capitulo 28

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Taylor se acerco a mi y se recostó en la cama conmigo, comenzó a acariciarme el vientre con una rosa mientras me daba pequeño besos en los pechos, cerre los ojos y dispuse a disfrutar el momento.

—espero que nadie nos interrumpa hoy.

—igual yo.

Se quitó la camisa y se colocó encima de mi, comenzo a besarme, su beso se fue haciendo más intenso, poco a poco fue bajando hasta mi mandíbula y me dio pequeños mordiscos. Sus manos comenzaron a desabrochar mis pantalones y poco a poco los fue bajando, mis manos estaban enredadas en su cabellera, sus besos fueron bajando aún más hasta llegar a mi vientre.

Se detuvo un momento y comenzó a despojarse de su ropa, volvió a colocarse encima de mi solo en boxer, nuestros ojos se encontraron mutuamente. Acaricie su mejilla con mi pulgar, el me dio un tierno beso en mi dedo y sonrió.

—Mila, eres hermosa y perfecta, me encanta tu piel, es muy suave.

—te amo.

Volvió a besarme tiernamente, sus manos se colocaron tras mi espalda y desabotono mi sostén, mis pechos libres rozaban los bellos en el torso de Taylor, la pasión nos envolvía y nos dejamos llevar por el deseo, Taylor y yo éramos fuego intenso. Nuestros cuerpos se convirtieron en uno solo, el sudor de nuestra piel se unía y nuestros movimientos se sincronizaban como si estuvieran hechos el uno para el otro. Taylor me hacia subir al cielo, estaba viviendo el mejor de los sueños, tener a Taylor dentro de mi era mi perdición y acababa de darme cuenta que no podría vivir sin él, es mi oxígeno para respirar, mi agua para no morir de sed, el corazón que me mantiene con vida.

—tenemos que irnos— dije recostada en el pecho de Taylor después de hacer el amor —hay mucho trabajo– aspire su aroma y le di pequeños besos en su pecho.

—no arruines el momento por favor– beso mi cabeza.

—lo siento mi corazón, es solo que... no me gusta dejar el trabajo pendiente— me acomode para verlo a la cara —mi jefe es muy estricto y puedo perder el trabajo.

—no lo creo, debería ser un estúpido si te corre.

—¿Tu crees?— sonreí.

—claro, con esas piernas y ese trasero yo jamas te despediría.

—eres un tonto— pegue mi cabeza en su pecho nuevamente y lo abrace por la cintura.

—¿pensaste lo que te dije?

—¿Que? ¿lo de vivir contigo?– voltee a verlo nuevamente —¿no crees que es muy pronto? Aún no conocemos a nuestros padres– no sabía porque había dicho eso, conocer a los padres es llegar a una relación mas formal y nosotros apenas estabamos empezando —lo siento, no se porque dije eso.

—no pasa nada, ademas quiero vivir contigo, no con tus padres— sonrió burlon.

—que chistoso, sabes de lo que hablo.

—mi furia— apenas iba a responder cuando me beso nuevamente, cuando se sentio satisfecho se alejo de mi –decias...

—nunca juegas limpio, sabes que mi debilidad son tus besos— hice un puchero exagerado.

—¿En serio? Por fin descubrí una debilidad, es bueno saberlo.

-VIERNES-

Me levanté muy temprano sin hacer mucho ruido para no despertar a Taylor, habíamos acordado que me quedaría solo algunos días con él antes de mudarme definitivamente. Traje algo de mi ropa para no tener que ir y venir a cada rato, queríamos ver cómo nos acoplamos antes de que esto fuera definitivo. Me duche y me puse un vestido entallado color violeta, había quedado de desayunar con Alfredo, cuando ya estaba lista me senté en la cama y le di un beso a Taylor, este despertó.

 Me duche y me puse un vestido entallado color violeta, había quedado de desayunar con Alfredo, cuando ya estaba lista me senté en la cama y le di un beso a Taylor, este despertó

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—¿ya te vas?— dijo tallandose los ojos mientras se sentaba en la cama.

—si, ayer te dije que desayunaría con Alfredo— tomé su rostro y le di un beso corto —¿nos vemos en la oficina?

—sí cielo, solo recuerda la junta a las 10— paso su mano por mis caderas.

—¿cielo?— sonreí —¿no furia?

—bah, nunca te tengo contenta— me tomo de la cintura y me sentó en su regazo, me abrazo y beso mi cabeza —gracias por quedarte— comenzo a besarme despacio.

—descubrí que me encanta quedarme contigo— acaricié su cabellera —¿podemos ir otra vez a la casa del bosque?

—¿casa del bosque?— sonrió confundido.

—si, la de tu abuelo— puse los ojos en blanco.

—si me haces esas caras no te llevaré– me pego mas a él y empezó a morderme muy suavemente la mandíbula.

—esta bien— dije fingiendo molestia —tengo que irme mi corazón, porque si sigues así, no saldremos de la cama.

—no me molesta la idea— seguía con sus pequeños mordiscos.

—no puedo dejar a mi amigo plantado.

Bese muy despacio a Taylor, al terminar froto mi nariz con la suya, me separé de él y me puse de pie, cuando me levante me dio una pequeña nalgada en mi glúteo.

—que sexy te ves con ese vestido– su mirada estaba en mi trasero.

—gracias— me di una vuelta para que Taylor me contemplara bien –quiero impresionar a los chicos en la calle, tal vez consiga una cita– bromeé —así que gracias por tu aprobación— salí corriendo de la habitación.

—¡ven aca Mila!

Taylor se paro de la cama muy rápido y comenzó a correr detrás de mí, ambos bajamos las escaleras corriendo sin precaución, yo le llevaba mucha ventaja. Taylor dio un brico para esquivar los últimos escalones, pero aún asi no me alcanzó. Cuándo mi hermoso jefe salió de la casa, yo ya estaba arriba de uno de sus coches, solo lo vi por el espejo retrovisor, se quedó parado en la entrada de la puerta en ropa interior. No podía dejar de reír, amaba estos momentos con Taylor, eran pequeñas gotas de felicidad, todo el camino no pude borrar la sonrisa de mi cara, era la mujer mas feliz del mundo. Minutos después ya estaba en el restaurante donde había citado a mi amigo, aun no sabía que avances tenía por lo que había pasado en su negocio y quería saber en que podia ayudarlo. Alfredo necesitaba toda mi ayuda y apoyo.

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Claudia Franco 🫶🏼

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