Capitulo 35

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Nombres y Nuevos Comienzos
Olivia

A medida que la tensión en la casa comenzaba a desvanecerse tras la resolución del conflicto, nos encontrábamos en un período de relativa calma. La amenaza había sido neutralizada, y aunque la vigilancia seguía siendo una prioridad, había algo reconfortante en saber que estábamos seguros. Con la llegada de nuestra hija cada vez más cerca, el enfoque en la preparación para su llegada se convirtió en una fuente de alegría y anticipación.

Un aspecto que Nikolay y yo habíamos pospuesto durante semanas debido a las preocupaciones sobre la seguridad era la elección del nombre para nuestra hija. Ahora que el peligro inmediato parecía bajo control, decidimos que era el momento perfecto para empezar a pensar en nombres. La elección del nombre no era una decisión que tomáramos a la ligera; queríamos que fuera especial y significativo, reflejando tanto nuestras raíces como nuestros deseos para el futuro de nuestra hija.

Nos sentamos en la sala de estar, rodeados de libros y listas de nombres que habíamos recopilado. Cada uno de nosotros había hecho su propia investigación, y ahora estábamos listos para compartir nuestras ideas y encontrar un nombre que nos encantara a ambos.

—He estado pensando en nombres ingleses, italianos y rusos —dije, mirando a Nikolay mientras extendía una hoja con varias opciones—. Quiero encontrar algo que sea hermoso y que tenga un significado especial.

Nikolay asintió, tomando la hoja y comenzando a revisar los nombres que había anotado. —Estoy de acuerdo. Creo que deberíamos considerar opciones de cada cultura y encontrar una que combine nuestras herencias y nuestros sentimientos hacia nuestra hija.

Empezamos con los nombres ingleses, una parte importante de mi herencia. Algunos de los nombres que encontramos fueron:

1. Sophia
2. Eleanor
3. Charlotte
4. Grace

Pasamos a los nombres italianos, que representaban la parte de la herencia de Olivia. Algunos de los nombres que consideramos fueron:

1. Isabella
2. Giulia
3. Francesca
4. Elena

Finalmente, exploramos nombres rusos, que reflejaban la herencia de Nikolay. Los nombres que más nos gustaron fueron:

1. Anastasia
2. Katerina
3. Natalia
4. Elena

Mientras revisábamos la lista, me di cuenta de que algunos nombres tenían una conexión especial con nuestras historias y nuestros deseos para nuestra hija. Las opciones rusas, en particular, parecían resonar con una profundidad emocional que reflejaba nuestras esperanzas para ella.

—Me encanta cómo estos nombres reflejan nuestras culturas y nuestra historia —dije, sonriendo mientras señalaba algunos nombres de la lista—. Creo que todos ellos tienen una belleza y un significado profundos.

Nikolay asintió, mirándome con una sonrisa cálida. —Estoy de acuerdo. Cada nombre tiene su propio encanto y significado. Me gusta la idea de elegir uno que represente una fusión de nuestras herencias.

Después de discutir cada nombre y considerar cómo sonaban juntos con nuestro apellido, comenzamos a reducir nuestras opciones. La conversación se volvió más profunda, y nos encontramos hablando no solo de nombres, sino también de los valores y las cualidades que deseábamos para nuestra hija.

—Creo que nombres como Anastasia y Isabella tienen un toque especial —dije, pensando en cómo cada uno de estos nombres podría simbolizar nuestras esperanzas para el futuro de nuestra hija—. Ambos tienen un significado hermoso y una resonancia que me parece perfecta.

Nikolay sonrió, su mirada llena de ternura. —Me gusta cómo piensas. Anastasia y Isabella son nombres que tienen una profundidad y una gracia que realmente representan lo que queremos para nuestra hija. Ambos son elegantes y tienen un significado poderoso.

Decidimos que, aunque había muchos nombres hermosos para elegir, queríamos uno que resonara con nuestros corazones y reflejara tanto nuestras raíces como nuestras aspiraciones para el futuro de nuestra hija. Mientras continuábamos la conversación, me di cuenta de cuánto significaba este proceso para nosotros, no solo como una formalidad, sino como una forma de conectarnos con nuestra nueva vida y nuestra familia en crecimiento.

—Creo que estamos en el camino correcto —dije, mirando a Nikolay con una sonrisa—. Cualquiera que sea el nombre que elijamos, será perfecto porque estará lleno de amor y significado.

Nikolay asintió, y tomándonos de las manos, compartimos un momento de reflexión tranquila. La elección del nombre era solo una pequeña parte del viaje que estábamos a punto de emprender, pero era un símbolo poderoso de la vida que estábamos construyendo juntos.

A medida que nos preparábamos para la llegada de nuestra hija, el proceso de elegir su nombre se convirtió en un recordatorio de la alegría y el amor que compartíamos. Aunque la vida a veces estaba llena de desafíos y preocupaciones, sabíamos que nuestra familia estaba en el centro de todo, y que el amor y el compromiso que teníamos el uno por el otro serían la base sólida sobre la que construiríamos nuestro futuro juntos.

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