¿Que hace Taylor en mi casa? ¿Que paso? No entendía lo que había ocurrido, sentía que la cabeza me iba a estallar. Estaba muy confundida, pero tenía que encontrar respuestas. Nunca he sabido controlar el alcohol, mis padres siempre me regañaban cuando salia y bebia, pero antes me dejaba llevar por las amistades y ahora creo que me dejo llevar por el dolor y el amor que siento, inconscientemente busco como olvidar lo que siente mi corazón. Caminé despacio y llegue a la barra de la cocina.
—¿Cómo entraste?– le dije mientras recargaba mis brazos en la barra.
—buenos días Mila, Por lo que veo no recuerdas nada, yo te traje a casa.
Me quede helada ante sus palabras, ¿me trajo a casa? ¿Como? mire mi cuerpo y llevaba puesto solo mi camisón de dormir, sin ropa interior ¿Que habia pasado? De pronto me sentí avergonzada.
—¿Que? Y… ¿Tu me pusiste el camisón?
—si– me paso una taza de cafe –no ibas a dormir cómoda con la ropa que traías, te vomitaste encima de ella– bajo la cabeza apenado –solo... no pude encontrar tu ropa interior.
—¿me viste desnuda?– dije abriendo los ojos como platos.
—no– sus mejillas se sonrojaron –te quite la ropa bajo las cobijas.
—¿dónde dormiste?— dije ya mas tranquila.
—en el sillón– apunto hacia la sala –no quería dejarte sola.
—gracias— quería que esta vergüenza terminara –ya puedes irte– camine hacia la puerta y la abrí.
—tenemos que hablar– se acerco a mi y cerro la puerta.
—no hay nada de qué hablar– intente abrir la puerta nuevamente, pero Taylor me detuvo.
—podrías una sola vez en tu vida comportarte como una persona adulta. Tenemos que hablar.
—¿sabes? No estoy de humor, otro dia con mucho gusto– quería que se marchara lo mas pronto posible.
Taylor me quito de la puerta, dí un gran suspiro de frustración y me fui a mi habitación, si él quería hablar lo haría solo. Me meti de nuevo a la cama y me cubrí hasta la cabeza, escuche como Taylor entraba y se sentaba en mi cama. Mis ojos se llenaron de lágrimas ¿Por que no me dejaba tranquila? ¿Por que insistia en romper mas mi corazón? Tenia mil sentimientos acumulados, odio, amor, tristeza, vergüenza y en cualquier momento iba a explotar.
—Mila, mírame por favor, ya no puedes negar que ambos sentimos cosas por el otro– su voz era suave, tan suave como una caricia.
—quiero que te vayas– dije entre las sábanas –por favor– mi voz empezó a quebrarse –vete...
—intento decirte algo, tampoco es fácil para mi– de pronto su voz empezaba a escucharse un poco triste –mi ex novia murió hace 9 meses, íbamos a casarnos– su voz se quebró –Tessa, mi prima, me ayudo mucho en esos momentos.
Taylor estaba llorando, no podia ignorar sus sentimientos. Me destapé y me senté en la cama, pude ver su rostro afligido, el continuo hablando.
—un dia despertó con un fuerte dolor en el pecho, la lleve a urgencias y dijeron que era un infarto– sus lagrimas empezaron a rodar por sus mejilla.
—lo siento– levante mi mano y limpié la lagrima que ya escurría por su mejilla.
—cuando te vi aquella vez en el parque, hiciste que por primera vez en mucho tiempo no pensara en aquel tragico dia y luego cuando me tope contigo en las torres fue como una señal. No podía creer que el destino nos pusiera en el camino, ya que yo se lo pedi al cielo, queria volver a verte.
—Taylor— lo interrumpí —esto no es buena idea.
—¿el que? ¿El decirte lo que siento? Por dios mujer, hasta eso me vas a negar. No lo puedo creer, tengo derecho a decir lo que pienso y siento, lo quieras o no.
—vete por favor Taylor— una lágrima comenzó a brotar –no ves que me estoy muriendo de vergüenza por todo lo que paso ayer, me comporte como una estúpida.
—no me iré hasta decirte todo lo que siento, si quieres que me vaya tendrás que levantarte de la cama y sacarme tu misma de tu departamento.
Taylor estaba decidido a decirme todo lo que sentía, pero yo aún no estaba lista, seguía avergonzada por lo que había hecho en el bar y era más que obvio que estaba enamorada de él, pero no sabía si se lo iba a poder decir y lo peor es que estaba luchando con el impulso de arrojarme entre sus brazos y besarlo.
—¿siempre se tiene que hacer lo que dices?— el llanto se hizo mas intenso –Creo que solo eres mi jefe en las torres, no en mi casa.
—Mila, te quiero– se acerco mas a mi –me vuelves loco en todos los aspectos– tocó mi mejilla y limpio mis lágrimas –jamás había conocido a una mujer como tu, me desafías todos los días y haces que desee llegar al trabajo solo para verte. ¿sientes lo mismo por mi?
Perfecto, ya no podía hacer nada para impedir que Taylor hablara de lo que siente, pero si lo iba a hacer tenia que ser a mi manera, yo también tenia muchas cosas que decirle, pero no quería sentirme insegura ni en desventaja, asi que se me ocurrió una idea.
—¿no te has duchado verdad?– dije de pronto lo cual lo tomó por sorpresa.
—no– bajo la mirada y sonrió tristemente.
Me levanté de la cama y entre al baño cerrado la puerta tras mi, Taylor se había quedado sentado en mi cama sin saber qué hacer. Me puse a llenar la tina y agregue algunas esencias, si íbamos a hacer esto los dos teníamos que estar en las misma condiciones, si iba a desnudar mi alma con el, tambien lo haría mi cuerpo. Salí del baño y pude ver a Taylor de pie a punto de irse.
—ven— extendí mi mano para que él la tomara.
—pensé que te encerrarías en el baño– caminó hacia mí.
Tomó mi mano sin dudar ningún momento, le regale una sonrisa sincera y después entramos al baño. al ver la tina llena una sonrisa sarcástica salió de su boca.
—¿Qué tan mal huelo?
—Tan mal como siempre– sonreí.
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Claudia Franco 🫶🏼
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Nos Pertenecemos
Storie d'amoredos familias separadas por el odio fundado por los abuelos de la familia harán hasta lo imposible para impedir que dos de sus integrantes se amen con libertad, podra el odio hacia un apellido evitar que Milla y Taylor se amen? 03/10/2024