En Secreto

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La luz suave del televisor iluminaba el salón, donde Freen y Becky estaban acurrucadas en el sofá, compartiendo una manta mientras veían una película. El sonido de la televisión era un leve murmullo de fondo, pero no era eso lo que tenía la atención de Becky. Ella estaba centrada en Freen, en la forma en que sus cuerpos encajaban perfectamente mientras estaban juntas en ese pequeño momento.

Becky movió su mano lentamente por el brazo de Freen, trazando pequeñas figuras sobre su piel, mientras susurraba, con un leve toque de melancolía en su voz:

—Me encantaría poder estar así contigo... sin tener que escondernos de nadie.—

Freen no dijo nada al principio, pero sintió cómo esas palabras la golpeaban en el pecho. Su mirada se mantuvo fija en la pantalla, pero la presión en su pecho aumentaba con cada segundo que pasaba en silencio.

—Lo sé —respondió finalmente, su voz apenas un murmullo—. Yo también lo quiero, Becky.—

Becky giró su cuerpo ligeramente hacia Freen, apartando los mechones sueltos de su cabello, y se acercó un poco más, con una expresión de anhelo en sus ojos.

—Entonces, ¿por qué seguimos escondiéndonos? —preguntó Becky suavemente, sus labios a centímetros de los de Freen—. No quiero seguir fingiendo que esto... lo nuestro no es real.—

Freen tragó saliva, sintiendo el calor del cuerpo de Becky tan cerca, su respiración rozando su piel. El peso de la culpa le cayó encima nuevamente, recordándole la razón por la que seguían en ese secreto.

—No es tan fácil —murmuró Freen, desviando la mirada brevemente.

—¿Por qué no? —insistió Becky, apoyando su mano en la mejilla de Freen, acariciándola con una ternura que hizo que el corazón de Freen latiera más rápido—. Sé que me elegiste a mí... pero no puedo evitar sentir que siempre te estás conteniendo.—

—Becky, yo... —Freen tomó aire, sin saber cómo explicarlo sin hacerle daño—. No quiero que Valery salga herida. No se merece eso. Necesito tiempo para... para solucionar las cosas con ella.—

Los ojos de Becky se suavizaron, pero su frustración también era evidente. Lentamente, ella bajó la mano hasta la cintura de Freen, acercándola un poco más a su cuerpo.

—Me encantaría que pudiéramos estar juntas sin tener que mirar por encima del hombro —susurró Becky, su voz ahora más baja, con un toque de desesperación—. Freen... yo te amo.—

Freen sintió un nudo en la garganta. La palabra resonó en su mente: amor. Sabía que lo que sentía por Becky era fuerte, profundo, pero también sabía que aún había algo que tenía que resolver antes de poder entregarse por completo a esa relación.

Becky empezó a besarla suavemente en el cuello, dejando un rastro cálido con sus labios mientras su mano bajaba por la espalda de Freen, explorando con una mezcla de deseo y ternura.

—Becky, no... espera —Freen la detuvo, sujetando sus manos con delicadeza, pero con firmeza. Sus ojos se encontraron, y en el brillo de los de Becky, Freen vio el deseo, pero también la incertidumbre—. No podemos hacer esto... no aún.—

Becky frunció el ceño, confundida, pero no apartó la mirada.

—¿Por qué no? —preguntó, su voz ahora cargada de tristeza—. Freen, llevamos una semana... una semana así, y no sé cuánto más podré soportar esta situación.—

Freen suspiró, apartando un mechón de cabello del rostro de Becky, acariciando su mejilla con el pulgar.

—Porque no quiero lastimar a Valery de esa forma —respondió suavemente—. Becky, yo te quiero... te quiero mucho. Pero hasta que no solucione lo de Valery, no puedo avanzar contigo... no de esa manera. No sería justo para ella. Ni para nosotras.—

INESPERADO  ~ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora