Capítulo 56

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Narra ___

Después de aquel momento inolvidable, todo parecía estar en perfecta sintonía. Zoro y yo estábamos comprometidos, mis padres estaban encantados, y por un segundo, olvidé todas las preocupaciones que traía encima. No importaba lo que había pasado con Luffy, ni el caos de mis emociones recientes. Estaba feliz, plena, como nunca antes lo había estado.

Pasamos la tarde compartiendo recuerdos y risas. Mis padres no paraban de hacer preguntas sobre los planes para la boda, mientras Zoro, con su habitual calma, respondía de forma sencilla pero firme, como si lo tuviera todo resuelto en su mente. A cada rato, sentía cómo apretaba suavemente mi mano bajo la mesa, como si quisiera asegurarse de que yo estaba bien. Y lo estaba.

Ya por la tarde, después de despedir a mis padres, me senté en el sofá, exhausta pero contenta. Zoro me observaba desde la puerta, apoyado contra el marco, sus brazos cruzados sobre su pecho. Podía ver la sonrisa en sus labios, esa sonrisa que rara vez se dejaba ver, pero que sabía que era solo para mí.

___- No me esperaba esto — le dije, jugando con el anillo en mi dedo, sintiendo su peso, el significado detrás de él.

- Zoro:  ¿Es eso malo? — preguntó, levantando una ceja mientras caminaba hacia mí.

___- No… es solo que… todo ha pasado tan rápido — admití, mirando el anillo de nuevo, la luz del atardecer reflejándose en él.

Zoro se sentó a mi lado y puso una mano en mi rodilla, su mirada seria pero cálida.

- Zoro; No necesitas preocuparte. No tienes que tener todas las respuestas ahora. Lo único que importa es que estamos juntos. Y que quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Sentí un nudo en la garganta. Era como si, por un momento, todas las dudas y los miedos que había guardado desde la ruptura con Luffy volvieran a la superficie. No era que dudara de Zoro, o de lo que sentía por él. Solo era todo tan bonito que costaba creer que algo asítan bonito fuese real.

Él me rodeó con su brazo, y en ese silencio compartido supe que, aunque el futuro era incierto, estábamos dispuestos a enfrentarlo juntos. Y eso era todo lo que necesitaba.

Esa noche, Zoro decidió quedarse. Habíamos planeado hablar más sobre los detalles del compromiso, pero en algún punto ambos nos quedamos dormidos en el sofá, abrazados, como si todo el cansancio de las emociones del día nos hubiera arrastrado hacia un sueño profundo.

Al día siguiente

Mientras el sol entraba por la ventana, me desperté antes que Zoro. Me quedé un momento observándolo, viendo cómo dormía tan tranquilamente, con su habitual semblante relajado. Sonreí. Me sentía afortunada de tenerlo conmigo, de poder construir un futuro con alguien que me hacía sentir tan segura.

Me levanté con cuidado, intentando no despertarlo, y fui a la cocina a preparar algo de desayuno.

- Zoro: Buenos días — dijo con voz ronca, frotándose el cuello.

__- Buenos días, amor — le respondí.

Zoro caminó hacia mí y me dio un beso en la mejilla antes de dirigirse a la cafetera. Mientras se servía una taza, me miró de reojo y me sonroje.

- Zoro: como ha dormido la reina más hermosa ? - dice dirigiéndose hacia a mi abrazándome por detrás.

___- Genial, contigo siempre descansare bien - me giro quedando frente  a el acariciando sus mejillas.

- Zoro: no sabes las ganas que tengo de gritar a los cuatro vientos que serás mi mujer! - me agarra de la cintura levantándome del suelo.

___- y yo ! - digo sonriendo - que te parece si quedamos hoy con los chicos y les damos la noticia?

 [ Zoro y tú💚⚔️ ] La isla de la felicidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora