Nos Pertenecemos

Capitulo 37

Después les regale una sonrisa sincera porque estaba en camino a perdonarlo, no era facil lo que habiamos vivido los dos, pero Noel parecía que estaba tomando el bueno camino y yo también queria dejar atrás el pasado. Noel se despidió con una sonrisa sincera, vi como tomo de la mano a su novia y después beso su cabello con ternura, era otro chico diferente al que yo conocí en algún momento. Cuándo nos alejamos de ellos voltee hacia atras y pude ver que ella lo abrazaba con cariño y el acariciaba su espalda. Me alegraba sinceramente que él hubiera encontrado a una chica especial.

—¿estás bien?— Taylor me pego mas a el y beso mi mejilla, amaba lo mucho que se preocupaba por mi.

—si no te preocupes, vamos por tu cafe.

Cuando terminamos nuestros cafés seguimos observando los locales del centro comercial, nada de lo que veia me gustaba y empezaba a cansarme. Este evento era muy importante para mi, porque iba a conocer a las padres de Taylor y por eso queria verme bien. Queria causar una buena impresión y no podia negar que estaba muy nerviosa y eso empezaba a desesperarme. Estaba apunto de darme por vencida, el vestido rojo que me habia regalo Taylor era hermoso y habia decidido usarlo de nuevo. Me pare en seco y suspire, Taylor me miro curioso y me sonrió, mi jefe parecía que de pronto tenia mucha energía, después de su café, se veía más entusiasmado.

—es mejor que nos vayamos.

—¡Noo!— sonrió  —Mañana es la boda y aun no tienes nada.

—me pongo el vestido rojo que me compraste para nuestra cita— dije frustrada —es perfecto y solo me lo he puesto una vez.

—cielo, tu te ves hermosa con cualquier cosa, pero no quiero que mañana te arrepientas por haber llevado a la boda un vestido que no hayas escogido tu misma— se acerco a mi y me abrazo —ademas se que quieres dar una buena impresión.

—si, tienes razon, pero el vestido es hermoso, es como si yo lo hubiera escogido.

—genial, vámonos entonces– comenzamos a caminar hacia la salida del centro comercial. Taylor se veia decidido pero yo me sentía estúpida, queria verme bien para los padres de mi jefe.

El vestido que Taylor me había regalado era lindo pero ¿es apropiado para una boda tan elegante? Además iba a conocer a toda su familia, él tenía razón, el vestido es hermoso pero no es lo que yo usaría para conocerlos. Me detuve de pronto, Taylor siguió caminando y al ver que me detuve hizo lo mismo.

—tienes razón, necesito un vestido– dije nerviosa y preocupada —no puedo ir con ese vestido ¡Dios! Estoy tan nerviosa, quiero lucir bien ese día.

—lo se cielo, ven— Taylor camino hacia mi —conozco un lugar mejor que el centro comercial.

Cuando llego a mi, me tomo de la mano y me obligo a caminar tras de él, subimos a su auto y me llevó hasta una tienda muy exclusiva, solo había vestidos de fiesta y accesorios para los mismo. Me quede muda al ver el negocio, no creía que pudiera pagar un vestido de estos.

—ya llegamos, vamos— se bajó del coche y lo rodeo para abrir la puerta.

—¿De donde conoces esta tienda?– dije algo sorprendida y sin bajar del coche —a kilómetros se puede ver que es exclusiva.

—y lo es— sonrió avergonzado –mi madre, ella es clienta VIP, solo puedes comprar aquí si eres miembro, la diseñadora es muy especial y no le vende a cualquiera, ella dice que son sus diseños así que ella puede elegir quien los porta.

¿Que? ¿Solo miembros? Esta tienda debe de ser de las más exclusivas de Nueva York, digo, mis padres tienen dinero pero nunca fuimos muy ostentosos, creo que la familia de Taylor debe de ser de las más ricas del país. Mi mamá siempre recurre al centro comercial cuando teníamos algún tipo de evento, o a locales pequeños. De pronto me puse más  nerviosa, y si la diseñadora piensa que no soy digna de usar algunos de sus vestidos ¿Qué demonios estaba pensando Taylor al traerme aquí?

—empiezo a creer que esto no fue una buena idea.

—claro que si, ven— dijo al ver que no me movía.

—Taylor— no quería que viera que estaba nerviosa –tal vez deberíamos regresar al centro comercial, o ir a otra tienda— por primera vez en mi vida me sentía muy pequeña.

—¿vas a rendir ahora?– me tomo de la mano y me obligó a salir del coche –asi no eres tu, asi no es la chica de la cual me enamoro.

—eso es manipulación.

Para mi desgracias Taylor me conocía muy bien, no podía ocultarle que estaba nerviosa y me estaba picando mi orgullo para que no me dejará doblegar por el miedo.

—claro que no, al menos que tengas miedo.

—no— suspiré y tome aire –vamos…

Entramos a la tienda y al instante mi boca se abrió sorprendida, la tienda tenia pocos vestidos colgados, pero eran hermosos y perfectos. Las vitrinas brillaban con la joyería que había en exhibición, caminamos despacio en la tienda mientras admiraba todo lo que había en ella. A los pocos minutos ya teníamos a una señorita casi encima de nosotros. Su elegancia combinada con el lugar, nos sonrió, pero era una de esas sonrisas calculadas y frías.

—¿los molesto con su tarjeta de socio?.

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Claudia franco