FIN

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Narra ___

Han pasado algunos meses desde el día de nuestra boda, pero se siente como si hubieran sido años llenos de recuerdos, risas y, claro, algunas dificultades. Zoro y yo construimos nuestro propio hogar, una casa que, aunque sencilla, estaba llena de amor. Aquí, entre las paredes que nosotros mismos pintamos, creamos nuestro refugio, donde nuestras vidas cambiaron por completo con la llegada de nuestros hijos.

Dos pequeños tesoros que ahora son el centro de nuestro mundo. Nunca imaginé que la vida con Zoro, alguien tan independiente y a veces distante, podría convertirse en esto: una familia. Verlo con nuestros hijos me derrite cada día. Tiene una forma de ser con ellos que es única, un contraste sorprendente con el hombre serio y reservado que siempre fue. Lo veo cargando a nuestra hija, con esa mezcla de fuerza y suavidad, mientras nuestro otro pequeño corre por el jardín con una risa incontrolable. Zoro lo sigue con la mirada, esa mirada llena de orgullo y amor.

Nuestras rutinas cambiaron, claro. Las noches en las que nos sentábamos en silencio después de un día de entrenamiento ahora son reemplazadas por cenas ruidosas con risas y llantos infantiles. Y aunque a veces el cansancio se hace notar, no cambiaría nada de lo que tenemos ahora. Me siento plena, completa, como si todo lo que había vivido antes me hubiera llevado hasta este preciso momento.

A menudo, cuando nuestros hijos ya están dormidos, Zoro y yo nos sentamos en el porche. Es uno de esos momentos que se han convertido en nuestros favoritos. Me recuesto en su hombro mientras él se queda en silencio, pero su presencia lo dice todo. El cielo estrellado se extiende sobre nosotros, y en ese silencio compartido, ambos sabemos lo afortunados que somos.

___-  ¿Te acuerdas de cuando ni siquiera querías hablar de tener hijos? — le digo, riendo suavemente, recordando esos primeros días cuando la sola mención de la palabra “familia” hacía que Zoro se tensara.

Él se encoge de hombros, mirando las estrellas con una sonrisa leve.

- Zoro: Y mírame ahora — responde con ese tono tranquilo, pero sus ojos brillan con un orgullo silencioso. — Nunca imaginé que podría ser tan feliz con algo que no fuera una espada en la mano.

__- Has cambiado, Roronoa Zoro — digo, entrelazando mis dedos con los suyos.

- Zoro:  Tal vez — concede, girándose para mirarme con esa intensidad en su mirada que todavía me hace temblar. — Pero solo porque tú me diste algo más por lo que luchar. Por ustedes — añade, refiriéndose a mí y a nuestros hijos.

El viento fresco de la noche nos envuelve, y en ese instante, todo parece perfecto. No fue fácil, ni siempre lo será, pero lo que hemos construido juntos, esta vida, es nuestra. Una mezcla de risas, llantos, cansancio y amor incondicional.

Cierro los ojos por un momento, dejando que esa sensación de paz me invada. Pienso en todo lo que hemos pasado, en las aventuras, en los desafíos, y en cómo, a pesar de todo, siempre encontramos el camino de regreso el uno al otro.

Esta es nuestra vida ahora. No es la vida llena de  grandes aventuras que solíamos imaginar, pero es la aventura más importante de todas: construir una familia, un hogar, y un futuro. Y cada día, mientras veo a nuestros hijos crecer y a Zoro convertirse en el hombre y padre que nunca pensó que sería, sé que esta es la mejor historia que jamás pude haber vivido. Una historia que recién comienza, llena de pequeños momentos que, al final, serán los más grandes.

Y en cada uno de esos momentos, Zoro está ahí, conmigo, con nosotros. Siempre.

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¿ Qué tal les pareció la historia?
Me da mucha pena tener que despedirme de esta maravillosa historia después de todos estos meses. Gracias por acompañarme en esta aventura, espero que os haya encantado. Queréis segunda parte ? Alguna sugerencia? Os leo por aquí ☺️.

Pd: no olviden que hace poco empecé una de Law, por si queréis darle un vistazo. Besitos a todos 🤗

 [ Zoro y tú💚⚔️ ] La isla de la felicidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora