Capitulo 25

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Queria que el tiempo se detuviera, no podía creer que acababa de confesarle a mi jefe lo que sentía por él y lo mejor de todo es que él siente lo mismo. Me sentía en una burbuja de felicidad, no podía dejar de besar ni tocar a Taylor, su cuerpo era como una exquisitez que no quiere dejar de probar. El encanto termino cuándo de pronto mi teléfono sonó, trate de ignorarlo pero el sonido era muy insistente.

—lo siento— me separe de Taylor a regañadientes –tengo que contestar.

—si, pero no tardes por favor– me dio un beso corto –aun no termino contigo.

Salí de la bañera y me puse mi bata, caminé a mi recamara y tome mi celular que aún seguía en mi bolso, vi la pantalla y vi que era Alfredo. Había olvidado que anoche alguien había entrado a su negocio y hoy al despertar me olvidé de Alfredo, ni una simple llamada pude hacerle, soy la peor amiga del mundo. Conteste la llamada rápidamente.

—¿que pasa? ¿estas bien?– de pronto me había entrado el nervio, Alfredo es mi mejor amigo y odio verlo mal.

—Mila— se escuchaba triste –me robaron y aparte destruyeron maquinaria importante, me siento fatal. Esos malditos bastardos me dejaron en la ruina total.

—dios santo— susurré –Lo siento tanto ¿puedo ayudarte en algo?– soy una horrible amiga, yo estoy aqui feliz de la vida con Taylor mientras mi amigo esta sufriendo.

—gracias Mila— suspiro –tengo que empezar mi negocio desde cero amiga ¿que voy a hacer?

—¿y la aseguradora?— dije esperanzada.

—me pagaran hasta que termine las investigaciones, pero dice mi abogado que se puede tardar meses.

—lo siento tanto Alfredo— dije con voz suave —me siento la peor de las amigas por no estar contigo en estos momentos, pero en lo que pueda ayudarte dímelo por favor.

—no digas eso, nada de esto es tu culpa y siempre he contado con tu ayuda— suspiro — sabes que te quiero nena ¿Verdad ?

—si lo se.

—¿nos vemos mañana?

—por supuesto, te quiero Al.

Colgué la llamada y regrese al baño, tenia que buscar la manera de ayudar a mi amigo, no podia dejarlo solo en estos momentos. Cuándo ya estaba dentro del baño vi a Taylor que aún seguía en la tina, él al ver mi cara de preocupacion se salió de la tina, se puso una toalla y se acercó a mi. Odiaba ser yo quien rompiera el hermoso momento que estabamos teniendo.

—¿estás bien?— me abrazo –¿malas noticias?— dijo preocupado.

—si, anoche se metieron a robar al negocio de Alfredo y no se sintieron satisfechos al robar también destruyeron sus máquinas– me aferre al abrazo de mi jefe –me siento tan impotente, no se que hacer.

—lo siento tanto.

Taylor me pego mas a su cuerpo y acaricio mi cabello, yo aspiré su aroma, amaba su olor, quería conservarlo en mi mente para siempre.

—¿quieres desayunar algo?

—creo que teníamos otro asunto pendiente— dije sonriendo.

—Mila— beso mi frente —no creo que sea buena idea, estás muy sensible y han pasado muchas cosas, aun necesitamos hablar– me dio un beso corto en los labios –¿lo dejamos para después?

—si tienes razón— suspire cansada, aun tenia un poco de sueño. Taylor y yo seguíamos abrazados –no creo que sea un buen momento.

Ambos nos vestimos y regresamos a la cocina, el café ya estaba frío, así que volví a calentarlo mientras sacaba algunas cosas de la alacena para ponerme a hacer crepas. Taylor solo observaba mis movimientos muy atento, cuando termine de hacerlas las serví y me senté en la barra a un lado de Taylor.

—no solo eres hermosa, también eres una excelente cocinera– Taylor bebió un poco de café.

—vaya— voltee a verlo a la cara –¿es un cumplido?— sonreí.

—tal vez…— se quedó serio un momento —Mila, te confieso algo, ayer, cuando te desmayaste yo… me asuste mucho, pensé lo peor. Prometeme por el amor de dios, que jamás volverás a tomar, te he visto en dos ocasiones en ese estado y no deseo volver a repetir esas imagenes jamas por favor prométemelo. Te pones en riesgo innecesario.

—perdon por asustarte, te prometo que no volveré a tomar. La primera vez estaba muy nerviosa en el evento y ayer, ayer fue por despecho, es que yo pensé– suspiré –bueno tu sabes lo que pensé.

—lo se, eres muy celosa ¿Verdad?– sonrió –Tessa jamás olvidará esa noche.

—por favor, No me lo recuerdes, estoy tan apenada, creo que debería disculparme con ella ¿No crees?

—las puedo llevar a las dos a comer ¿te parece?

—sí por supuesto.

—Mila, necesitas tener confianza entre los dos, no puedes reaccionar asi cada vez que me veas con una chica.

—lo siento, no me quiero justificar pero mi ex me dejo muy dañada y me es difícil confiar, pero te prometo que hare todo lo que este de mi parte.

—gracias furia

—¿Furia?— fruncí el ceño.

—te lo dejo a tu imaginación.

El celular de Taylor comenzó a sonar, se disculpó y se dirigió a la sala a contestar la llamada, termine mi desayuno y recogí mi plato, Taylor regresó a la cocina y me abrazo.

—tengo que irme, Rafael ya me tiene la presentación que estaba preparando y tengo que verla antes de presentársela al cliente– beso mi cien –¿Nos vemos mas tarde?

—si claro, ¿Quieres que te ayude?

—no furia, descansa porque mañana te saturare de trabajo.

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Claudia Franco 🫶🏼

Nos PertenecemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora