Capitulo 2

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2024

Sentada en la banca de un parque, cansada de tanto caminar y con la esperanza de conseguir trabajo, asi me la había pasado los ultimos tres dias, mis entrevistas anteriores no habían ido muy bien y hoy tenía otra en unos cuantos minutos. Mi ánimo estaba por los suelos, no podía creer que a mis 26 años, aún no tenia un trabajo estable ni un plan a futuro, creci con la suerte de tener unos padres que siempre me solventaron todo y gracias a dios nunca me falto nada, pero ahora quiero valerme por mi misma y aunque mis padres quieren que trabaje para los negocios de la familia yo siento que no es lo mío, siempre he querido ser la mejor editora del país.  Antes de llegar al parque, compre un subway, pero la chica del mostrador no me escuchó cuando le dije que no le pusiera tomate a mi orden, la verdad creo que ella tenía demasiados problemas en su mente  como para discutir por la verdura en mi sandwich. Abrí mi subway y comencé a quitarle el tomate, a un lado de mí había un recipiente para la basura, comencé a lanzar los trozos de tomate, al llegar al tercero la voz de un hombre llamó mi atención. 

—¿podrías tener mas cuidado?– dijo muy serio –tengo una reunión y acabas de lanzarme tu comida.

—¿Yo?– dije sorprendida, levanté la vista de mi subway y vi hacia donde se encontraba el cesto de basura, que está de más decir no estaba lejos, pero creo que arroje con demasiada fuerza el trozo de tomate –Disculpa no te vi– pude observar como el pedazo de tomate resbalaba de su fino traje azul marino –como iba a imaginar que alguien se pondría tan cerca del cesto de basura, además es solo un tomate.

—por si no te diste cuenta, me pare aqui porque precisamente estaba tirando basura– su mirada era seria, pero había algo en sus ojos que me decia que realmente no estaba molesto –y ¿perdón? ¿solo un tomate?– miro la pequeña mancha de su saco –mira lo que hiciste.

Su tono de voz, y su manera de exagerar las cosas me estaba molestado, no soy una persona conflictiva pero después de 3 entrevistas fallidas mi humor no era el mejor y a eso súmale encontrarme con este hombre, que no lo iba a negar, era muy guapo pero tenia una mala actitud, estaba apunto de estallar.

—si no hubieras estado ahí parado no te hubiera caído.

—no soy tan sucio como otras personas a las que les gusta arrojar comida, estaba tirando mi vaso de cafe.

Llevaba un traje que desde lejos se veia muy fino, pero su pelo largo y su barba naciente no lo hacía lucir como un hombre de negocios era más como una estrella de rock en una alfombra roja. El pensamiento hizo que se me escapara una pequeña risa. 

—¿te estas burlando de mi? ¿o siempre eres así de grosera?

—si un poco de ambas, mira...– suspire frustrada –no tengo tiempo para discutir por algo que se puede solucionar en un segundo– saque una toalla de papel de mi bolso– dejame limpiarte.

Me puse de pie y cuando se acercó a mí, su perfume invadió mis fosas nasales, olía tan rico, no podía negar que me sentia atraída a él, sus ojos azules brillaban como el mismo cielo, eran hermosos y tenia una boca que podia matarte en un abrir y cerrar de ojos, pero obvio no se lo iba a decir. Comencé a limpiar su saco hasta que desaparecieron los restos de tomate. 

—listo quedaste como nuevo ¿satisfecho? 

—Claro, es facil hablar cuando no fue a ti a quien le arruinaron un traje fino justo antes de una junta demasiado importante para mi empresa.

—te encanta hacer drama ¿verdad?– dije sarcástica –la mancha desaparecío totalmente, no entiendo porque tanto lio ¿Acaso me vas a demandar o algo asi?

—oye, es una buena idea, a ver si así dejas de tirar basura en la calle o encima de las personas, no todos tenemos tanta paciencia para soportar gente como tu.

—sí claro, cualquier juez me encerrara de por vida solo por "arruinar" tu traje costoso, deja de ser tan superficial y deja de pararte justo al lado de los cestos de basura, por cierto tu perfume es un poco exagerado, te pueden oler a 3 cuadras.

—¿ahora te molesta mi perfume?– me miró fijamente a los ojos y alcancé a ver el destello de una sonrisa.

—si, un poco, sabes que es más efectivo bañarse.

Mis palabras hicieron que soltara una gran carcajada, se doblo un poco para reír. Cuando terminó de hacerlo,  su mano viajó a su cabello y lo coloco hacia atrás. Si hubiera sido esto una novela de romance de esas que pasan en la tele, en cámara lenta se hubiera visto de lo más sexi, mi corazón se acelero un poco y no pude evitar mirarlo fijamente a su hermosa cabellera.

Me di una palmadita mental para dejarlo de ver, este hombre frente a mi me tenia fascinada y la verdad es que me gustaba esa sensación que sentía cuando lo hacía enojar y mi cabeza me seguía diciendo que no cambiara mi postura por mucho que él tuviera la razón respecto al tomate.

—no tengo tiempo de soportar tus insultos– se coloco derecho y se acomodo el traje –tengo que irme, soy Taylor por ciento.

—no te pedi tu nombre.

—se llama tener educacion niña, algo que parece no tienes.

—¿según quien? ¿Tu?– sonreí 

—según la mayoría de las personas. 

—si tu dices, para mi la educación es aceptar una disciplina y no hacer tanto circo por un error tan pequeño– dije poniendo una mano sobre mi cintura y retando con la mirada –hiciste un drama por nada.

—¿sabes? Eres una mujer muy frustrante, le tengo lastima al que sea tu pajera, si tiene que lidiar contigo todos los dias debe de ser un santo. Te dejo porque yo si tengo cosas importantes que hacer.

—¿Y crees que yo no?– sus palabras me molestaron, el muy tonto no tenia idea que llevaba toda la mañana buscando trabajo sin éxito –tambien tengo cosas importantes que hacer.

—sí claro, me compadezco de todo aquel que se cruce en tu camino– dio algunos pasos y después se detuvo –¿sabes? es muy antihigiénico comer en la calle. 

—porque no te acabas de marchar– dije en un tono mas fuerte –al menos no soy tan dramática para hacer una tormenta en un vaso de agua, eso me dice que no disfrutas la vida y eso si es una pena.

El hombre continuó su camino sin mirar atrás, volví a sentarme en la banca a terminar mi sandwich, pero el apetito se había desvanecido, envolví mi comida y se lo regale a un indigente que estaba a unos pasos de mi, el cual me agradecio con una sonrisa. La mirada de aquel hombre con el que acababa de discutir, no se alejaba de mi mente, sus ojos estaban clavados en mi memoria, habia algo en ellos que me fascinaba, jamas había sentido algo asi por nadie, pero eso se quedara solo en una fantasía ya que no creo volver a verlo jamás.

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Claudia Franco 🫶🏼

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