Alfredo me invitó a pasar a su oficina, Samanta se unio a nosotros con cafe y bocaditos, extrañaba tanto a mis amigos que muy dentro de mi agradecía que Pedro no pudiera con las máquinas, era el pretexto perfecto para ver a Alfredo y a Samanta.
Le explique detalladamente lo que estaba pasando y de inmediato decidió acompañarme a las torres para ver las máquinas, mi amigo es un profesional y prácticamente puede arreglar cualquier cosa. Alfredo y yo nos conocemos desde hace muchos años y tenemos una gran amistad, él me apoyó mucho cuando paso lo de Noel, sin mi amigo creo que yo hubiera caido en una gran depresión, pero el y Samanta estuvieron a mi lado todo el tiempo.
Después de casi cuarenta minutos de platicar, decidimos irnos a las torres, salimos de la oficina del Alfredo y caminamos hacia el estacionamiento. Mi amigo tiene una hermosa camioneta RAM, que utiliza para el trabajo y también para su uso personal, me abrió la puerta y subí a la camioneta, después el hizo lo mismo.
—pareces mas serena, creo que este trabajo te esta sentado bien, ya ni mencionas a Noel.
—me gusta este trabajo, es justo lo que estaba buscando y en cuanto a Noel, ya lo deje en el pasado, ese infeliz no merece mis lágrimas.
—me alegro por ti, mereces ser feliz, en cambio él...– me miro esperando mi reacción –sabes, a Noel no le está yendo muy bien, despues de romper el compromiso, sus padres lo bajaron de puesto, su padre volvió a tomar el mando de la empresa y le advierto que no volvería a tolerar una tontería como esa, sabes perfectamente que el sueño del papá de Noel era que sus familias se unieran, el queria que sus negocios se hicieran uno mismo.
—lo se, su padre nunca me agrado, pero la verdad no me interesa lo que pase con el. En serio creo que me libre de una horrible alimaña.
—despidieron a Jennifer, la muy tonta pensó que se casaría con Noel.
—Hacían buena pareja– sonreí irónicamente
—los padres de Noel no iban a permitir que se casara con una simple secretaria.
—la basura se junta con la basura– me encogi de hombros –cambiemos de tema, hablar de ellos me pone de malas.
—¿aun no lo superas?– dijo burlón –puedes ir a buscarlo ahora que está soltero de nuevo.
—¡Claro! Es una excelente idea, dime por favor ¿donde encontraré a un hombre como Noel? Que me utilice y después me deseche, es el príncipe deseado.
Ambos comenzamos a reír, minutos después llegamos a la Torre Azul, bajamos de la camioneta de Alfredo y entramos directamente al edificio, rápidamente caminamos a la Torre Roja. Cuando llegamos vimos a pedro leyendo un manual de instrucciones, Alfredo se presentó y comenzó a revisar la máquina.
—tengo que regresar a mi oficina, me quitaste mucho tiempo y tengo trabajo que hacer.
—no se preocupe su alteza y discúlpeme por robarle su precioso tiempo, usted vaya a sus labores yo me hago cargo.
No pude evitar reir ante las palabras de mi amigo, le saque la lengua de forma juguetona y me di media vuelta para ir a ver a Rafael antes de seguir con mi trabajo en la oficina. Toque la puerta de Rafael, cuando me dijo que pasara abrí la puerta y lo vi tallando su rostro con sus manos, creo que estaba empezando a frustrarse.
—traje a una persona para que vea la máquina, en unos momentos sabremos si puede arreglarse.
—por favor Mila, dime que ese técnico es bueno, ya no se que hacer– su rostro reflejaba cansancio –ojala y la persona que trajiste haga algo, por otra parte conseguí que Go nos esperara hasta mañana, pero quieren los catálogos a las 7 de la mañana.
—bueno, al menos tenemos más tiempo, me quedare un rato mas para avanzar el trabajo.
—gracias, también necesito que me ayudes a revisar todo esto– señalo su escritorio– tengo una reunión y voy tarde.
—claro que si, ve yo me encargo de todo.
Tome los folletos del escritorio de Rafael y los lleve a mi oficina, tenia demasiado trabajo acumulado, pero no me iba a dar por vencida, queria conservar el empleo y nada me lo iba a impedir. Después de más de una hora decidí regresar a la torre roja para ver como iba Alfredo con la imprenta. Sali de mi oficina y cruce el puente, pero al llegar al elevador un hombre llamó mi atención, estaba de espaldas pero su figura me recordaba a alguien, me acerque a él y casi me caigo de espaldas al ver que era el mismo chico del parque… Taylor.
No esperaba verlo aquí, de pronto recorde que Rafael me dijo que el dueño se llamaba Taylor Haden y todo cayo en su lugar, no podia negar que tenía algo de miedo, podria perder mi trabajo por el enfrentamiento que tuvimos y yo sabia perfectamente que no le agradaba a este hombre, pero no iba a dejar que me intimidara.
—¿Qué demonios haces aquí?– dije con desagrado.
—¡ Dios!– exclamo cuando me vio –No puedo creer que me tope justamente contigo otra vez– dijo con tono muy serio.
—porque no acabas de irte– tenia la esperanza de que me dijera que solo estaba de visita o que era algún cliente .
—yo trabajo aquí– dijo tocando el botón del ascensor.
—¿Que?– lo sabia, el es el dueño.
—aparte de grosera y sucia, eres sorda.
—¡¿Que?! Y tu eres un tonto engreído.
—¿Debo llamar a seguridad? Creo que no sabes con quien estas hablando, además ¿Que haces aqui?
—trabajo aquí– intenté serenarme, pero el olor de su fragancia me envolvió, este hombre era tan atractivo pero tan insoportable al mismo tiempo, esta vez iba vestido más informal, traía jeans negros rotos, una playera gris y una camiseta de cuadros negros y blancos.
—no lo puedo creer, ahora tendré que soportar tu presencia aquí, ¡Dios! ¿qué hice para merecer esto?
—¡por dios! ¿Siempre eres tan dramático? deberías actuar en novelas– el ascensor se abrió y ambos subimos en el.
—mira quien lo dice, la chica que arroja comida ¿acaso eres la nueva editora? Rafael me dijo que había contratado a alguien pero nunca imagine que serias tu– dijo pulsando el botón del ascensor.
—si, soy la nueva editora ¿y tu? ¿Eres el intendente?— le regale una sonrisa falsa.
—qué chistosa– dijo serio –soy el dueño y si me da la gana puedo despedirte cuando quiera.
Esas palabras hicieron que sintiera un escalofrío por todo el cuerpo, era mi primer trabajo de editora y no quería perderlo, pero tampoco estaba dispuesta a demostrarle miedo, tenía que conservar este trabajo a como diera lugar.
.
.Claudia Franco 🫶🏼

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Nos Pertenecemos
Romancedos familias separadas por el odio fundado por los abuelos de la familia harán hasta lo imposible para impedir que dos de sus integrantes se amen con libertad, podra el odio hacia un apellido evitar que Milla y Taylor se amen? 03/10/2024