esa manera cada vez que Freen estaba cerca? ¿Qué significaba esa mirada?

Valery intentó ignorarlo, enfocarse en su baile, pero era imposible. Cada vez que giraba, veía la mirada de Becky fija en Freen. Cuando la música finalmente se detuvo y la práctica llegó a su fin, Valery se acercó a Freen, tratando de mantener la compostura.

—¿Cómo estuve? —preguntó, secándose el sudor con una toalla mientras esbozaba una sonrisa.

—Eres increíble, babe. Me dejaste sin palabras —respondió Freen, tomándola de la mano—. Debería venir más a menudo a verte.—

—Solo si prometes no distraerme demasiado —dijo Valery, con un guiño juguetón.

Freen tomó a Valery de la cintura ára darle un tierno beso en los labios.

INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora