—ACTUALIDAD—
Hace dos semanas que Taylor y yo estamos saliendo y por muy extraño que suene esto, no hemos tenido relaciones sexuales, las veces que lo hemos intentado pasa algo que nos interrumpe, la última vez que estábamos a punto de hacerlo recibí una llamada telefónica de mi madre donde me decía que papá se había caído de una escalera al tratar de reparar una lámpara del techo, ese dia me lleve un gran susto, por suerte solo se fracturó un brazo.
El miércoles por la mañana me encerré en mi oficina, tenía demasiado trabajo y no quería que alguien me interrumpiera. Estaba muy concentrada en unos carteles de anuncios cuando Rafael tocó mi puerta.
—¿puedo pasar?— asomo su cabeza por la puerta.
—si claro— dije sin despegar la mirada de mi computadora.
—necesito unos papeles de la oficina de Taylor— parecía dudoso –¿de casualidad tienes las llaves? El aún no llega.
—no— lo mire extrañada –¿porque tendría llaves yo?– no podía evitar mi cara de confusión ante las palabras de Rafael.
—bueno…— rasco su cabeza –eres su novia ¿no? Además el me dijo hace unos días que te había dado una llave.
— yo no…– recordé que hace unos días Taylor me pidió mi llavero –dejame revisar.
Saque mi bolso del cajón del escritorio y busque mis llaves, había tres llaves de mas y yo ni siquiera lo había notado, una de esas tenía que ser la de su oficina.
—ten, no se cual sea– le extendí la mano con el juego de llaves.
—no Mila– se alejó –yo no entraré.
—Rafael– suspiré frustrada –¿sabes que estoy ahogada en el trabajo? ¿que papeles necesitas?
—el contrato de Internacional One por favor— parecía avergonzado y yo trate de relajarme, el no tenía la culpa de que Taylor sea un confianzudo que me da acceso a sus llaves.
—esta bien, te lo llevo a tu oficina.
—gracias y perdona la molestia.
Rafale se fue y yo guarde mi bolso en el cajón, salí de mi oficina y camine directo a la oficina de Taylor. Empecé a meter las llaves nuevas, abrí la puerta al segundo intento. Entre y me puse a buscar el contrato, abrí algunos cajones de su escritorio pero cuando abrí el primer cajón del lado derecho me lleve una gran sorpresa, adentro en un hermoso marco de madera tallado a mano estaba una fotografia mia, era la misma que él me había tomado en la sesión de fotos para los muebles, la tome y comencé a observarla. Cuando él me entrego las fotografías para escoger las que ocupariamos yo me di cuenta que faltaba una, pero no recordaba que era la que me tomo sentada en aquel tocador, la imagen era hermosa y el la tenia guardada en su escritorio, una sonrisa se escapo de mis labios.
—sabía que carecías de educación, pero, revisar mis cosas ¿en serio?— Taylor estaba recargado en el marco de la puerta.
Su voz me tomo por sorpresa, levánte la cabeza y vi a mi hermoso hombre.
—buscaba tu chequera ¿las has visto?– mire dentro del cajón como si buscara algo –Algún beneficio debo tener por salir contigo ¿no?– sonreí.
Taylor se acerco a mi y me quito la foto de las manos “esto me pertenece” dijo sonriendo, le di un beso corto y le quite el rastro de lápiz labial que habían dejado mis labios.
—¿qué buscas furia?– coloco la foto encima de su escritorio, acomodandola viendo hacia donde él se sentaba.
—¿por qué tengo las llaves de tu oficina en mi llavero?– me cruce de brazos esperando su respuesta.
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Nos Pertenecemos
Romancedos familias separadas por el odio fundado por los abuelos de la familia harán hasta lo imposible para impedir que dos de sus integrantes se amen con libertad, podra el odio hacia un apellido evitar que Milla y Taylor se amen? 03/10/2024