Capitulo 19

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—lo hacen bien— dije suavemente y en voz baja, ambos voltearon hacia mi y me regalaron unas hermosas sonrisas.

Cuando Taylor me vio directamente a los ojos, entendí que él era el hombre de mi vida y que estos dias que no lo tuve cerca lo extrañe demasiado. Suspiré triste ¿Como iba a expresarle mis sentimientos a Taylor? ¿Que iba a hacer si él no sentía lo mismo que yo? Mi cabeza y mi mundo estaban hechos un caos, y cada día que pasaba me enamoraba mas de mi jefe.

—pues gracias– su voz me saco de mis pensamientos, se levantó del piano y dirigió su vista a la pequeña que tenía a un lado –Kely es muy buena– beso la mejilla de la niña –terminó la clase princesa.

La niña le regaló una enorme sonrisa, se levantó del piano y camino hacia la salida del salon de musica. Cuando por fin nos quedamos solos, Taylor camino hacia mi y yo entre a la habitación, estabamos frente a frente y todos los recursos de aquel beso regresaron a mi mente. El aroma de Taylor me invadió, extrañaba tanto su olor, quería que me abrazara y me estrechara en su pecho.

—lo siento, no quise interrumpir– dije apenada –lo vuelvo a repetir, eres muy bueno tocando el piano.

—Gracias Mila, y no te preocupes, no interrumpirte nada, ya habiamos terminado ¿que haces aqui?

—yo…— no se porque estaba tan apenada y nerviosa –doy clases aquí– dije algo avergonzada.

Tal vez a él no le iba a gustar la idea de que yo diera clases aqui, ni siquiera lo consulté con él.

—lo se– sonrió –ayer te vi dando clase a los niños, no era mi intención espiarte pero me dio mucha curiosidad.

¿Taylor llego desde ayer? Entonces no estaba tan loca, las miradas y presencias que sentía eran reales. Que raro es la atracción hacia una persona, yo sentía la presencia de mi jefe, pero pensé que estaba loca y resulta que el si estaba aqui, obsevandome.

—ahora entiendo— Taylor ladeó la cabeza y me miro sin entender –¿asi que llegaste desde ayer? ¿sabías que hay mucho trabajo en las torres?– dije fingiendo reclamo.

—sí, pero cuento con el mejor personal, nunca me decepcionan.

—¿Es un cumplido?

—si.

—pues gracias.

—ven, te mostraré algo.

Me tomo de la mano y de pronto sentí una gran electricidad, la sensación de su mano tomando la mía fue algo indescriptible, mi respiración se detuvo y mi corazón se aceleró. Mi jefe me guió a la segunda planta de la casa hogar, desde la primera vez que visite la casa nunca había visitado el segundo piso. Abrió una oficina y me invitó a pasar, ya adentro me guió hasta una pared llena de fotografías, me quedé muda al ver aquellas imágenes.

—son…

—si, son todos los niños a los que les hemos encontrado una familia, yo tomé las fotografías– su pecho se hincho de orgullo.

—por dios— susurre –Esto es hermoso –mis ojos se llenaron de lágrimas —Taylor esto es… increíble.

Taylor vio mis ojos llorosos y se me abrazó, aspiré su aroma para conservarlo por siempre en mi mente. Me quedé algunos segundos abrazada a él , no quería soltarlo, no quería romper la burbuja en la que había entrado, una burbuja donde Taylor siente lo mismo que yo. Después de unos minutos a regañadientes me separe de él muy despacio y le sonreí.

—ahora si pensaras que soy una tonta –reí mientras me acerque más a las fotos y las observaba una por una.

—solo un poco— bromeó —¿a que hora es tu clase? ¿te molesto si observo?

—no para nada, es un honor– sonreí –asi que ¿aqui tambien eres mi jefe?

—siento decirte que si, la casa es mía, desde hace mucho tiempo planee algo para ayudar a la gente, ya sabes, debolver algo de lo mucho que me ha dado la vida, así que ahorre y funde la casa hogar. Me entristece ver niños en situación de calle y si yo puedo cambiar un poco eso lo hare.

—es muy noble de tu parte, esto habla mucho de ti como persona, hay poca gente que se atreve a hacer este tipo de caridades.

—gracias, lo hago porque me nace– ven, me volvió a tomar de la mano –vamos a tu clase.

Taylor y yo caminamos al salón de pintura, pensé que él se quedaría afuera pero no, entró y se sentó junto a los niños. Toda la hora mi jefe estuvo muy atento a mis instrucciones, tanto que hasta tomo un lienzo y se puso a pintar. Cuando termine mis alumnos salieron corriendo del salon, guarde las cosas y Taylor se acerco a mi.

—eres muy buena Milla, tienes mucho talento y gracias, se que no estas cobrando nada.

—no es necesario– le guiñe un ojo –mi jefe me dará un aumento ¿sabias?– comencé a reír –no perdón, fuera de broma, quería contribuir en algo.

—gracias Milla y lo del aumento ya veremos– nuestras miradas se toparon por unos instantes y un fuego comenzó a encenderse dentro de mi –yo… pues… quieres ir a tomar algo y platicar un poco más– Taylor se veia nervioso.

—me gustaría mucho pero, quiero ver a alguien antes.

—sí claro, ¿está lejos de aquí?– se veía algo nervioso –¿Quieres que te lleve?

—no es necesario— sonreí tímida –ven acompáñame.

Ahora fui yo quien le tomó la mano y lo guió a los cuneros, cuando llegamos sabía que iba a ver a mi bebe favorito. Entramos y caminamos directamente a la cuna de Lucas, lo tomé entre mis brazos y se lo mostré a Taylor.

—¿no es hermoso?– le pregunté sin dejar de ver al bebé –es la cosa mas perfecta que existe en el mundo.

—demasiado perfecta diria yo…

Levante la cabeza y Taylor me miraba fijamente, sonreí como una tonta y le di un beso en la mejilla.

—me refiero al bebé– mis mejillas se sonrojaron.

—sí, es muy lindo.

Taylor se acerco a nosotros, acaricio la mejilla del bebe y después hizo lo mismo conmigo, mi respiración se detuvo nuevamente, Taylor sujeto un mechon de cabello y lo colocó detrás de mi oreja. Mi cuerpo y mi alma gritaban por mas contacto, amo a Taylor, lo amo desde la primera vez que lo vi en aquel parque.

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Claudia Franco 🫶🏼

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