Capitulo 20

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Seguimos platicando hasta que el bebe se quedo dormido, lo acoste en su cuna y Taylor y yo nos fuimos a un restaurante que estaba cerca de la casa hogar, moria de hambre y creo que mi jefe tampoco había comido nada.

—hay muchas cosas que no se de ti ¿porque no me habías platicado de la casa hogar?– la comida en este lugar era delisiosa, ambos comíamos despacio, creo que no queriamos que este buen momento se terminara.

—no lo sé– bebió un poco de vino tinto —contigo siempre es una pelea, un desafío, una aventura, nunca se como vas a tomar las cosas.

—lo mismo puedo decir de ti– sonreí –pero tengo que ser honesta contigo, admiro mucho todo lo que haces y cuenta conmigo para lo que necesites.

—¿ya te quieres llevar bien conmigo? Eso si es una novedad

—eso depende de ti– alce la copa en señal de brindis, Taylor hizo lo mismo.

—Mila, eres muy linda con los niños, ayer tambien te vi con Lucas, ¿le has tomado mucho cariño?

—si, soy hija unica y soy mujer, asi que… saca tus conclusiones.

—conmigo es todo lo contrario, tengo una familia enorme, mi abuelo tuvo muchos hijos y mis papas solo tres pero quieren que les demos mil nietos— río –pero yo los tengo esperando, necesito hacer otras cosas antes de tener familia.

—mis papas son hijos únicos, así que no tengo más familia.

—lo siento…

—te acostumbras a eso, yo al igual que tu, no me siento preparada para una familia, pero es lo que mas deseo. Y obvio tendre mas de un hijo, la vida como hijo unico es muy triste.

—¿deseabas tener hermanos?

—si, cuando iba a la escuela y veia a mis compañeros con sus hermanos o hermanas me ponia triste y cuando entre a la secundaria siempre desee alguien con quien hablar y contarle mis cosas.

—si te entiendo, tener hermanos es lo mejor.

—bueno tengo que irme, ya es tarde y mañana tenemos mucho trabajo– me bebí lo poco que quedaba de vino –gracias por la invitación a comer.

—no tienes nada que agradecer ¿te llevo a tu casa?

—no te preocupes, tomo un taxi, nos vemos el lunes en el trabajo.

—me sentiria mas tranquilo si yo te llevo a tu casa, por favor.

—no tienes de que preocuparte, muchas gracias por tu ofrecimiento.

—nos vemos– nos pusimos de pie y nos dimos un beso en la mejilla.

*SÁBADO*

Me desperté con una gran sonrisa, había pasado una tarde tranquila con Taylor y eso me agradaba mucho, mi corazón quería volver a confiar y sentía que él era el indicado para abrirle de nuevo las puertas al amor, y ya no podía negar que los sentimientos hacia él crecían cada vez más y estaba decidida a decirle lo que sentía. Me levanté de la cama y entre a la tina de baño, el agua era tan relajante, cerré los ojos y me puse a pensar en lo que iba a decirle a Taylor, estaba segura de que él sentia lo mismo por mi y lo se por la forma como me mira y me sonríe. Estoy enamorada de Taylor y he decidido confesarle lo que siento.

Por primera vez en mucho tiempo, me sentía feliz.Tenía que contarle todo a mi gran amigo, recordé que el martes me había llegado la invitación para la inauguración del bar “Donky” del cual hicimos la publicidad para la televisión. Tomé mi teléfono y le marque a Alfredo para invitarlos a él y a Samanta y aprovecharía para contarle todo lo que había pasado con Taylor.

Cuando colgué la llamada con Alfredo, recordé que le había dicho a Sol que iría a visitarla seguido, salí de casa y me dirigí al salon de belleza. Cuando llegué al salon de belleza con mi nueva amiga Sol estaba atendiendo a otra persona, al verme sonrió y me pidió que la esperara. Me senté en la pequeña sala de espera, 15 minutos despues habia terminado con su otra clienta.

Me levanté del sillón y le di un beso en la mejilla, me senté en la silla giratoria y solté mi cabello.

—volviste– dijo feliz —pense que lo habías olvidado.

—claro que no, te dije que lo haría, por favor haz tu magia con mi cabello, en la noche iré a la inauguración de un bar y quiero verme espectacular ¿quieres venir conmigo?

—me encantaría pero tengo cena con mis padres— hizo un puchero muy tierno.

—¿en otra ocasión?— le sonreí.

—claro, me encantaría.

Una hora más tarde, salí del salón de belleza con un pequeño recogido arriba y mi cabellera suelta, pase toda la tarde viendo televisión y arreglando mis uñas, a las 7 en punto Alfredo y Samanta pasaron por mi. Nos fuimos directamente al bar.

Llegamos al local y al verlo nos quedamos muy sorprendidos, era grandísimo y estaba decorado con unas enormes luces que anunciaban su inauguración. En la entrada un enorme hombre custodiaba la puerta, le entregue mi invitación y nos dejo pasar. El ruido era ensordecedor y las minifaldas rodeaban el lugar, creo que Samanta yo éramos las únicas con pantalón.

Buscamos una mesa y nos acomodamos, Alfredo fue a la barra y nos pidió unos tequilas, cuando regresó nos entregó nuestros tragos y se acomodo al lado de su novia

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Buscamos una mesa y nos acomodamos, Alfredo fue a la barra y nos pidió unos tequilas, cuando regresó nos entregó nuestros tragos y se acomodo al lado de su novia.

—es increíble este lugar– gritó –pero creo que es muy lujoso para nosotros– bromeó.

—tienes razón, no creo que podamos pagar la entrada– dijo Samantha siguiendo el juego de su novio –se ve que es un lugar caro.

—espero que siempre me den pases gratis– dije burlona –sino, jamas volveremos a pisar este lugar.

—Pues la entrada es gratis, pero las bebidas no ¿Quien las va a pagar?– dijo Alfredo.

—¡Pues tu!– dijimos al mismo tiempo Samy y yo con una sonrisa.

Alfredo nos miro de mala gana, pero después nos regalo una sonrisa sincera. Mi amigo era de los que nunca dejaba que nosotras pagaramos, la cena o las bebidas, es un caballero en toda la extensión de la palabra y eso es algo que admiro de él.

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Claudia Franco 🫶🏼

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