Nos Pertenecemos

Capitulo 31

Nos subimos a su coche y viajamos hasta un restaurante que estaba cerca del centro de la ciudad, Logan no dijo nada en todo el camino lo cual me pareció perfecto porque no estaba de humor para nada, estaba muy preocupada por Taylor y porque lo que había pasado con su madre. Al llegar al restaurante Logan se bajó y corrió para abrirme la puerta del auto, salí y caminamos hacia la entrada. El lugar era muy grande y elegante, Logan pidió una mesa para los dos, la cual nos dieron inmediatamente, nos sentamos y una linda mesera nos entregó las cartas.

—la comida aquí es muy buena, te va a gustar— se veía muy contento.

—¿Ya habías venido antes?– le dije intrigada.

—si varias veces, es uno de mis lugares favoritos, y ni te imaginas quién es el dueño.

—¿Tu?— reí.

—no, me encantaría que fuera mio, pero no, es de la familia de Taylor.

—¿En serio?

—si, pero se me hace extraño que no lo sepas— se cruzó de brazos —la familia Haden tiene, aparte de la agencia de publicidad, una cadena de restaurantes. La familia Haden es una de las mas ricas del país.

—vaya, no tenía idea, se que tienen dinero, pero no sabía que tanto.

—te falta comunicación con tu novio.

—para nada, yo amo a Taylor por quien es, no por su cuenta bancaria.

—una razón para admirate mas.

Sus palabras me incomodaron un poco ¿Admirarme a mi? ¿Por que? Pedimos nuestra comida y no tardaron mucho en servirnos, todo se veía exquisito y mi estómago empezó a reclamar comida. Justo cuando empezábamos a comer, un hombre canoso y robusto nos interrumpió. Se veía agradable y muy amable, su voz era gruesa pero dulce al mismo tiempo.

—Señor Henderson, que agradable verlo, ¿como ha estado?– se acercó a nosotros a saludar.

—Muy bien señor García— le dió la mano y se puso de pie para después abrazarlo.

—Que hermosa dama– volteó a verme —supongo que es su novia, mucho gusto señorita.

—un placer señor, pero no soy novia de Logan— le dije con amabilidad.

—oh mil disculpas— sonrió —ambos son muy guapos, saque conclusiones muy rápido.

—no se preocupe señor Garcia– Logan parecía avergonzado.

—me retiro y los dejo comer a gusto, un placer verlo señor Henderson, recuerde que tenemos partido de tenis el domingo– volvió a darle la mano –un gusto señorita– me sonrió e hizo una pequeña reverencia- 

—un placer— contesté educadamente.

El hombre se retiró y Logan volvió a sentarse, se veía apenado por lo que acababa de pasar, decidí no tocar el tema para no incomodarlo más. Era obvio que ambos se conocian de hace tiempo y que a Logan le importaba mucho lo que esté señor pensaba.

Cuando el hombre se fue, nos pusimos a comer, Logan tomó un tenedor y empezó a picar su carne, mientras yo comía mi ensalada. El no saber nada de Taylor me había quitado el apetito, volví a tomar el teléfono para marcar a su teléfono, pero aun nada. Logan me miraba preocupado pero no decía ninguna palabra.

—lo siento, soy muy mala compañía ¿verdad?— deje el teléfono sobre la mesa.

—no para nada, solo estás preocupada, ¿sabes? Envidio a Taylor por tener a alguien como tu.

—Logan...

—no me malinterpretes, me refiero a alguien que lo apoye y se preocupe por el, solo con ver tu rostro se que estas preocupada por el, quieres saber donde esta. A eso me refería, era una buena novia.

—gracias— me sonroje un poco, el hambre se había ido y mi necesidad de saber donde estaba Taylor me tenía muy nerviosa, asi que decidí mejor irme –lo siento Logan, tengo que irme

—¿vas de vuelta a las dos torres? ¿Me permites llevarte?

—gracias, pero no, quiero irme sola, quiero pensar un poco.

—ok Mila, gracias por comer conmigo.

Le sonreí triste y me puse de pie, iba a sacar dinero para pagar la cuenta pero el me lo impidió. Le agradecí nuevamente y salí a la calle por un taxi.

Llegue a las dos torres y corrí a la oficina de Taylor y aún no había rastro de él, la ansiedad me estaba consumiendo, decidí ponerme a trabajar para despejar mi mente un rato.

No lograba concentrarme pero hacía todo lo posible por distraerme de la ansiedad que estaba sintiendo. Por un momento funciono y sin darme cuenta ya eran mas de las 6 de la tarde, tome mis cosas y me fui a casa de Taylor, se supone que hoy me iría a casa, pero al no saber nada de Taylor, hizo que decidiera volver a su casa.

Me quite el vestido y me puse unos shorts negros y una playera gris, me puse a preparar la cena con la Esperancita de que mi jefe llegara con hambre. Cuando termine la comida me senté en el sofá, si seguía sin saber de Taylor me volvería loca, tomé el teléfono nuevamente y antes de que marcará mi corazón abrió la puerta. El alma me regreso al cuerpo y corrí a abrazarlo.

—¿Dónde has estado?— tome su rostro con mis manos –me tenias muy preocupada– le di un beso corto –dios me estaba volviendo loca.

—lo siento cielo— se veía agotado –tuve que salir de pronto y mi telefono murio— lo sacó de la bolsa de su pantalón y me lo mostró –no quería preocuparte— pero su frente con la mia.

—pues lo hicistes– susurre –¿estas bien? ¿Que paso?— no podía dejar de tocarlo, quería asegurarme de que estaba bien.

—mi madre y mi prima tuvieron un accidente en el coche, pensé…– su voz se apagaba.

—tranquilo mi corazón,  todo estará bien– lo abrace con todas mis fuerzas –¿Quieres comer algo?– dije contra su pecho.

—si, muero de hambre.

—yo igual, de la preocupación no pude comer nada en todo el dia, solo pique una ensalada.

—lo siento— me aparto un poco y comenzó a besarme.

—ven vamos a comer— le dije cuando por fin me solto.

Lo tomé de la mano y lo guíe a la barra de la cocina, serví dos platos y me senté a un lado de él. Resulta que su prima va a casarse (no la prima que abofetee) y su mamá está ayudando con los preparativos de la boda, cuando ocurrió el accidente iban por el vestido, un hombre ebrio las embistió. Gracias a dios solo fueron golpes leves pero Taylor se asustó mucho y lo entiendo, si a mis padres les llegara a pasar algo similar también me asustaría bastante.

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Claudia Franco 🫶🏼